Hace dos fines de semana estuvimos en el Sanja Matsuri (三社祭: festival de los tres templos), uno de los festivales shinto más importantes de Tokyo que se celebra en Asakusa cada año. Los protagonistas de la mayoría de los festivales japoneses son los mikoshis, una especie de mini-templos que se pueden cargar a hombros y sacarlos de paseo. Pero para mí lo más chulo de los festivales no son los mikoshis, ni los bailes, ni los trajes tradicionales; lo que más me gusta es el ambiente en general que se monta durante la celebración del evento. ¡Os dejo con algunas de las fotos que tomé!
Un par de vídeos que os resultarán interesantes a aquellos que nunca os hayáis bañado en un onsen japonés. El agua de los onsen es de origen volcánica y según el lugar las propiedades que tiene son diferentes, por lo general bañarse en aguas de onsen es bueno para la piel. ¡Si viajáis a Japón en en invierno no olvidéis incluir un baño en un onsen y recordad las normas/protocolo a la hora de utilizarlos! El onsen del vídeo es este.
Hoy, tres de febrero, es el día del setsubun aquí en Japón, se supone que marca el final del invierno (Un poco adelantado) y la entrada en la primavera. Según la tradición, el día del setsubun hay que alejar a los demonios y eliminar todo lo malo que ocurrió durante el año anterior, para conseguirlo se utilizan una serie de rituales utilizando habichuelas.
Uno de los rituales más habituales es el mamemaki, que consiste en lanzar habichuelas para purificar la casa o la empresa (Se suele hacer en el balcón o en la entrada). Las habichuelas espantan los malos espíritus y traen buena suerte. Mientras se lanzan las habichuelas hay que decir en voz alta «¡Oni wa soto! Fuku wa uchi!»(鬼は外福は内), cuya traducción sería algo así como «¡Fuera demonios! ¡Que venga la buena suerte!
Otra de las tradiciones manda comer tantas habichuelas como años has vivido más una extra para que te de suerte durante el próximo año. ¡Yo me equivoqué y sólo he comido 28 habichuelas! ¡Voy a comerme ahora la 29!
Este vídeo de Ai y Ale/Pepino vale más que miles de palabras sobre el setsubun.
Cada vez me gusta más disfrutar de los «festivales tradicionales japoneses» (matsuris 祭り). Se suelen celebrar junto a algún templo y una de las actividades principales con comer. También se hacen procesiones con omikoshi y bailes tradicionales, pero a veces tengo la sensación que es lo de menos, lo importante es la comida, el sake y pasarlo bien con la familia y los amigos. Durante la celebración de un festival, alrededor del templo se instalan tenderetes donde preparando comida, dependiendo del lugar se ponen sillas y mesas o no.
Estas fotos son del último matsuri (festival) en el que estuve, fue en el templo de Hanazono (En Shinjuku), un templo dedicado al Dios shinto del arroz y la fertilidad Inari. Es un templo pequeño pero con cierto encanto, está atrapado entre los rascacielos de la ciudad pero aun así, al entrar en el templo me da cierta sensación de relax y escape del estrés de la ciudad. Si queréis disfrutar de algún matsuri, en esta página wikipedia tenéis los nombres de los más importantes, incluye las fechas y lugares donde se celebran.
Farolillos patrocinados por empresas y locales de la zona.
Más yakisoba
Ramilletes bendecidos por los dioses que si los pones en casa o en la empresa traen buena suerte.
Más ramilletes.
Esta mujer tenía un espectáculo raro de serpientes montado.
En la caja esa del centro hay una serpiente.
Estas idols vestidas de maid vendían sus DVDs (En los que salen en bañador meneando las tetas) y piruletas. Era uno de los tenderetes con más audiencia del festival.
El Yabusame está considerado como uno de los artes marciales más divinos que se practican en Japón. El gobierno japonés NO lo considera como un deporte sino como un ritual tradicional que consiste en tirar con el arco a varios objetivos mientras se monta a caballo.
El yabusame se practica en una pista de 250 metros de largo en el que hay tres objetivos a los que hay que acertar con unas flechas especiales de punta gorda. Acertar los tres seguidos es muy complicado, se necesitan varios años de entrenamiento, en la actualidad menos de 30 japoneses son capaces de conseguirlo. Es un arte marcial tan exclusivo que el gobierno no permite que se enseñe yabusame a cambio de dinero. Los maestros de yabusame enseñan por amor al arte, no por dinero, eligen con mucho cuidado a sus alumnos porque el único beneficio que obtienen enseñando es el poder mejorar su reputación. Equivocarse y elegir a un mal alumno podría ser fatal para su reputación como maestros del yabusame.
El yabusame nació en la era kamakura cuando uno de los clanes más importantes de la época diseñó la prueba de los 250 metros y los tres objetivos para que sus samurais practicaran y mejoraran su habilidad con el arco. Hoy en día se practica y se hacen exhibiciones en algunos festivales importantes, se supone que el yabusame entretiene a los Dioses y como agradecimiento éstos dan buena fortuna a la gente del lugar.
Los que no podáis estar por Japón durante esas fechas, en las películas Kagemusha y Shichinin no Samurai (Los siete samurais) de Akira Kurosawa se pueden contemplar varias escenas en las que «arqueros yabusame» entran en combate, de echo, alguno de los actores (por ejemplo, Toshiro Mifune) entrenaron con durante años con algunos de los profesores de yabusame más importantes de Japón.
También tenéis este documental en el que Tim Ferris, uno de los únicos extranjeros de la historia que ha recibido entrenamiento de yabusame, cuenta su experiencia de cinco días de entrenamiento intensivo en las montañas de Nikko.
En esta ocasión en vez de maquillaje de Sailor Moon encontré este vídeo chulísimo que muestra todo el proceso de maquillaje de una Geisha. Las geishas y maikos llevan más de cuatrocientos años maquillándose siguiendo aproximadamente el mismo proceso. Y no sólo las geishas, el tema del maquillaje es algo muy inculcado en la sociedad japonesa por alguna extraña razón, es bastante difícil ver a una chica sin maquillar por las calles en ciudades japonesas. También en las novelas históricas, como por ejemplo en Mushashi Miyamoto (Ambientada a finales del siglo XVI) recuerdo varias escenas de chicas maquillándose.
En el minuto 3:30h se empieza a poner interesante.
Geisha sin maquillar.
¡La misma chica después de maquillarse!
¿Qué preferís, la primera la versión de antes de maquillar o la de después de maquillar?