Una de mis cosas favoritas de estar en Tokio es que da la sensación de que estoy viviendo dentro de un videojuego que nunca se termina. No importa los años que pasen, al caminar por las calles de esta gran ciudad siempre me encuentro sorpresas a la vuelta de cada esquina. Digo «gran ciudad», pero aquellos que viven aquí saben que al cabo de un tiempo Tokio tiene sabor a pueblo, sobre todo cuando te adentras y te dejas enamorar por cada uno de sus centenares (quizás miles) de barrios.
Estas dos primeras fotos de un parque y de una callejuela, están tomadas dentro de Shibuya-ku de camino de Shinjuku-ku. Al perderse por zonas residenciales te olvidas un poco que estás en una de las mayores urbes del mundo.
Reflejos en una de las calles principales de Shinjuku.
En esta librería están especializados en libros de gatos.
En esta otra tienda de libros tienen algunos libros fuera, no tienen miedo de que nadie los robe.
En esta parece que tienen problemas de espacio y están organizando libros antes de meterlos dentro.
Una máquina expendedora de paraguas transparentes por si te pilla la lluvia sin estar preparado.
Una esquina Tokiota cualquiera, con bastantes máquinas de bebidas.
Una anuncio de colaboración entre el pinguino de Suica y una marca de agua embotellada.
Una mujer que va bien protegida contra la luz del sol.
Un restaurante con mucho colorido en el exterior.
Estos ojos los ponen para que la gente no tire basura en horas/días que no se puede según las normas del barrio.
En el cartel de la izquierda explican qué días puedes tirar qué tipos de basuras. Se ve que últimamente alguien se ha saltado las normas y por eso han puesto los ojos en varios lugares, para que el culpable se de por aludido.
Un anuncio de una empresa de seguridad informática que lleva varios años puesto cerca de la estación de Harajuku.
Un par de fotos por Shibuya, justo frente al 109.
Un local donde ofrecen realidad virtual VR con contenidos erótico/sexuales.
Justo al lado del local de realidad virtual me encuentro con este restaurante de ramen y sobre él un anuncio de Wild One (Marca de vibradores para mujeres)
Y para terminar un par de paneles de publicidad en la estación de Ikebukuro.
Genial Hector! me encanta como en la foto del mini santuario estan las huellas de los pies super marcadas! ojala retomes la costumbre de hacer estos posteos de paseos random que antes hacias mas seguido! me encantan desde que empece a leerte hace ya varios años y me hacen pasear como si yo estuviera en tokyo!
un saludo!
Genial post, me llama mucho la atención la mujer en la bici con las protecciones para el sol.
Me encanta lo que uno se puede encontrar al perderse entre las calles japonesas, espero algún día poder visitar ese país.