Uno de los primeros lugares de Tokio que visité al llegar Japón en el 2004 fue la emblemática torre de Roppongi Hills. Tuve la sensación de que siempre había estado allí, pero más tarde supe que se había inaugurado en el 2003 y que era una novedad no solo para mí sino para todos los tokiotas. Cuando somos nuevos en una ciudad, tenemos la falsa sensación de que todo ha sido siempre como nos lo encontramos al llegar.
Durante aquella primera visita, cuando me hice las típicas fotos de turista frente a la estatua de la araña, no sospechaba hasta qué punto mi vida se iba a entrelazar con la historia de aquel edificio.
La torre de Roppongi Hills fue construida por Mori, una empresa familiar fundada por Taikichiro Mori, el cual fue un magnate japonés que llego a ser el hombre más rico del mundo durante los años 1991 y 1992 antes de que le robara el puesto Bill Gates. Tras la muerte de Taikichiro Mori, la empresa sigue siendo controlada por sus descendientes.
Todos tenemos historias relacionadas con Mori. Rodrigo me contó que cuando acababa de llegar a Japón preguntó por la calle «¿Dónde está el edificio Mori?» y no le supieron contestar. Solo más tarde te das cuenta de que hay casi un centenar de «Edificios Mori» en Tokio, y Roppongi Hills es solo uno de ellos.
Yo conocí a mi mujer en una cafetería dentro de un edificio construido por Mori. ¿Estaríamos ahora juntos si el edificio nunca hubiera sido construido? La serendipia jugó de las suyas. Años más tarde, al salir juntos de la Embajada de España, celebramos que nos habíamos casado en un restaurante situado también en el interior de un edificio Mori (El mismo en el que Leonardo DiCaprio y Watanabe Ken se suben al helicóptero al principio de la película Inception).
Esta semana la familia Mori ha puesto en marcha centros de vacunación en muchas de sus instalaciones. Y gracias a ello, a aquellos que tenemos oficinas en alguno de sus edificios nos han empezado han empezado a vacunar esta semana. Esto está sucediendo también con empleados de otras grandes empresas con oficinas en Tokio (No solo en edificios Mori). Al resto de la población de Tokio se la irá vacunando también durante las próximas semanas, pero gracias a este «adelanto» de Mori y otras grandes empresas, somos muchos los que ya estamos vacunados. Esto quizás estaría mal visto en otros lugares, ya que se está dando preferencia a gente con mejores posibilidades económicas que otros, pero aquí en Japón nadie se ha quejado, se ve como algo normal.
Gracias señor Mori por vacunarnos.
Gracias señor Mori por construir torres que nos sirven de faros en la gran ciudad para guiarnos en nuestras noches «roppongianas».
En este video se puede ver el último proyecto de Mori: Toranomon-Azabudai Project. Terminará de construirse a principios del 2023. Me pregunto qué otras historias y encuentros serendípicos se forjaran su interior en el futuro.
Yo, el recuerdo que tengo de Roppongi Hills es una cena en una pizzería. Nosotros fuimos como en España, pizza, postre, café. Mientras nosotros cenamos en la mesa de al lado pasaron cuatro turnos de japoneses que comían su pizza y se iban.
Desde luego aquí lo de vacunar a los de mayor disponibilidad económica hubiese sido, cuando menos, polémico. Japón es así.
Gracias por seguir publicando Héctor. Siempre son interesantes tus historias.
Ahi la gente no se queja por nada no? Raro me parece que no haya escalas sociales como en la India
En realidad eso mismo está pasando en España cuando se vacuna in situ a los empleados de El Corte Inglés.
Hola Kirai, me alegro ver qué sigues aún posteando (te leo desde que era estudiante en la uni).
Desde luego ahí Japón es otro rollo. No me extrañaría que la familia Mori forme parte de alguno de los grandes «zaibatsu» (conglomerados económicos nacionales) del país. Dicho esto, en Japón se mira de otro modo el éxito económico y el prestigio social. De ahí algunas actitudes japonesas que nos puedan parecer chocantes (desde nuestra óptica, en este caso, la española).