Tal día como hoy hace diez años aterricé en Japón por primera vez. Dos de las preguntas que más me han hecho desde entonces son:
“¿Porqué viniste a Japón?” y “¿Vas a estar en Japón para siempre?”.
La primera me la suelen hacer japoneses/as, tienen curiosidad por saber qué tiene de especial Japón para que una persona venga desde tan lejos a vivir aquí. La segunda me la suelen hacer españoles/as y extranjeros que están de paso por Japón y tienen curiosidad por saber qué es lo que me mantiene atado a este lugar.
Registro de mi llegada a Japón en septiembre del 2004
Me cuesta mucho responder ambas preguntas. A la primera respondo diciendo que desde niño siempre me atrajo la idea de visitar Japón, siempre quise conocer la cuna del manga y de la tecnología que invadía nuestras casas en los años 80-90. Pero realmente no fue una decisión consciente, simplemente me concedieron una beca y terminé aquí en Tokio. Si me hubieran dado una beca en Estados Unidos en vez de en Japón quizás estaría ahora escribiendo algo muy parecido pero con título “10 años en Estados Unidos”.
¿Sería mi vida muy diferente habiendo vivido estos 10 años en otro lugar? No lo creo, el lugar es un factor, pero no es lo más importante, hay otros factores que determinan mucho más quiénes somos y cómo somos. Lo que me quedo de estos 10 años no es lo especial que es esta ciudad llamada Tokio, son las personas que tengo a mi alrededor, las experiencias que he tenido con ellas y lo que he aprendido y creado con ellas.
Otros dicen que lo más importante es “estar en el lugar adecuado en el momento adecuado”, estoy de acuerdo, pero esto solo lo dicen aquellos que tuvieron la suerte de acertar o aquellos que se pasan la vida en una búsqueda continua por conseguir “tener éxito”. Tokio era el lugar adecuado para un ingeniero/extranjero en los años 80 pero ahora hay lugares mejores si lo que quieres es maximizar las probabilidades de “tener éxito”.
De los japoneses/as aprendí a ser más respetuoso y educado, a esforzarme más y tener paciencia, a ser extremadamente puntual, a prestar más atención a los detalles, a saber entender mejor una situación social sin comunicación verbal, a ser perseverante, a apreciar mejor obras de arte aparentemente “sencillas”, a disfrutar de la comida y sus sabores, a dar prioridad a la armonía de un grupo de personas antes que crear un conflicto, a ver el paso del tiempo como algo transitorio recordándome en cada momento lo importante que es el “ahora”.
La segunda pregunta “¿Vas a estar en Japón para siempre?” me cuesta incluso más de responder. Suelo responder con otras preguntas “¿Para ti, qué significa “siempre”?” o “¿Yo no se si estaré aquí para siempre, tu piensas estar en Madrid/Barcelona/Buenos Aires para siempre?”. No creo que esté en Japón para siempre, de hecho, dudo que escriba “20 años en Japón”. Quizás me equivoque y siga aquí en el 2024 😉 Pero me cuesta mucho planificar mi vida más allá de seis meses en el futuro así que mejor no me preocupo.
Lo único que se con seguridad es que voy a seguir mi pasión por aprender y descubrir, si me lleva a otro lugar bien, sino seguiré aquí en mi querida Tokio. Otra cosa que seguiré haciendo de aquí 10 años será seguir escribiendo en este blog. He conocido muchísima gente interesante y más de la mitad de mis amigos aquí en Tokio llegaron a mi vida de forma directa o indirecta a través de este pequeño lugar en Internet.
¡Gracias por acompañarme en esta aventura desde donde sea que estéis!
Foto de hace diez años vistiendo una camiseta japonesa en un «Higgs Field» en el CERN en Suiza.
Foto de hace unos días en un «Rice Field» vistiendo una camiseta del CERN con un dibujo de una simulación del descubrimiento del «Higgs Field».