Por la mañana aprovechamos para entrar en una de las zonas abiertas al público del parque imperial donde vive el emperador Akihito. La verdad es que no tiene mucho interés, hay muchas flores y fotógrafos japoneses entusiasmados sacando fotos.
Japoneses sacando fotos como locos a una zona de Bambú.
A continuación marchamos a Harajuku, zona famosa por las forma extravangante de vestir que tienen los jóvenes que van a pasar el rato por allí. Normalmente suele haber mucha gente practicando «Cosplay», afición que consiste en disfrazarse de tu personaje de ánime favorito. Harajuku también es conocida por ser la estación que se inauguró con la celebración de los juegos olímpicos de Tokyo 1964.
Foto sacada nada más salir de la estación.
Un par de chica (Bastante antipáticas) disfrazadas.
Después de mirar un poco las pintas de la gente vestida de Cosplay nos pasamos por un «convini store» (Tiendas 24 horas japonesas) y nos compramos unos Onigiris (Bolas de arroz rellanas con diferentes cosas, desde pescado hasta legumbres; digamos que sería el sustitudo del bocadillo español) y Doriyakis (Una especie de tortitas dulces, conocidas por ser el animento favorito de Doraemon). Mientras comíamos los onigiris vimos como un japonés acercaba el teléfono móvil a una máquina de bebidas y sacaba un refresco sin pagar. Miré a ver como lo había hecho y vi que la máquina tenía un sistema para comunicarse con teléfonos móviles de forma que te cargan el coste de las bebidas a la factura del móvil. ¡Muy útil!
Después de recuperar fuerzas nos adentramos en la famosa calle peatonal «Takeshita Street». Una calle llena de tiendas de ropa estilo occidental, restaurantes italianos y tenderetes de «crepes». Vale la pena solo por ver las pintas de la gente pero suele estar a tope de gente y cuesta bastante caminar. De todas formas suelen formarse dos corrientes de gente, los que vienen y los que van. Así que lo ideal es ponerte en uno de los flujos y seguir el paso de la masa. Y es que en estas ocasiones los japoneses parecen ejércitos de robots!
Aitor probándose unas gafas de motorista en una tienda de Takeshita.
Foto en Takeshita Street, fijaros que muchas chicas llevan parasol. Según los cánones de belleza japoneses, la piel cuanto más blanca mejor.
Al terminar la calle vimos el nuevo edificio de KDDI, entramos y estuvimos viendo las últimas novedades en telefonía móvil de Japón.
Justo enfrente entramos en una tienda Book Off donde se vende manga, ánime, discos de música, libros y videojuegos a muy buen precio. Después de pasar un buen rato cotilleando todo tipo de cosas, compramos algunos tomos (A 105 yenes el ejemplar) y un par de juegos portátiles de Go y Shogi
Novedad musica en Book Off 😉
Para comer fuimos hacia Omotesando, avenida llena de tiendas de grandes marcas como Chanel, Dior etc. Omotesando también es famosa por aparecer en la película Lost in translation.
Condomania en Omotesando
Allí cerca entramos en un restaurante donde solo sirven Gyoza cocinado de diferentes formas. Gyoza son una especie de empanadillas que hay que mojar en salsa de soja antes de comerlas y se suele acompañar por un bol de arroz blanco.
Después de comer nos subimos a un tren de la línea Yamanote (Que tenéis representada en este mapa) y marchamos hacia Shinjuku.
Foto en Shinjuku
En Shinjuku, una vez más nos peleamos entre las masas para poder salir de la estación y nos dirigimos a la zona del Kabuki-cho. La zona chunga de Shinjuku, pero también la más animada. Y digo chunga porque está llena de clubs de dudosa reputación, pero no hay ningún peligro. Poco a poco fuimos caminando hasta la zona de negocios donde están los grandes rascacielos. Al ser domingo no hay nadie en la zona y por fin respiramos un poco de tranquilidad.
Fuimos caminando hasta el edificio Tocho donde está el gobierno metropolitano de Tokyo, este edificio es muy famoso, es uno de los más altos de Japón y tiene uno de los sistemas antiterremotos más avanzados del mundo. El arquitecto de este edificio, Kenzo Tange murió a principios de año. Kenzo Tange también es conocido por haber diseñado el edificio de Fuji TV.
Edificio Tocho, el ayuntamiento de Tokyo.
Subimos arriba del edificio Tocho y estuvimos viendo la inmensidad de Tokyo, se ven casitas hasta el horizonte en todas direcciones.
Vistas desde el edificio Tocho.
Para terminar el día marchamos hacia Shibuya. Allí estuvimos cenando Katsudon (Arroz con carne por encima) en un pequeño restaurante.
Foto en el restaurante de kastudon
Justo enfrente se sentaron unas Yamambas
Después de cenar, un poco de Mandarake, unas partiditas en un Game Center y a dormir.
Entrada a Mandarake
Lo que más les llamó la atención a Kike y Aitor fue la cantidad de Japoneses que hay por la calle. Y también la cantidad de comidas raras y bebidas que hay en Japón.