Durante las segunda mitad del siglo XX la electrónica basada en el silicio conquistó el mundo: calculadoras, ordenadores, reproductores de música, teléfonos móviles etc. Japón y Estados Unidos fueron los líderes en esta revolución. Desde hace años, empresas como Intel en Estados Unidos o Sony en Japón ven cada vez más cerca los límites físicos a la hora de miniaturizar electrónica basada en silicio. Los expertos dicen que llegaremos al límite a finales de la próxima década. En ese momento necesitaremos cambiar de paradigma o nos quedaremos tecnológicamente estancados.
Japón vio los límites de la tecnología semiconductora actual basada en silicio y se puso manos a la obra antes que nadie. En 1974, Norio Taniguchi propuso por primera vez la palabra “Nanotecnología” para englobar todas aquellas disciplinas dedicadas a la investigación y búsqueda de aplicaciones en el mundo de lo muy pequeño, en el mundo donde trabajar midiendo con nanómetros es lo normal.
La construcción de nanobots es uno de los campos más prometedores dentro del mundillo de la nanotecnología.
Durante los años 80 fueron varias las empresas japonesas que empezaron a producir y vender microscopios de sonda de barrido, haciendo posible la observación barata de estructuras de tamaños nanométricos. La proliferación y mejora de instrumentos de medida fue el primer paso, el segundo gran paso fue la primera observación directa de nanotubos de carbono en 1991 por Sumio Iijima. Los nanotubos de carbono permiten la construcción de estructuras tan duras como el diamante y tan flexibles como una goma. Algo más de una década después del descubrimiento de los nanotubos, la bicicleta que ganó e Tour de Francia en 2006 contenía nanotubos de carbono aleados con fibra de carbono y Sumio Iijima ganó el premio Principe de Asturias de Investigación Científica y Técnica en 2008. Sumio Iijima y los nanotubos fueron la chispa inicial, diez años más tarde, el gasto conjunto entre gobierno y grandes corporaciones japonesas en investigación y desarrollo en nanotecnología llegó a los a los 500 millones de Euros. Estados Unidos y Europa reaccionaron un poco más tarde, hoy en día los presupuestos destinados a nanotecnología en Estados Unidos, Asia y Europa superan los 1.000 millones de Euros en cada región.
Japón sigue siendo el líder, ya que tiene más años detrás en investigación y desarrollo, pero países como Corea del Sur, Taiwán o China están empezando a mostrar liderazgo en el sector al ser más rápidos en transferencia tecnológica. En Corea del Sur ya hay más de 300 productos a la venta para cuya creación fue necesario trabajar a escalas nanométricas. Por ejemplo, cepillos de dientes, lavadoras, aires acondicionados que matan microbios utilizando nanopartículas de plata. Uno de los productos más populares en Corea son las neveras que conservan productos durante más tiempo, también utilizando tecnologías basadas en nanopartículas de plata. Samsung incluso ha registrado la marca nanosilver (nanoplata) para utilizarla en la comercialización de sus lavadoras y lavavajillas.
Las aplicaciones prácticas y la verdadera revolución de la nanotecnología todavía está por ver. Las aplicaciones son prometedoras en campos de lo más variados, conservación de alimentos, matar células cancerígenas utilizando nanobots, baterías que duran más, dispositivos electrónicos que consumen menos, nuevas fuentes de energía, células solares más eficientes, tejidos libres de arrugas y repelentes de líquidos, lentes de gafas que no se rayan, alimentos que se conservan durante más tiempo, ordenadores y electrónica en general más pequeños y más rápidos.
Japón está trabajando en prácticamente todas las áreas donde la nanotecnología puede tener aplicaciones prácticas. Pero donde más se está concentrando es en buscar cual puede ser el siguiente paradigma más allá de la tecnología de silicio tradicional que pueda ser producido en masa de forma barata. Nos espera una era en el que el nivel de miniaturización va a llegar a tal nivel que un electrón representará un bit de información, expertos en la materia prevén la fabricación en masa transistores de un electrón para finales de la próxima década. Otro de los campos donde más dinero se está invirtiendo en Japón es el de nuevas medicinas construidas a partir de la síntesis artificial de moléculas en un principio o incluso nanobots en un futuro algo más lejano.
Durante los últimos 30 años la industria que ha llevado al mundo hacia adelante ha sido la de la informática y las telecomunicaciones, durante las próximas décadas seguramente la nanotecnología va tomar el rol de líder siendo el motor impulsor de tecnologías disruptivas en todo el mundo. Japón está situado en primera línea de parrilla en el sector y Estados Unidos segundo, Europa está en tercera posición pero está despertando y cada vez es mayor el gasto que se hace en investigación nanotecnológica. Al igual que los microprocesadores han llegado a tener aplicaciones que nunca habríamos imaginado hace 30 años, seguramente durante las próximas décadas avances en nanotecnología nos traerán muchas aplicaciones que nadie ha predicho aún que cambiarán nuestras vidas.
Este artículo lo escribí originalmente para El Ciberpaís.