Japón a través de mi cámara, estás son mis mejores fotos del 2022.
Paseos aleatorios por Tokio – 6
Fotos tomadas en paseos durante el final de la primavera y el verano de este 2022 en Tokio.
T-Rex en la Apple Store de Omotesando
Paseo por Shinjuku Gyoen
Un museo nuevo en construcción que abrirá a finales de septiembre
Podando árboles que estaban a punto de caer detrás de los barriles de sake de Meiji Jingu días antes de un tifón
El Tocho visto desde el parque Shinjuku Chuo
Paseos aleatorios por Tokio – 5
Llegó la primavera a Tokio y con ella las fotos con cielos azules.
Un paseo nuevo que han abierto hace poco llamado 空の森 (Bosque en el cielo) en el que puedes dar la vuelta al estadio olímpico en una planta alta
Reflejos en la entrada del Tokyu Plaza en Harajuku
Salida sur de la estación de Shinjuku
Un Lawson en Higashi-Kitazawa.
Gente haciendo una cola misteriosa en Harajuku.
Un grupo de gente haciendo ejercicios radio taisho ラジオ体操 en un parque cerca de Akasaka.
Tienda de LINE con sus mascotas en Harajuku.
Máquinas de bebidas junto a una para envíos de Amazon
El cruce de Roppongi por la noche.
Casas en calles apartadas de Harajuku
Ejemplo de edificio estrecho.
Rosales en una casa de Sendagaya.
Cabinas que han puesto en estaciones para encerrarse a trabajar/hacer llamadas con el Zoom/Teams/Skype
La biblioteca Haruki Murakami
Haruki Murakami va a cumplir pronto los 73 años y quizás sea eso lo que le ha impulsado a empezar a pensar en su legado. Tiene gran colección de libros en casa y decidió donar gran parte de su librería personal a la Universidad de Waseda. Él fue estudiante allí, así que aceptaron la propuesta y construyeron un edificio nuevo en el campus de la universidad diseñado por el arquitecto Kengo Kuma para alojar los libros. Esta nueva biblioteca de la universidad se inauguró el mes pasado y se llama: The Waseda International House of Literature (The Haruki Murakami Library).
Ayer estuve visitando este curioso lugar, el cual está lleno no solo de libros sino también de pequeños detalles que los lectores de Murakami sabrán apreciar. Por ejemplo, en la planta baja han expuesto el piano del club de Jazz que regentaba Haruki Murakami antes de dedicarse a tiempo completo a escribir.
Estas escaleras con arcos de madera y estanterías a ambos lados son el corazón de la biblioteca.
Piano que utilizaban los pianistas que actuaban en el Peter Cat, nombre del club de jazz que regentaba Murakami junto a su mujer en los años ochenta en Sendagaya.
Reproducción del despacho-sala que tiene Murakami en casa para escribir.
Desafortunadamente el despacho lo tienen cerrado entre cristales
Paseos aleatorios por Tokio – 4
Para romper con la rutina que nos ha impuesto el covid-19 llevo meses dando paseos todos los días por los barrios del centro de Tokio. A veces me meto en templos y jardines, pero lo que más me atrae es callejear perdiéndome en el laberinto tokiota.
Los primeros meses del año pasado las calles estaban prácticamente desiertas pero poco a poco vuelven a estar concurridas, eso sí, casi todos con la mascarilla.
Cada vez que paso por delante del solitario estadio olímpico, terminado de construir para las olimpiadas del «2020» que todavía no se celebraron, es un recordatorio de que incluso aquello que consideramos que va a suceder con «certeza» en el futuro, quizás no suceda.
Los ginkgos en otoño, cuando se tornaron amarillos, estuvieron tan bellos como siempre.
Perdido en las calles de Ichigaya me encontré con un santuario diminuto. En una fuente crecía una flor desde dentro de una caña de bambú.
Tras un día de tormenta, una chica limpia la tapa de una alcantarilla, adornada con un el arte de Umino Chika, usando con pañuelos de papel.
Un hombre se detiene a hacer una reverencia frente a un santuario sintoísta cerca de Waseda.
Adorno de un gato cerca de Omotesando.
En la entrada de Meiji Jingu han cambiado las ilustraciones para adaptarse a los tiempos de covid.
No solo Meiji Jingu, las calles están llenas de recordatorios.
Una máquina expendedora adornada con Pikachu.
¿Un monje volador?
En Tokio estamos teniendo un invierno templado y parece que la primavera se quiere adelantar.
¿Cómo estás?
Siempre se me ha hecho difícil responder a la pregunta «¿Qué tal estás?». No se me da bien tener conversaciones que en inglés son conocidas como «small talk» y que nosotros quizás podríamos etiquetar como «conversación de ascensor». Son esas conversaciones para romper el hielo con otra persona, que a veces no van más allá de uno o dos minutos.
El otro día paseando por Yotsuya a primera hora de la mañana en un callejón solitario se me acercó un hombre de edad avanzada y me hizo la pregunta: «元気ですか?» (Cómo estás).
Sorprendido, no es normal que un desconocido te dirija la palabra en Tokio, respondí: «元気です!» (Bien). A lo que respondió: «いい天気ですね” (Hace buen tiempo) y al mismo tiempo hizo un gesto con el brazo queriendo darme la mano. Yo le dije: «コロナだから危険ですね。。。» (Mejor no darnos la mano por el corona). Respondió: «そうですね!» (Tienes razón).
Sonreímos con los ojos porque nuestras bocas están tapadas e intuitivamente nos coordinamos para chocar nuestros codos y a continuación cada uno seguimos cada uno con nuestro paseo.
Es una chorrada pero esta interacción me alegró la mañana.
Foto de mi paseo en el que pasé por Yotsuya
Sospecho que no soy el único. Este año se nos hace difícil a todos responder a la pregunta «¿Qué tal estás?».
Mi respuesta estándar es: «Bien, sigo con rutina aquí en Tokio y seguimos con las alertas del covid-19, hace buen tiempo hoy». A veces lo que hago es girar las tornas la más rápido posible, respondiendo: «Bien, ¿Qué tal tú?». Cuando hago esto noto cierto silencio, no solo soy yo, a todo el mundo se le hace difícil responder al temido «¿Cómo estás?», sin saber muy bien si mencionar el virus o no.
Es como si estuviéramos forzados de alguna forma a comentar cómo va el covid-19 tal que si fueran los resultados de un partido de fútbol.
Un gato que me encontré al que parece no afectarle nada de lo que sucede en el mundo
Hablar del tiempo siempre me pareció aburrido, pero cada vez más me parece la mejor opción porque sirve para aliviar y crear un espacio común en la mente y el corazón de ambas personas y empezar a hablar de otras cosas.
Al tener todos vidas más monótonas de lo normal, con poca vida social, trabajando desde casa y sin viajar ni moverse, no hay muchas cosas interesantes de las que hablar. Aunque hablar del buen o mal tiempo que hace donde estamos sirve para empezar la conversación pero a mí lo que más me gusta es filosofar y saltar cuanto antes a lo que yo llamo en inglés «deep talk» (conversación profunda) comentando los últimos libros leídos o de las últimas tendencias en la industria tecnológica.
Lo peor claro, es cuando haces la pregunta y al otro lado las cosas no van bien del todo, algo que desafortunadamente me ha pasado ya varias veces este año en relación al covid-19. Amigos y conocidos me han dejado este año por culpa del covid-19.
Es importante preguntar el «¿Cómo estás?».
Nunca se sabe cuando será la última vez.
Con mucho cariño a todos los que me leéis, sea cual sea la respuesta:
¿Qué tal estás hoy?
Com estàs?
How are you?
元気ですか?
😉