Me hacen mucha gracia libros con títulos del estilo “Aprende a programar en 21 días”, “Aprende inglés sin esfuerzo en dos meses” o “Toca la guitarra como un maestro en 10 días”. Cuando era un adolescente a veces incluso me lo tragaba pero hoy en día ya me he dado cuenta de que aprender cualquier cosa seria bien, aprender algo a conciencia, requiere muchísimo tiempo. Este artículo que leí hace unos años me hizo cambiar mi visión totalmente, desde entonces me planteo aprender cosas a 10 años vista.
Nota: en todo este artículo cuando hablo de aprender, me refiero a aprender hasta niveles altísimos rozando la maestría.
Por muy bien que se te de algo, por muy inteligente que seas, por mucho talento que tengas, sin esfuerzo, sin tesón continuado durante muchos años no creo que nadie llegue a muy lejos.
He estado leyendo varios artículos científicos y libros que dicen que se necesitan aproximadamente unas 10.000 horas de estudio y trabajo para dominar una materia. En concreto dicen que hay que repetir “tareas relacionadas” de “temáticas similares” un millón de veces para que el cerebro humano se reconfigure hasta un nivel de maestría en esa materia.
10.000 horas son más o menos 10 años seguidos dedicando una media de tres horas al día a la materia es cuestión. Si esas 10.000 horas se dedican antes de los 20 años parece ser que el efecto es mucho mayor. Estos artículos estudian varios casos de adolescentes “prodigio” que tocan el piano o el violín a niveles de genio. Resulta que todos estos adolescentes “prodigio” realmente no son tan “prodigio”. El resultado es fruto del sacrificio y concentración infinita de estos jóvenes, que desde los 4 o 5 años se han pasado la vida en casa tocando un instrumento musical. Cuando veo a alguien “prodigio” enseguida me empiezo a preguntar lo mucho que le ha costado y admiro su capacidad de sacrificio por lo que le gusta. En esta biografía de Mozart calculan que antes de empezar a destacar, ¡Mozart tocó el clavicordio unas 20.000 horas antes de cumplir los 10 años! Seguramente fue la primera persona de la historia que tocó tanto el clavicordio antes de los 10 años.
Yo lo de tocar el piano me lo dejé más o menos a las 5.000 horas (Unos siete años), así que realmente nunca aprendí. El inglés siento que ya más o menos lo domino y puedo decir que sé inglés, llevo desde los 8 años estudiándolo y practicándolo. Con el Japonés tan sólo llevo 5 años, así que considero que todavía me faltan al menos otros 5 para realmente dominarlo a nivel nativo. Todavía no puedo decir con comodidad que sé Japonés. En el mundo de los ordenadores también llevo la tira de años, pero es un mundo tan vasto que tan solo me atrevería a decir que sé “programar en general” y que estoy en el proceso de especializarme en ciertos lenguajes de programación específicos para los que todavía me faltan muchos años de aprendizaje.
Henri Cartier-Bresson, uno de los primeros grandes fotógrafos de la historia daba el siguiente consejo a aquellos que querían aprender a sacar fotos “Tus primeras 10.000 fotos son las peores”. Con la llegada de la fotografía digital 10.000 fotos no parecen muchas, pero en la época de Henri Cartier-Bresson por cada foto los fotógrafos se pasaban más o menos una hora en el cuarto oscuro. Una hora por foto, 10.000 fotos… ¡10.000 horas!
Con mi nueva afición a la fotografía apenas llevo dos o tres años, de aquí seis o siete años me empezaré a preocupar si mis fotos no son realmente buenas. Llevo algo más de cinco años bloqueando, así que estoy a medio camino de ser un “maestro” en esto del blogueo ;). A veces siento que realmente no sé nada.
Otro ejemplo es el consejo que daba Hemingway para aquellos que querían aprender a escribir, el decía: “It takes 1.000.000 words of crap” (“Hacen falta 1.000.000 de palabras de porquería”). Si hacéis cálculos a ojo de buen cubero, veréis que haciendo un esfuerzo bastante grande de escribir todos los días varios centenares de palabras, hacen falta muchos años para haber escrito ese primer millón de palabras de porquería al que se refería Hemingway.
Tampoco digo que hagan falta 10.000 horas exactas, lo que quiero decir es que cuando ves a algún aspecto de alguien que admiras, alguien que ha llegado muy lejos en algo, no tienes que pensar que es un “prodigio”, no tienes pensar que tuvo suerte, no tienes que pensar que es mucho más talentoso e inteligente que tú, lo primero que tienes que admirar es su capacidad de esfuerzo y sacrificio. Y si alguna vez quieres conseguir lo mismo que esa persona admirada debes esforzarte al máximo, no sólo durante un corto periodo de tiempo sino durante años y años, sin parar, sin parar, hasta conseguir tu propósito. No tengamos prisas en aprender, con la calma, pero SIN PAUSA.
Lo mismo con cualquier profesión, con cualquier deporte, con la educación en general. Se requiere tiempo y dedicación, no se aprende a interpretar una radiografía en dos días, no se aprende a interpretar la gráfica del IBEX o el Dow Jones simplemente leyendo la sección de economía cinco minutos al día durante varios años; hay mil factores interconectados para poder sacar conclusiones como un experto. En cuanto al deporte seguramente casi todos los humanos sanos podamos correr una maratón en menos de tres horas pero hacerlo requiere esfuerzo y dedicación.
Todo aquello que he aprendido deprisa y corriendo, luego realmente siento que no lo he aprehendido y lo olvido con facilidad. Siento que necesito ayuda de otros que saben mucho más que yo del tema. Por ejemplo, mis habilidades a la hora de diseñar algo para la web son patéticas, he dedicado algo de tiempo a intentar aprender, pero nunca he hecho realmente el ESFUERZO CONTINUO necesario para aprender a diseñar, quizás sea porque es algo que realmente no me motiva.
Creo que la experiencia es MUY valiosa hasta los 10 o 15 años, pero a partir de ahí comienza a no ser tan importante, a partir de ahí es perfeccionamiento. La diferencia en destreza entre alguien que lleva 3 años tocando el piano y alguien que lleva 6 años tocando el piano es mucho mayor que la diferencia de alguien que lleva 20 años tocando el piano y alguien que lleva 30 años tocando el piano.
Creo que a partir de los 10-15 años, la “experiencia en una materia en concreto” deja de contar bastante. Lo que sí que quizás siga marcando la diferencia sea la “experiencia en la vida”, aunque no estoy muy seguro porque quizás me falten unos cuantos años para empezar a apreciarlo.
Para mí, casi todos podemos conseguir casi todo lo que nos propongamos, es cuestión de empeñarse en algo, en ponerse las pilas y en centrarse, en nunca dejar de aprender y aprender. ¿Qué estáis aprendiendo últimamente (Con el sentido de este artículo de aprender hasta llegar a ser realmente bueno)?
Si todavía no os habéis cansado de leerme podéis seguir leyendo sobre el tema en mi post de la perseverancia.