Confieso que durante mi primer verano por estas tierras el canto de las cigarras (Semi, 蝉) me desagradó. El calor, la humedad y el berrido ensordecedor (Literalmente) de las cigarras pueden llegar a agobiar a aquellos inquietos que nos gusta andar siempre por las calles y lugares de Japón. Los que viajasteis por Japón en verano sabéis a lo que me refiero, los que no, imaginaos el canto de las cigarras hasta el punto de que no puedes oir hablar a la persona que está a tu lado. No soy el único al que el canto de las cigarras le agobia:
El canto de la cigarras
agrava tanto el calor
que desearía que cortaran los pinos
sobre los que cantan. – Yayū Yokoi, un poeta japonés del siglo XVIII (Más poemas japoneses sobre las cigarras )
En aquel entonces me quejé un poco de las cigarras, no me llamaron la atención, fui bastante indiferente. Después de dos veranos japoneses, estaba en otoño en España y vi la película El verano de Kikuhiro – Kikuhiro no Natsu. Sentí muchísima nostalgia al escuchar el canto de las cigarras en algunas de las secuencias de la película. Estaba muy a gusto de vacaciones en España, pero al ver esta película de Takeshi Kitano, me entraron ganas de volver a Japón a volver a escuchar sus insectos veraniegos. Desde entonces, cada vez es más el aprecio y cariño que siento por esa melodía que nos regalan las cigarras japonesas.
Ilustración del libro Chūfu Zusetsu encontrada en Entomoblog.
Todavía recuerdo el momento en el que oí a la primera cigarra cantar este año, fue al final de la época de lluvias, paseando por el parque de Hibiya, cuando ya había caído la noche. Era el canto de una higurashi solitaria, su canto es el que más me gusta, es el más melodioso y es un acompañamiento perfecto en los atardeceres.
El canto de la cigarra higurashi.
De aquel paseo por Hibiya ya pasaron dos meses, ahora, el verano termina, las cigarras mueren, se deja de oir su canto y caen de los árboles anunciándonos la llegada del otoño. En mi twitter lo conté a través de este haiku que escribí en japonés:
落ちた蝉、
海の風、
夏の終わり。@kirai
Aasiain lo tradujo al español:
Caen las cigarras,
se acercan los tifones,
se va el estío. – @aasiain
Las cigarras se pasan varios años bajo tierra alimentándose de la savia de raíces de plantas. Hay especies que están unos 15 años bajo tierra, creo que en el caso de las especies japonesas son unos 7 años. Después de todos esos años desarrollándose salen al exterior, hacen la metamorfosis, cantan durante unas semanas, se aparean y mueren al unísono con el fin del verano. El canto y la corta vida en el exterior de las cigarras son tema recurrente en cuentos populares, anime, cine, novelas, poesía y música enka.
Hay muchas especies de cigarras en Japón (Unas treinta), las más conocidas son la tsukutsukuboshi (Su canto suena «tsuku tsuku boooo shi») y la minminzemi (Su canto suena «min min min miiiiinnnnn»). Aparte de la higurashi, estas son las dos únicas que he aprendido a reconocer hasta ahora, todavía me queda mucho que aprender sobre ellas, en Entomoblog detalla la cronología de nueve de las especies más conocidas:
Vía Entomoblog
Tsukutsukuboshi. ¿Podéis discernir el «tsuku tsuku boooshi» ?
Minminzemi. «Minn minnn minnnnnn»
Y otro vídeo con el canto de la higurashi. Escucharla paseando por las montañas es una experiencia bastante mística, es como si te pasearas por los escenarios de una película de samurais.
El sonido de varias especies de semi entremezclado
Para terminar, un video chorrada de Ronald McDonald imitando el canto de diferentes especies de cigarra.
En lo alto de un pino
una cigarra solitaria
se aferra a los últimos rayos de sol . Entomoblog
Si no os cansasteis y queréis saber más sobre las semi seguid leyendo en: