En Japón hay seis razas de perros autóctonas, las dos más populares son la raza «Shiba» y la Akita; los que hayáis jugado al Nintendogs de la DS las conoceréis. La raza Shiba, dicen que es una de las razas de perro más viejas del mundo. Los Shiba inu («perro» en japonés) son astutos, inteligentes y calmados. Durante la Segunda Guerra Mundial estuvieron a punto de extinguirse pero ahora los hay a montones, es un buen perro de compañía.
Randy Pausch fue un profesor de informática en la universidad Carnegie Mellon muy carismático y querido por sus alumnos. Hace dos años le diagnosticaron cáncer de páncreas, y los médicos le dijeron que iba a morir seguro. Randy decidió tomárselo con alegría, se compró una casa y dio su última clase en la universidad sabiendo que iba a morir. Esa última clase fue grabada y subida a Youtube, Google Video convirtiéndose en uno de los 10 vídeos más vistos del mundo durante el último año en la red.
Randy Pausch murió hace un par de meses cuando ya se había convertido en uno de los personajes más famosos de la red. Ahora ha dado el salto al mundo analógico con libros sobre su Última Clase – Última Ponencia (The last lecture) que ya están incluso en las librerías japonesas.
En el flickr de Jurvetson me he encontrado con este curioso mapa de las zonas donde más desean ser tocados hombres y mujeres. Está hecho por unos investigadores de IBM que han tomado datos de más de 30.000 puntos del cuerpo de la mujer y del hombre, los detalles de la investigación los podéis ver aquí y aquí. También podéis ver los mismos gráficos pero por detrás.
Mapa de las zonas donde desean ser tocados hombres y mujeres.
Este otro mapa muestra las zonas donde hombres creen que deben(desean) tocar a las mujeres y donde mujeres creen que deben(desean) tocar a hombres.
Comparando los dos mapas creo somos unos animales que estamos muy bien diseñados, las mujeres aciertan bastante bien donde tocar y los hombres también 🙂
Kapibara-san es un personaje creado por Banpresto que nació como peluche que solo podías conseguir en «máquinas de las de la grúa-pinza». Pero gustó tanto que empezaron a hacer muchas versiones del peluche, varios tamaños, colores, llaveros, camisetas y merchandising de todo tipo. Se ha convertido un fenómeno. Es curioso que a partir de un animal en apariencia tan aburrido y simplón como un capibara hayan creado un personaje tan «kawai» (bonico) y de tanto éxito. Con el nombre tampoco se calentaron mucho la cabeza, se llama igual que el animal pero añadiendo el sufijo «san» de respeto.