Ooyama 大山 es una montaña de 1250 metros de altura ideal para ir a pasar un día desde Tokio. Me recordó bastante al Monte Takao, también tiene un par de templos a mitad de camino durante la subida, uno sintoísta y otro budista y desde la cima se puede ver toda la llanura de Kanto. Si hay suerte, también se puede ver el Monte Fuji, nosotros no la tuvimos 🙁
Se accede desde la estación de Isehara (Línea Odakyu). Desde allí son 20 minutos en autobús hasta el comienzo de la ruta senderista. La subida son unas tres horas tomándoselo con la calma.
Justo al lado de los jardines de Kenrokuen en Kanazawa se encuentra el castillo de Kanazawa. Fue construido por el clan Maeda al final de la era «sengoku» (~1580) y es uno de los castillos más grandes de Japón por superficie útil.
Verlo cubierto de nieve y prácticamente en solitario acompañado por los graznidos de una bandada de cuervos fue fabuloso.
A principios de año visité por primera vez Kanazawa, es ciudad situada en la costa del mar de Japón y es un destino turístico bastante popular pero menos visitado que otros lugares como Kioto o Hiroshima porque no se puede llegar con tren bala. Desde Tokio se tarda entre 5 y 6 horas en llegar a Kanazawa, la mitad del trayecto en shinkansen y el resto en un tren normal. Aun estando lejos y haciendo muchísimo más frio que en Tokio, ¡valió mucho la pena!
Antes de pasarnos a ver la piscina falsa en el Museo de arte contemporáneo de Kanazawa paseamos toda la mañana por los jardines Kenrokuen (兼六園). Es uno de los «Tres jardines más importantes-bellos-famosos de Japón» (日本三名園) seleccionados por el gobierno japonés, los otros dos son el Koraku-en en Okayama y el Kairaku-en en Mito.
El nombre del jardín «Kenrokuen (兼六園) » se podría traducir literalmente como «jardín de las 6 características» y se refiere a los 6 aspectos que son considerados importantes para diseñar un jardín: serenidad/aislamiento, ambiente antiguo/respeto a los antepasados, vistas bellas desde practicamente cualquier lugar, refrescante (Tener flujos de agua), atención a los detalles, amplitud.
Estas son mis impresiones sobre estos seis aspectos según los vi yo durante mi visita:
Serenidad, aislamiento: aun estando en pleno centro de la ciudad te sientes transportado a un lugar lejano y tranquilo nada más entrar a los jardines. Se dejan de oir los coches y solo se escucha el murmullo del agua
Ambiente antiguo, respeto a los antepasados: su construcción comenzó en el Siglo XVII y después de varias ampliaciones llego a ser tal y como podemos ver hoy a finales del XVIII. Está conectado con el castillo de Kanazawa, en el recinto hay varias casas de té y se conserva en funcionamiento la fuente artificial más vieja de Japón.
Esta es la que dicen que es la fuente más vieja de Japón.
Vistas bellas desde practicamente cualquier lugar: se pueden encuadrar fotos bonitas desde casi cualquier punto de Kenrokuen pero hay ciertos lugares que son los más famosos para tomar la foto recuerdo. Esta esta considerada la vista más bella del jardín junto al lago Kasumigaeki:
El tourou de la derecha es famoso porque solo tiene dos patas. Normalmente tienen tres.
Refrescante (Tener flujos de agua): tiene dos lagos principales, varios riachuelos que los conectan y una cascada. Supongo que en verano será refrescante 🙂
Amplitud: todos los senderos del parque son anchos y en las zonas árboladas cada árbol parece que tiene su propio lugar con espacio de sobra. Además al tener bastante desnivel entre un lago y el otro da la sensación de ser mucho más grande de l que realmente es. Parece que has avanzado muchísimo y que has visto muchos lugares diferentes dentro del jardín pero cuando te das cuenta estás otra vez donde empezaste. Está diseñado para poder pasear en cualquier dirección sin preocuparse.
Atención a los detalles: la chica que nos sirvió el té en una de las casas de descanso nos contó que casi todos los árboles y arbustos que veíamos por la ventana habían sido elegidos cuidadosamente según su tamaño, proporciones, color de las flores etc para crear un paisaje único según la estación del año.
En cada estación del año el jardín destaca por algo en particular. En invierno lo que más llama la atención del parque son los arreglos de cuerdas y cañas de bambú llamados Yukitsuri (雪つり) que ayudan a las ramas de los árboles a no sufrir y mantener la misma silueta cuando nieva.
Árboles protegidos con Yukitsuri (雪つり)
Aquí se puede ver la función de las cañas de bambú clavadas en el suelo
Versión para árboles pequeños.
Si visitáis el parque dejaos caer por la una de las casas de té (Shiguretei es la más bonita) y os servirán un matcha excelente por 500 yenes.
El Yuki Matsuri (雪祭り, festival de la nieve) se celebra cada año en Sapporo, la capital de Hokkaido a principios de febrero. Es uno de los festivales más concurridos en Japón durante las estación invernal; la zona del parque de Odori, donde se acumulan las estatuas más grandes, es visitada por más de dos millones de personas cada año. Al evento acuden equipos de escultores de hielo de todo el mundo que en pocos días yerguen más de 400 estatuas, algunas de ellas gigantescas. Entre los participantes del extranjero se celebra un concurso internacional, es curioso que los últimos años el equipo de Tailandia (Un país sin nieve) ha sido el ganador varias veces.
Nosotros estuvimos hace un par de años, pero no se porqué las fotos y videos que tomé se perdieron en algún rincón de mi disco duro. Por fin las encontré y las comparto aquí con vosotros.
Este es el video resumen del viaje y a continuación las fotos.
Empezamos la visita comiendo un ramen gigantesco hecho con sopa de cangrejo en el famoso ramen yokocho, ¡una calle en la que solo hay restaurantes de ramen!
Foto de Ignacio con su fisheye.
Foto de Ignacio.
El resto del día nos lo pasamos paseando por el centro de Sapporo, sobre todo la zona de Susukino y Odori donde se centran las actividades del festival. El ambiente de fiesta se empieza a animar conforme cae la noche cuando iluminan las esculturas de hielo, sirven comida y bebida en tenderetes callejeros y varias bandas de música de la ciudad tocan junto a las estatuas más grandes.
¡Escultura de Dragon Ball!
Un Totoro tampoco podía faltar
¡Kinnikuman!
Esta es la torre más famosa de Hokkaido, está al principio del parque de Odori. Se puede subir para tener vistas a toda la ciudad.
Otro día lo dedicamos a explorar el resto de la ciudad, comer bien y al final terminamos subiendo una montaña al oeste de la ciudad hasta llegar a un misterioso templo envuelto por un bosque nevado.
Foto tomada por Ignacio al llegar al templo mientras yo estoy grabando vídeo.
¡Misión cumplida!
Todo un descubrimiento, que no fue más allá de la mera anécdota, pero que nos hizo sentir en mitad de ninguna parte, en algún lugar olvidado con un templo semienterrado en la nieve, al que habíamos llegado tras días y días de marcha por las montañas, sorteando yetis y tribus de terribles y perversos trolls invernales, escasos de comida y bebida, sin serpas y tiritando de frío para encontrarnos allá ante los ojos del budha de oro y poder preguntarle por el secreto de la felicidad. – Ignacio Izquierdo también lo contó en su blog con mucho más detalle.
El otro día a CaDs y a mi nos dio por explorar un poco la zona norte de la línea Yamanote. No es una de las áreas de Tokio más interesantes pero hay algún que otro lugar que vale la pena visitar. Fuimos hasta la estación de Komagome y caminando cinco minutos de la estación entramos en los jardines Rikugi-en (六義園 ,Google Maps).
El parque fue construido a finales del siglo XVII por el quinto shogun Tokugawa y pasó a ser propiedad del ayuntamiento de Tokio hace casi cien años. El diseño de los jardines emula la forma de paisajes de otros lugares de Japón, por ejemplo, el lago es una representación de la costa de Kamakura. En el centro, junto al lago, sirven matcha con un dulce por 500 yenes.