Hace ya seis meses que estoy trabajando para Technorati Japan, una empresa controlada en Japón por el grupo Digital Garage. Digital Garage es un holding de empresas japonés con algo más de 1000 empleados y yo soy el único extranjero.
En Marzo, el presidente me invitó a pasar un fin de semana en su onsen privado, algo muy raro porque entre el presidente y mi puesto de ingeniero prigaillo hay 6 niveles de jerarquía. Pero se parece ser que uno de los comentarios que se hicieron en este blog tenía algo de razón diciendo que me había convertido en una especie de guerrero favorito del presidente (el jefe samurai). Resulta que durante los meses siguientes el presi me lleva casi todas las semanas de cena.
El primer día, salimos por la puerta de la empresa, y allí estaba el chófer abriéndome la puerta de un cochazo. El presi me presenta al chófer y comenzamos a charlar; veo que tienen mucha confianza entre ellos, me intentan introducir en la conversación y sentirme bien. Llegamos a la puerta de un restaurante de sushi que tiene pinta de ser carísimo, entramos y viene el cocinero en persona a recibirnos. Comí uno de los mejores sushis de mi vida, el presi me contó sus pesares, sus dudas, sus cosillas con la família, sus problemas con las veintipico empresas que está dirigiendo…. Vamos, que se puso en modo Honne.
El siguiente día, también tuvimos charla con el chófer pero cambiamos de restaurante. Fuimos a uno que es propiedad del presi. Es un restaurante muy pequeñito, con una barra muy ancha donde se puede ver al cocinero trabajando justo delante de tí. El presi me presenta al cocinero, me cuenta como se conocieron y como montaron el restaurante juntos etc. El cocinero empieza a sacar pescados, nos va explicando y nos da a escoger, mientras va preparando la comida vamos charlando, nos cuenta sus aventuras como cocinero en Francia, sus amores, su vida últimamente. Yo cuento también mis batallitas hispánicas, me preguntan por las chicas españolas, por la siesta, por el fútbol, por los toros… Fue la cena más deliciosa que he comido en mi vida.
Otro día fuimos al mismo restaurante con el hijo del presidente de Acer y me tocó sentarme a su lado porque soy el único que hablo inglés. Tuve que hacer de relaciones públicas, de traductor, entretener al tipo de Acer para que mi presi quedara bien y hacer negocios. Después de la cena, enviamos al de Acer con un taxi al hotel y nos quedamos comentando las jugadas el presi, un «manager» y yo.
La siguente vez fuimos a celebrar el lanzamiento del libro de Ryu Murakami y Joichi Ito. Nos juntamos el presidente de la empresa editorial que tenemos dentro de Digital Garage, el presidente de nuestra empresa X, el presi de todos todos del que he estado hablando hasta ahora y yo 🙂 Volvimos al sitio del sushi, el presi de Digital Garage X se me sentó a mi al lado, activó el modo Honne y a continuación me contó su vida entera. Fue boxeador en la Universidad de Tokyo, trabajó de arqueólogo en Egipto, ahora es presidente pero…. su gran problema es que quiere tener un segundo hijo y su mujer no está por la labor. Así que tuve que darle mis consejos al respecto jeje. Otra demostración de lo importante que es el contexto en Japón, fuera de la empresa todo está permitido, pero dentro hay que seguir las NORMAS. Este mismo presidente que me estuvo contando sus problemas con su mujer al día siguiente en la empresa al cruzarme con él ni si quiera me dirigió la mirada, simplemente un leve reverencia.
Otro día hicimos una reunión «muy importante», unas 10 personas para tomar decisiones sobre las estrategias tecnológicas a tomar en los siguientes meses. Estuvimos unas tres horas de reunión
en las que se habló mucho pero no se decidió nada. Después en la cena, cuando todos se habían tomado un par de cervezas es cuando se decidieron las cosas. En este caso tenemos un ejemplo de que las empresas japonesas se mueven fuera de la oficina donde todo son normas a seguir. Fuera de la oficina, en un ambiente más distendido les es más fácil decidir las cosas.
Total, que después de muchas cenas, he conocido un montón de gente, me he hecho colega del cocinero que estuvo viviendo en Francia y vamos a jugar a tenis juntos, el chófer también es colega etc. Es decir, he pasado a formar parte del «clan samurai», de la «estructura empresarial» más allá de las oficinas, estoy pasando del soto al uchi.
Las empresas japonesas son grandes famílias-clanes, con unos rangos y una estructura que viene heredada de los tiempos de los samuráis, unas normas, una forma de dirigirte a tus superiores, un protocolo estricto etc. Pero al mismo tiempo todos se protegen entre ellos, como si te una família se tratara, dentro de la oficina te ayudan con las cosas de la empresa y fuera de la empresa con tus problemas personales. Esta es una de las razones por las que los japoneses trabajan tanto, porque en la oficina se sienten como en casa, o incluso mejor que en casa.
Por cierto, el presi me ha pagado todas las cenas hasta ahora pero no me ha subido el sueldo 🙂