Al ver la situación algo más estable, el domingo volvimos de Fukuoka a Tokio. Esta semana estamos todos con trabajo extra, en Twitter y Digital Garage estamos trabajando codo con codo con el gobierno japonés para ayudar a facilitar las comunicaciones en las zonas más afectadas además de poner en marcha plataformas de donaciones en japonés e inglés.
La vida en la zona de Tokio ha sido trastocada, se ven pocas sonrisas y aunque se respira calma, en general las caras son de preocupación. Empezamos la semana con unos días de lluvia y algo de nieve que hicieron subir ligeramente los niveles de radioactividad en Saitama, Chiba y Tokio, pero nunca sobrepasando los niveles que se encuentran de forma natural en Austria (Por ejemplo):
Lluvia que hizo subir ligeramente los niveles de radioadioactivad en Tokio alarmando a algunos.
Esta gráfica muestra los niveles de radiación en Tokio desde el día 15, fijaos como subieron ligeramente esta semana por la lluvia. Fuente
Pero no hay de qué preocuparse, las noticias desde la central de Fukushima empiezan a ser buenas. Consiguen refrigerar los reactores con agua y el suministro de electricidad en los reactores afectados se recupera. Recuperar el suministro de electricidad era crucial para realmente poder decir que la situación estaba controlada.
Mientras en el norte, centenares de miles de japoneses siguen viviendo en refugio en las ciudades de alrededor nos centramos en volver a la «normalidad» afrontando algunas pequeñas incomodidades. En los supermercados tenemos algunas estanterías vacías, es difícil encontrar agua, leche y papel higiénico entre otros:
También hay algunas estanterías de verdura vacías, y otras llenísimas porque el origen de la verdura es de provincias cercanas a Fukushima donde se han encontrado espinacas y otras hortalizas altamente contaminadas. La gente prefiere no comprar productos de estas provincias aunque el gobierno está haciendo inspecciones de todos los productos que salen de ellas.
Sólo quedan brotes de soja de Tochigi (Provincia cercana a la central de Fukushima), el resto se han agotado.
Las calles están oscuras y tristonas, Tokio suele estar iluminado a todas horas y es famoso por sus calles llenas de neones que ahora están apagados para ahorrar energía.
Calles oscuras. ciudad que nunca duerme.
Terremotos de magnitudes entre M4 y M7 nos siguen despertando por las noches y siguen haciendo que los servicios de trenes y metro se retrasen afectando a millones de trabajadores que no llegan a la hora a trabajar o a reuniones importantes. Llevamos dos semanas de decenas de terremotos a diario, sobre todo en la zona de Tohoku, en Tokio y alrededores notamos entre tres y cuatro al día.
Pero, con diferencia, lo que más está afectando a la vida diaria de millones en las ciudades, es la falta de energía. Según el gobierno tendremos que estar ahorrando energía y tendremos apagones (Programados y anunciados de antemano) hasta finales de año. Incluso el Emperador de Japón está viviendo con el aire acondicionado apagado para ahorrar el máximo posible.
En casa intento usar lo mínimo posible, en el trabajo vestimos un jersey extra y trabajamos con las luces y ascensores apagados. Incluso el gimnasio al que solíamos ir a cambiado los horarios para ahorrar energía, hasta mayo cerrará a las seis de la tarde en vez de a las diez de la noche como lo hacía normalmente:
Gimnasio cerrado para ahorrar energía.
Después de unos días de cierta tranquilidad, buenas noticias sobre la central de Fukushima y las tareas de rescate, el gobierno nos informa que se ha encontrado agua con niveles isótopos radioactivos de yodo más altos de lo normal en el agua de Tokio. Los niveles no son peligrosos para la salud pero aconsejan que los niños y mujeres embarazadas no beban agua del grifo. En apenas unas horas, las pocas botellas de agua mineral que quedaban en algunos supermercados desaparecen. Hay gente que incluso compra decenas de botellas en restaurantes:
Un cliente compra botellas de agua en una hamburguesería cerca de Shibuya.
Estos son solo algunos ejemplos de incomodidades que estamos afrontando en las zonas menos afectadas, quizás insignificantes para algunos, con los que me he encontrado yo pero que en conjunto seguramente afecte a nuestra vida diaria durante los próximos meses. Mientras, de las zonas arrasadas por el tsunami nos siguen llegando fotos como estas:
AFP PHOTO / YOMIURI SHIMBUN
AFP PHOTO / YOMIURI SHIMBUN
AFP PHOTO / YOMIURI SHIMBUN
Gente pidiendo donaciones en Fukuoka. Todo podemos donar desde google por ejemplo.
Sigo contando mis impresiones cada momento en mi twitter y facebook
Crónicas del terremoto: