10 ideas originales para pasar el día en Tokio

En guías de viaje, en mi libro (Que ahora tenéis disponible en Amazon.es) y en esta sección de mi blog encontraréis montones de lugares «imprescidibles» si visitáis Tokio con poco tiempo. Si tenéis tiempo de sobra y os apetece hacer algo más alternativo, algo menos «turístico», a continuación va un listado de 10 ideas para pasar un rato entretenido en la capital de Japón:

  • 1.- Dar una vuelta corriendo al Palacio Imperial. El Palacio Imperial sí que sale en las guías de viaje y te imaginas que va a ser impresionante, ¡Allí vive el Emperador de Japón, tiene que ser precioso! Llega el día en que te acercas a verlo y te llevas la gran decepción, no hay nada que ver allí. Ves a los turistas que se acumulan en un puente medio bonito a hacerse la típica foto para el álbum de viaje y ves a los habitantes de Tokio corriendo alrededor del Palacio.

    No recuerdo la primera vez que fui a correr alrededor del Palacio del Emperador, tampoco recuerdo la última, pero sí que recuerdo haberlo pasado bien siempre. Una de las veces que fuimos el año pasado Xavi, Pablo, Sara y yo, nos paramos un momento y nos hicimos esta foto «supertramps style» delante del famoso puente:

    Supertramps picture by Xavi

    Creo que el recorrido completo son unos 4,7 kilómetros. Si os animáis a dar la vuelta al Palacio recordad correr en el sentido contrario a las agujas del reloj.

    Saturday morning run at Tokyo Imperial Palace - SPORT TIME
    Ikusuki desafiando a los guardas del Palacio.

    Saturday morning run at Tokyo Imperial Palace - SPORT TIME

  • 2.- Jimobocho: es un barrio que no llama la atención, que no sale en las guías de viaje, que está allá medio perdido en una zona aparentemente aburrida cerca de la estación de Tokio. Parece que está cerca de todo y a la vez lejos, quizás por eso tardé tanto en pasarme por allí a ver a perderme en el interior de decenas de tiendas de libros de segunda mano. Si amáis los libros, si os gusta la sensación de caminar entre estanterías de libros (incluso cuando están escritos en un idioma que no podéis leer), os encantarán las librerías de Jimbocho.

    Jimobocho

    Leer más sobre Jimobocho.

  • 3.- Shinjuku Gyoen. Shinjuku Gyoen es el parque «segundón» después del número uno por excelencia que es Yoyogi. El parque de Yoyogi es divertido y espontáneo, te enamora desde el principio. En cambio Shinjuku Gyoen te enamora poco a poco. Es un parque mucho más tranquilo que Yoyogi (Excepto cuando hay hanami), también es mucho más bonito y está muy bien cuidado. Pasear por Shinjuku Gyoen te relajará y te hará olvidar que estás en una urbe con decenas de millones de personas.

    Jimobocho

    Leer más sobre Shinjuku Gyoen.

  • 4.- Mori Art Museum. Lo que más me gusta de este museo es que son muy originales a la hora de montar exposiciones. Está en la Mori Tower en Roppongi Hills donde podéis disfrutar de las vistas panorámicas a la ciudad durante la visita al museo. Una de las exposiciones que más me gustaron fue Sensing Nature del verano del año pasado (ver fotos), ahora tienen una exposición «Metabolism, The city of the future» que tiene muy buena pinta. Consultad la web oficial del museo para ver si tienen algo que os interesa antes ir, las exposiciones suelen ser trimestrales.

    Mori Art Museum

    Mori Art Museum

    Mori Art Museum

  • 5.- Jardines del norte de Meiji Jingu. Meiji Jingu es uno de los lugares más turísticos de Tokio. Lo que pocos saben es que el recinto del templo es mucho más grande de lo que parece y lo más bonito se esconde «detrás del templo» donde hay una especie de parque con un lago. Me encanta pasear por esa parte escondida del templo donde a veces puedes caminar durante un buen rato sin encontrarte con nadie y conseguir fotos como esta que parece mentira que fueron tomadas en el centro de Tokio.

    Snowy Tokyo

    Seguir leyendo en: Meiji Jingu iluminado y Bodas en Meiji Jingu.

  • 6.- Avenida de lo ginkgos. No conocí esta preciosa calle hasta finales del 2008. Mi primer encuentro con ella fue perfecto, fue un encuentro de color amarillo, los ginkgos estaban esplendorosos. El mejor momento para pasearse por esta avenida es a finales de noviembre y principios de diciembre, aquí tenéis los detalles para preparar la visita.

    Icho Namiki 銀杏並木

  • 7.- Restaurantes y bares por Shimokitazawa. Otro de esos barrios que pasan desapercibidos a los turistas pero que es uno de los lugares más interesantes de Tokio para perderse una tarde viendo tiendecitas cucas de cosas de segunda mano o simplemente quedarse mirando a la gente pasar. El barrio también es conocido por los tokiotas por sus buenos restaurantes, sus bares y sus «Jazz Clubs» . Perdeos por sus callejuelas y entrad en el bar, restaurante o jazz club que más os llame la atención.

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    Seguir leyendo: pintadas en Shimokitazawa, Photowalk en Shimokitazawa y Paseando hacia Shimokitazawa.

  • 8.- Golden Gai. Es una de las zonas más curiosas de Shinjuku. Son cuatro callejones llenos de bares diminutos, cada cual más raro. Hay un bar donde puedes escuchar flamenco, hay bares regentados por cantantes japoneses retirados y los que más me gustan son los que tienen las paredes llenas de fotos de algún fotógrafo japonés. Con mucha suerte dicen que te puedes encontrar con Daido Moriyama paseándose por los callejones de Golden Gai, dicen que suele estar por allí.

    Golden Gai night

    Golden Gai night

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    Ghost

    No plan

    No Plan

    Invocando

  • 9.- Tokyo Art Beat . Si estoy falto de ideas y necesito hacer algo refrescante acudo a Tokyo Art Beat, una web excelente. Tienen un listado de casi todos los eventos «artísticos» de Tokio con horarios detallados y mapas para llegar al lugar.

    アートフェア東京 ART FAIR TOKYO

    アートフェア東京 ART FAIR TOKYO

  • 10.- Sacando fotos por Shibuya. Shibuya tiene algo que inspira a mi cámara, algunas de las mejores fotos de mi libro Momentos las conseguí paseando por este barrio. No os dejéis guiar por las calles principales, perdeos por sus callejones, no tengáis miedo, perderse «de verdad» en Tokio es casi imposible. Si vais a sacar fotos de noche por el barrio, una de las cosas que más me gusta es jugar con la luz de los neones.

    Only boring rain, no snow

    梅雨

    Rainy and hot

    Yellow

    ,

    Shibuya HDR
    Fotazo HDR de esas que duelen a los ojos

    Seguir leyendo: categoría Shibuya.

Arashiyama Sagano

Son muchas las veces que estuve en Kioto paseándome por sus avenidas, callejones y templos, pero por alguna extraña razón hasta hace dos semanas nunca había visitado la zona de Arashiyama y Sagano. Fue un paseo espléndido, incluso bajo de la lluvia del tifón que se paseaba por los cielos de Japón ese día.

Cruzamos un bosque de bambú escuchando al viento abrirse paso entre miles de cañas de varias decenas de metros, tomamos el té en la casa del que fue un gran actor de cine japonés a principios del siglo pasado, nos perdimos por escaleras de templos que cada vez se encaramaban más en las ladera de la montaña, nos refugiamos en una tienda de souvenirs cuando empezó a llover con fuerza y cruzamos el templo de Tenryu-ji donde lo más bello son el jardín y el estanque que se esconden tras el honden (Edificio principal).

Arashiyama Sagano

Arashiyama Sagano

Arashiyama Sagano

Arashiyama Sagano

Arashiyama Sagano

Arashiyama Sagano

Arashiyama Sagano

Arashiyama Sagano

Arashiyama Sagano

Bamboo forest

Subiendo escaleras

Arashiyama Sagano
Matcha y un dulce para recuperar fuerzas a mitad del día.

La mejor forma de llegar a la zona es con la línea Sagano de JR desde la estación de Kioto hasta la estación Saga Arashiyama, se llega en 15 minutos.

Meoto Iwa – 夫婦岩

Hace miles años…

Después de crear la primera isla de Japón con la lanza Amenonuboko, Izanagi e Izanami descendieron a ella desde el cielo y construyeron una columna que llamaron Amenomihashira («El pilar del cielo»). Caminaron alrededor de la columna en direcciones opuestas y cuando sus miradas se encontraron la Diosa Izanami le dijo a Izanagi: «¡Eres tan hermoso, amable y joven!», a lo que Izanagi respondió: «Oh, tu eres la más hermosa y joven». Sin mediar más palabras hicieron el amor junto a la columna Amenomihashira por primera vez y poco después nació Hiroku, su primer hijo. Nació deforme y decidieron deshacerse de él poniéndolo a bordo de una canoa y dejar que se lo llevara la corriente del mar. Hiroku no murió, su fortaleza le hizo sobrevivir y con el tiempo fue conocido como Ebisu, el Dios de la suerte y los pescadores.

Disgustados, Izanagi e Izanami regresaron al cielo a consultar con los dioses qué era lo que habían hecho mal. Sus superiores les dijeron: «Os equivocásteis, ¡en la ceremonia de enlace el hombre es el que tiene que hablar primero!».

Volvieron a realizar la ceremonia de matrimonio caminando alrededor de la columna Amenomihashira en direcciones opuestas hasta encontrarse, pero esta vez fue el Dios Izanagi el que habló primero. Se casaron según las normas de los dioses, hicieron el amor incontables veces y tuvieron muchos hijos legítimos que se encargarían de seguir con la tarea de creación de Japón.

Hace 2020 años…

Yamatohime, hija del emperador de Japón, llevaba años en busca del emplazamiento perfecto para construir un templo dedicado a la Diosa Amaterasu, una de las hijas que Izanagi e Izanami engendraron junto a la columna Amenomihashira.

Unos días antes de que Amaterasu le hablara al pasearse por la ribera del río Isuzu, Yamatohime anduvo por las playas de la actual prefectura de Mie. Al horizonte divisó dos rocas que surgían del mar como si fueran los hombros de un Dios. Cuenta la leyenda que la belleza de ese par de rocas la dejó tan embelesada que al partir de camino a seguir buscando el hogar de Amaterasu se volteó dos veces para apreciar su belleza por última vez.

Aquellas dos rocas cuya hermosura la sedujeron no eran los hombros de un Dios, eran Izanagi e Izanami.

Hace unos 1500 años

La leyenda de la belleza que cautivó a Yamatohime al ver las dos rocas se mantuvo en la tradición oral. No se sabe exactamente cuando fue, pero años más tarde los monjes del templo de Ise decidieron que había que enlazar, unir, casar a las rocas Izanagi e Izanami utilizando una cuerda shimenawa.

En musubi (縁結び) es una de las muchas palabras del idioma japonés que significa «contraer matrimonio». El primer caracter 縁 significa «cuerda» y 結び significa «atar o enlazar». Es curioso que en nuestro idioma también podemos decir «enlace matrimonial» y en inglés «marriage tie».

Los monjes de Ise confeccionaron una cuerda enorme utilizando paja de arroz y enlazaron con ella las dos rocas. En la cima de la roca más grande, que representa a Izanagi pusieron una pequeña puerta torii de madera. Desde entonces, Izanagi e Izanami, que se casaron por primera vez dando una vuelta a la columna Amenomihashira y haciendo el amor, quedaron enlazados para siempre. El conjunto de las dos rocas unidas por la cuerda shimenawa pasó a ser conocido como Meoto Iwa (夫婦岩), donde 夫 significa «marido», 婦 significa «mujer», y 岩 significa «roca».

Meoto Iwa es visitado por miles de turistas cada año y dicen que trae buena fortuna en asuntos amorosos.

17 de Julio de 2011

Nos despertó la luz del alba que transpasaba con candidez los paneles shoji que cubrían las ventanas de nuestra habitación. Salimos de nuestro ryokan, el edificio más viejo de la calle, el cual parecía salido de una película de Akira Kurosawa y caminamos hasta la vera del templo de Ise donde nos montamos en nuestras bicicletas que nos acompañarían durante el resto del día. No íbamos al encuentro de Chanquete, nuestro destino era Meoto Iwa.

Pedaleamos rumbo al mar, alejándonos del templo de Amaterasu, acercándonos a las rocas de sus padres Izanagi e Izanami. Atravesamos la ciudad de Ise, cruzamos varios ríos y nos bañamos en el verde de los arrozales de sus alrededores. El Sol caía con fuerza, pero el olor a mar, cada vez más intenso, nos daba energía para seguir pedaleando. Una hora después, el añil del cielo se unió en el horizonte al azul del mar.

Mirando hacia el sur divisamos la primera puerta torii del templo de Meoto Iwa. Las bicis nos llevaron por la orilla del mar hasta cerca de la puerta, allí nos bajamos y entramos a pie en territorio sagrado. Pasear entre el mar y los acantilados despertó reminiscencias de mis paseos por el borde del Peñón de Ifach junto a mis padres. También nos hizo recordar Miyajima, otro lugar precioso de Japón en el que el mar y la tierra firme se funden en un templo.

El iPhone con Hipstamatic fue el primero en capturar a Izanagi e Izanami, al marido y la mujer, a Meoto Iwa 夫婦岩:

Meoto Iwa なう

Y después fue la Hasselblad, que sacó unos azules preciosos:

Meoto Iwa

Meoto Iwa

Hacía tiempo que no me hacia una foto en plan turista. Sara se encargó de tomar está instantánea en la que parece que acabo de salir del DeLorean de Doc y McFly:

Meoto Iwa

Y en la siguiente todo el equipo de exploradores de rincones preciosos de Japón:

Meoto Iwa

Meoto Iwa

La fuerza de la Luna haciendo que la marea suba y baje, las nubes, la intensidad de la luz del Sol, la hora del día, la fuerza del viento y las olas, el día del año, el ángulo desde donde mires… son factores que influyen en cómo verás las rocas de Meoto Iwa cuando las visites. Dicen que uno de los mejores momentos para ver Meoto Iwa en su máximo esplendor es al amanecer durante los meses de Mayo, Junio y Julio, en los que se puede ver el Sol naciendo en el horizonte enmarcado entre las dos rocas y la cuerda shimenawa. Con mucha suerte, si hace buen tiempo, también se puede ver la silueta del Monte Fuji.

Al igual que Yamatohime, nosotros tampoco nos conformamos con ver Meoto Iwa una vez. Después de nadar por el mar y comer un filetón de ternera volvimos a ver las dos rocas otra vez.

Meoto Iwa - Hipstamatic version

Meoto Iwa - iPhone version

Meoto Iwa - Nikon version

Meoto Iwa - Hasselblad version

Al volver a nuestro ryokan al final del día me entraron ganas de volver a ver Kikuhiro no Natsu, la imagen de las rocas alzándose sobre el mar se entremezcló en mis pensamientos con las piedras que surgen de la grava del jardín seco de Ryoanji y me pregunté si las dos rocas (Izanagi e Izanami) siguen hablando por las noches cuando nadie les observa recordando los tiempos en los que tuvieron que encargarse de crear Japón.

Septiembre de 2011

La cuerda que enlaza las dos rocas de Meoto Iwa se cambia tres veces al año: en Mayo, en Septiembre y en Diciembre. El próximo cambio toca en septiembre de este año. La cuerda no cayó del cielo, son estos hombres luciendo culo y pantorrilas los que se encargan de cambiar la cuerda:

«El tiempo es muy lento para los que esperan, muy rápido para los que temen, muy largo para los que sufren, muy corto para los que gozan; pero para quienes aman, el tiempo es eternidad». – William Shakespeare

Los Dioses que crearon Japón y el templo de Ise

Hace miles de años…

El universo estaba formado por silencio, oscuridad y una gran masa de material informe. Las partículas contenidas en esa gran masa se empezaron a mover y a chocar entre ellas creando los primeros sonidos que nadie escuchaba. El movimiento de la materia dio lugar a las nubes y el cielo donde aparecieron de forma espontánea los primeros tres dioses de la mitología japonesa. Debajo del cielo quedó una gran esfera formada por partículas todavía sin ordenar que los dioses decidieron llamar «La Tierra». Pasaron varios miles de años y varias generaciones de dioses hasta que nacieron la Diosa Izanami y el Dios Izanagi, los creadores de Japón.

Izanami e Izanagi recibieron la orden de poner orden en La Tierra. Aceptaron la responsabilidad y obtuvieron una lanza sagrada llamada Amanobuko (天沼矛, lanza del cielo y el mar) que les ayudaría a cumplir su misión. Viajaron juntos por el cielo hasta llegar a un puente flotante cercano a la Tierra. Se asomaron y removieron el agua del mar con la punta de la lanza Amanobuko, al sacar la lanza del agua las gotas de agua salada que quedaron en la punta se condensaron creando la primera isla de Japón: Awajishima (淡路島). Utilizando la misma lanza siguieron con su trabajo de creación dando lugar a Honshu, Shikoku y Kyushu y el resto de las islas de Japón. También crearon bosques, montañas y ríos. Izanami e Izanagi construyeron su casa en Awajishima y se casaron. Para concluir el encargo que les habían encomendado tuvieron muchos hijos que deberían de seguir con la creación y cuidado de Japón: el Dios del Viento, la Diosa de la Luna, la Diosa del Mar, el Dios de los bosques, el Dios de las Montañas y Amaterasu, la Diosa del Sol y considerada como la «madre» de Japón.

Ise
Izanagi e Izanami creando la primera isla de Japón usando la lanza Amanobuko.

Hace 2722 años

Nació Jimmu, el primer Emperador de Japón y bisnieto de la Diosa del Sol Amaterasu. Fue el primer ser humano con sangre de los Dioses. Akihito, el actual Emperador de Japón es descendiente directo de Jinmu.

Hace 2025 años

El décimo primer Emperador de Japón confió a su hija Yamatohime la misión de encontrar un lugar permanente para la adoración de Amaterasu, la Diosa del Sol. Cuenta la leyenda que Yamatohime anduvo 20 años viajando por Japón sin encontrar un emplazamiento adecuado hasta que escuchó la voz de la Diosa Amaterasu mientras se paseaba por la ribera de un río que se abría paso por los bosques de Ise. La Diosa Amaterasu le manifestó a Yamatohime su deseo de querer vivir allí para siempre: junto al fluir del agua del río, sintiendo la protección de los árboles y contemplando la inmensidad del mar. Su deseo fue concedido y allí se construyó en su honor el templo sintoísta de Ise, considerado hoy en día como el templo sintoísta más importante de Japón.

Ise
Uno de los planos originales del templo de Ise.

El templo de Ise se reconstruye siguiendo los planos originales y utilizando los mismos materiales (Una variedad de ciprés japonés) cada 20 años. Según el sintoísmo la naturaleza muere y nace sin pausa, la naturaleza es impermanente, esta tradición ayuda a mantener la frescura y la pureza del lugar. El objetivo de la reconstrucción cíclica del templos es conseguir que sea viejo, original y nuevo para siempre.

Hace 70 años

En los Estados Unidos, centenares de científicos del Proyecto Manhattan jugaban a ser Dios intentando controlar a su voluntad las partículas y fuerzas fundamentales que constituyen nuestro universo. La creación final de este grupo de científicos-«dioses» no fueron islas, ríos, lagos, bosques y montañas; fueron Little Boy y Fat Man, dos bombas atómicas.

Dos bombas cuya energía terminó con la vida de centenares de miles de personas, redujo a cenizas dos ciudades y terminó con las ansias imperiales de Japón. De forma indirecta también terminaron con el estatus de Dios del Emperador, supuesto descenciente directo de la Diosa Amaterasu. El Emperador Hirohito renunció a su estatus divino al firmar su declaración de humanidad ante el general estadounidense Douglas MacArthur. Los científicos-«dioses» del proyecto Manhattan y las ambiciones imperialistas de Hirohito y su gobierno terminaron con el linaje de los Dioses japoneses, Hirohito fue el último Dios de Japón. Todos los dioses japoneses, hasta Hirohito se reunen cada octubre en el templo de la Diosa Amaterasu, en el templo de Ise.

16 de Julio del 2011

Pablo, Yuko, Sara, Carlos y yo llegamos en bicicleta hasta la puerta torii que nos invitaba a entrar en los territorios sagrados de la Diosa Amaterasu a través del puente Uji que da paso al templo de Ise. Caminamos por el bosque ante la mirada de los árboles-Dios, nos refrescamos junto al Dios del río, paseamos entre las estructuras artificiales de madera cuyas columnas emergen directamente del suelo cubierto de grava erguiendose ante nosotros y fusionándose con la naturaleza de su entorno. Al final de nuestro camino pudimos atisbar el hogar de Amaterasu cuando el Dios del Viento nos lo permitía acariciando con sus soplidos la sábana blanca que protege el Kōtai Jingū, el lugar más sagrado de Japón.

Fotones que viajaron desde el Sol hasta verse reflejados 8 minutos después por la madera de ciprés de la simple estructura del hogar de la Diosa del Sol alcanzaron los componentes químicos de una película de 120mm cuando mi dedo apretó el obturador de la Hasselblad capturando la «realidad» de ese breve instante que se perderá en el tiempo como lágrimas en la lluvia pero cuya imagen en formada por bits se quedará con nosotros para la eternidad:

伊勢神宮

伊勢神宮

伊勢神宮

21 de Julio de 2011

Al regresar a Tokio, Sara escribió:

«Vuelvo del lugar más sagrado de Japón donde me encontré con varios dioses. El río me regaló el reflejo del sol. La piedra me dijo dónde detenerme. El árbol me enseñó el camino a seguir. El viento me mostró por un segundo, el espacio prohibido para los hombres. Charlé con ellos, los escuché, todo envuelto en el silencio más profundo.»

Octubre del 2011

Como cada año, miles de dioses se reunirán en el templo de Ise para tratar temas de dioses. También acudirá a la reunión Akihito, el actual Emperador de Japón, que aunque ya no es Dios según la mitológia japonesa es descendiente de ellos y tiene que atender al encuentro. Cuando termine el día de asamblea muchos irán al onsen de El Viaje de Chihiro a relajarse disfrutando de un baño en aguas termales.

Año 2013
El templo de Ise será reconstruido según los planos originales siguiendo la tradición que se inició cuando Yamatohime escuchó la voz de Amaterasu paseando por los parajes de Ise hace poco más de dos mil años.

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Albert Einstein, uno de los científicos que jugó a ser Dios en el Proyecto Manhattan dijo una vez:

«Quiero conocer los pensamientos de Dios; el resto son detalles» – Albert Einstein

Cuando paramos a descansar junto al río de Ise recordé el momento en el que Haku, el Dios del río en El Viaje de Chihiro, consigue acordarse de su nombre real:

Haku: Gracias Chihiro. Mi nombre real es Nigihayami Kohaku Nushi.
Chihiro: ¿Nigihayami?
Haku: Nigihayami Kohaku Nushi.
Chihiro: Qué nombre más bonito. Suena a nombre de Dios.
Haku: Yo también recuerdo cuando te caíste en mi cuando eras un niño.

Nokogiriyama – 鋸山

El sábado nos juntamos un grupo de «aventureros» para ir a ver la estatua de Buda más grande de Japón. Partimos en tren a las siete de la mañana desde la estación de Shinagawa de camino a Kurihama.

Nokogiriyama
En el tren de camino a Kurihama.

Nokogiriyama - B&w period

Desde la estación de Kurihama caminamos hasta el el puerto y sobre las 9 y media de la mañana subimos a bordo del barco «Kanaya Maru» que nos llevó al otro lado de la bahía en media hora.

Nokogiriyama
Alejándonos de la costa de Yokohama de camino a la costa de Chiba.

Nokogiriyama

Nokogiriyama

Nokogiriyama

Nokogiriyama

Nokogiriyama - B&w period
Uno de los mástiles del Kanaya Maru.

Nokogiriyama - B&w period
A esas horas de la mañana la bahía estaba llena de barcos.

Nokogiriyama - B&w period
Foto de grupo en una de las salas cubiertas del Kanaya Maru.

Cerca de las 10 de la mañana llegamos al puerto de una aldea llamada Kanaya (金谷: El valle del dinero). El instinto nos llevó a un restaurante chino situado a dos minutos del puerto donde recargamos energías. Con la barriga llena emprendimos rumbo hacía la montaña Nokogiriyama. Caminamos por el arcén de una carretera al borde del mar. Las casas de Kanaya se acumulan en el poco espacio que queda entre el mar y los bosques de Nokogiriyama.

Nokogiriyama - B&w period

Es una zona poco turística y mal señalizada. Pasamos un buen rato paseando intentando encontrar el comienzo del sendero que nos llevaría a la cima.

Nokogiriyama

Nokogiriyama

Nokogiriyama

Nokogiriyama

La subida fue bastante fácil, con los senderos muy bien marcados e incluso escaleras en algunas zonas.

Nokogiriyama - Hasselblad period

Nokogiriyama

山登り、hiking

Atravesamos bosques hasta que nos encontramos frente con unas misteriosas paredes piedra.

Nokogiriyama

Nokogiriyama

Nokogiriyama

Nokogiriyama

Nokogiriyama
Fotaco que nos hizo Ikusuki desde un acantilado. Esos píxeles de abajo, de colores que no hacen conjunto con el paisaje, somos nosotros.

Las paredes medio artificiales y a la vez medio naturales, el bosque de árboles enormes, la lluvia ligera que caía y algunas pruebas de actividad humana nos hicieron recordar la serie LOST.

Nokogiriyama

Nokogiriyama

Nokogiriyama

Nokogiriyama

Resulta que fue una cantera durante la era Edo (Hasta hace unos 150 años), de ahí la forma misteriosa de los acantilados. Intentamos avanzar un poco más pero llegamos a una zona sin salida, estábamos rodeados de paredes de piedra y bosque. Ni siquiera recurriendo a las lianas podíamos avanzar hacia la cima de Nokogoriyama.

Nokogiriyama

Volvimos por el mismo camino hasta la última bifurcación por la que habíamos pasado. Nos adentramos por otro sendero que nos permitió cruzar por una grieta angosta al otro lado de las paredes. Cruzando esa grieta nos encontramos con una imagen de Buda grabada en una de las paredes.

Nokogiriyama

Nokogiriyama

Nokogiriyama

Nokogiriyama - B&w period

Nokogiriyama

Nokogiriyama

Después de reposar unos minutos delante del Buda seguimos hasta la cima, que estaba a tan solo cinco minutos.

Nokogiriyama
Este acantilado se llama Jigoku-nozoki (Mirada al infierno) y está a 380 metros sobre el nivel del mar.

Nokogiriyama

Nokogiriyama - B&w period

Nokogiriyama

Si hace buen día se puede ver el Monte Fuji al horizonte, en nuestro caso estaba nublado. Aun así, nos entretuvimos con las vistas preciosas a la bahía de Tokio y a los bosques que acabábamos de cruzar.

Solo nos faltaba adentrarnos en el templo Nihonji, que está al otro lado de la montaña, donde se encuentra el Buda más grande de Japón. ¡No!, el más grande no es el de Todai-ji, ni el de Kamakura, es este del templo Nihonji dentro de la montaña Nokogiri-yama. Es una representación de Yakushi Nyorai y mide 31 metros de altura, más del doble que el de Todai-ji en Nara.

Nokogiriyama - Hasselblad period
Pudimos disfrutar de la visita sin apenas turistas.

Según el panfleto que nos dieron, fue construida en 1783, después de tres años de trabajo de 28 monjes budistas. La estatua del Buda representa «El universo encerrado dentro de un mundo de la flor de loto» y fue construida como un símbolo de paz y tranquilidad mundial. No se si fue el cansancio o la paz y tranquilidad que nos transmitió el Buda, el caso es que la mayoría del grupo nos echamos una pequeña siesta frente a su mirada.

Nokogiriyama

Nokogiriyama - Hasselblad period

Nokogiriyama - Hasselblad period

Recuperamos fuerzas y de vuelta a casa. Volvimos por otra ruta que nos permitió ver algunas de las 1500 estatuas «Tokai Arhats» (Discípulos de Buda) que hay en recovecos de los acantilados, cada una de las 1500 estatuas tiene una cara única y aunque dan un poco de miedo se supone que representan «el espíritu de la eterna benevolencia». Fueron esculpidas por los mismos 28 monjes que se encargaron de crear la gran estatua del Buda.

Nokogiriyama - Hasselblad period

Nokogiriyama - Hasselblad period

Nokogiriyama - Hasselblad period

Nokogiriyama - Hasselblad period

Un lugar precioso, un día inolvidable. ¡No se como no supimos de este lugar antes estando tan cerca de Tokio! Fue CaDs el que sugirió la visita, se enteró de su existencia a través del uso de la librería parser Nokogiri para Ruby. Tengo la sensación de que no será la última vez que suba a Nokogiriyama.

Viajar a Japón este verano

Sois multitud los que me estáis escribiendo preguntando si es recomendable venir de viaje a Japón este verano o es mejor esperarse después de lo ocurrido el 11 de Marzo.

Mi respuesta en una frase: «No hay ninguna razón por la que preocuparse, todas las zonas de interés turístico han vuelto a la normalidad».

  • Ya funcionan todos los trenes del país. Incluso los de las zonas más afectadas.
  • El aeropuerto de Sendai, que fue arrasado por el tsunami, vuelve a funcionar.
  • Los horarios de museos, templos y otras atracciones turísticas vuelven a ser el mismo que antes de la catástrofe.
  • Excepto algunas carreteras de poca importancia en las zonas más afectadas cerca de la costa en Tohoku, todas las demás infraestructuras ya están en pie y funcionando.
  • La cobertura de móvil vuelve a llegar prácticamente a cualquier lugar de Tohoku.
  • Casi todas las fábricas de algunos alimentos que pararon la producción han vuelto a ponerse en marcha. En Tokio ya no vemos estanterías vacías en los supermercados.
  • TEPCO parece que cada vez confía más en que no nos faltará suministro eléctrico en ningún momento este verano.
  • Los niveles de radioactividad han vuelto a la normalidad excepto en el área restringida alrededor de la central de Fukushima.

Los únicos inconvenientes consecuencia de la catástrofe del día 11 de marzo que os podéis encontrar si venís este verano:

  • Quizás notéis algunas calles más oscuras de lo normal porque están en modo ahorro de energía.
  • No os podréis acercar a unos 30 km a la redonda de la central nuclear de Fukushima. Aunque, que yo sepa no hay nada de interés allí.
  • Si tenéis pensado visitar la costa de Tohoku os encontrareis este panorama. Siempre podéis ir como voluntarios en las tareas de reconstrucción.

Espero que os haya animado a los que estéis dudosos, aquí tenéis consejos generales para viajar a Japón