Por la mañana a las 6:30 nos encontramos con Javi, Guayo y Magdalena. Nos subimos al Shinkansen en la estación de Tokyo y en dos horas estamos en la Expo de Aichi.
Aichi es la prefectura Japonesa líder en exportación del país, en gran parte gracias a que allí se encuentran la factoría central de Toyota. Para los aficionados a Dragon Ball, es la prefectura donde nació Akira Toriyama.
Nada más llegar lo primero que nos llama la atención son la cantidad de hombres anuncio que hay sosteniendo carteles prácticamente inútiles.
0 minutos hasta el andén
Aitor y Kike no habían comprado la entrada con antelación, al más puro estilo hispánico, haciéndolo todo a última hora y cuando es imprescindible. Pensábamos que tendrían que hacer cola para comprar el ticket en la entrada pero fue todo lo contrario. Resulta que los japoneses siempre reservan todo con antelación y lo planifican todo. Así que en las taquillas no había prácticamente nadie porque todos los japoneses iban directamente a la entrada con el ticket comprado por internet. La cola infernal estaba en en la puerta donde se aglomeraban miles de PERSONAS. Compraron el ticket en un minuto y luego nos tocó esperar media hora para entrar.
Esperando a la entrada de la Expo
Nos encontramos con Take y entramos a la aventura. Lo primero que nos dimos cuenta es que las colas eran infernales, sobre las dos horas de media. Así que nos lo tomamos con calma comprando bebidas y comida para pasar el rato.
El pabellón más impresionante sin duda alguna el de Toyota. El espectáculo de media hora con una banda de música formada por robots y a continuación la actuación de los exoesqueletos es como ver el futuro. Solo por ver el de Toyota vale la pena pasarse por la expo, sobretodo lo digo por lo ingenieros que seguro que lo fliparán tanto como yo
De izquierda a derecha: Take, Aitor y yo delante del pabellón de Toyota.
Foto con uno de los nuevos vehículos de Toyota
También entramos en el de Toshiba donde te hacen un escáner 3D de la cabeza antes de entrar a un cine donde proyectan una película donde los protagonistas son lo espectadores. Nos echamos unas buenas risas viéndonos a nosotros mismos salvar el mundo en plan superhéroes en el cine.
El resto de pabellones cines en plan espectacular, como el cine 360º que había en el de Japón, y muchas exposiciones sobre ecología etc.
El edificio ese es el caleidoscopio más grande del mundo.
Toyota e Hitachi
A la hora de comer se llenaron todos los parques de niños. Fijaos que organizados y limpios son los chavales japoneses.
En cuanto al pabellón de España nada en especial, eso sí, estaba bastante mejor que algunos vecinos como el de Turkia por ejemplo
En el pabellón de España
Foto con colegialas
Al terminar el día marchamos hacia Kyoto otra vez con el Shinkansen.