La empresa más antigua del mundo

Kongogumi se fundó en el año 578, está considerada como la empresa que ha estado activa durante más tiempo de la historia, seguramente los fundadores no tuvieron en cuenta en su business plan que tenían que montar una web. Aunque ahora tienen web (La sección de historia de la empresa es… larga), se siguen dedicando a lo mismo con lo que empezaron, a construir templos. Su especialidad es la construcción de templos budistas pero también han participado en la construcción de templos shintoístas e incluso castillos como por ejemplo el de Osaka.

Es una empresa que ha ido pasando de padres a hijos, todos ellos de la familia Kongo. Pero en el año 2006 dejó de estar controlada por los Kongo, fueron adquiridos por una corporación de constructoras y hoy en día sobrevive como una compañía dentro de la corporación Takamatsu.

El primer templo que construyó Kongogumi es el Shitennō-ji, que podéis visitar aquí (Caminando desde la estación de Tennoji en Osaka).

Takao
Varios de los templos del monte Takao también fueron construidos por Kongogumi.

Me pregunto que empresas de hoy en día seguirán vivas dentro de 1.000 o 2.000 años. ¿Constructoras? ¿Energía? ¿Telecomunicaciones? ¿Aeroespacial? ¿Salud?

Hanami

Hanami (花見 – flor, ver) es una tradición japonesa que consiste en ir a ver flores. La gente va de picnic debajo de los árboles florecidos. El hanami más importante del año es el de la flor del cerezo (Sakura) cuyo florecimiento comenzó hace un par de semanas aquí en Tokyo. Este año ha hecho muy buen tiempo y me he animado a visitar muchos de los lugares más famosos de Tokyo para celebrar hanami. A continuación pongo una recopilación de las fotos que saqué en Asakusa, Shinjuku-gyoen, Yoyogi, Naka-Meguro y Meiji Jingu.

hanami sakura

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Ale fotografiando las primeras flores en Yoyogi

hanami sakura

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Cola para entrar al parque de Shinjuku-gyoen.

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Hanamis de otros años:

Goemon

Goemon es el «Robin Hood» japonés. Fue un ninja que robaba y luego daba la que conseguía a gente necesitada. Estoy leyendo un libro que cuenta parte de su vida y sobre todo su trágica muerte. La leyenda cuenta que las tropas al servicio de Toyotomi Hideyoshi (Uno de los señores feudales más importantes del siglo XVI) mataron la mujer de Goemon y éste decidió vengar la muerte de su mujer intentando asesinar a Toyotomi.

Goemon entró en la habitación de Toyotomi por la noche mientras dormía. Cuando estaba a punto de matarlo tropezó con una campanilla que despertó a Toyotomi y alertó a los guardas. Lo condenaron a morir hervido en un caldero junto a su hijo (Al más puro estilo troglodita). Goemon tuvo la valentía y fuerza suficiente como para mantener a su hijo fuera del agua hirviendo el máximo tiempo que pudo. Algunas versiones de la leyenda dicen que su hijo sobrevivió, fue perdonado por los presentes al ver el esfuerzo inhumano de Goemon por salvarlo.

Goemon
Momento de la muerte de Goemon, sosteniendo a su hijo fuera del agua hirviendo.

Las bañeras/ofuros con forma de caldero se llaman en japonés goemon-buro en referencia a esta leyenda. Nunca me he bañado en un goemon-buro pero los hay en algunos onsens tradicionales. Si estáis muy muy interesados os podéis comprar un goemon-buro vía web o incluso construir a mano vuestro goemon-buro personalizado.

Goemon

Goemon
Esquema de funcionamiento de un goemon-buro

Hay montones de películas y novelas basadas en la leyenda. La mayoría de libros y películas solo están disponibles en japonés pero los videojuegos basados en el legendario ninja-ladrón han transpasado fronteras y son un auténtico fenómeno. Sobre todo las versiones de Snes y N64 son las que más recuerdo.

Goemon

Goemon

Goemon

Enlaces (En japonés, pero con imagenes curiosas)

Otros ninjas y samuráis legendarios

Other legendary ninjas and samurais (Spanish but with interesting pics):

El edificio caca

Cuando fui por primera vez por Asakusa con Carlos una de las cosas que más hablamos fue de la extraña escultura que hay en el techo del edificio principal de Asahi Beer, una de las empresas cerveceras más grandes de Japón. Recuerdo que pensé que lo que había querido representar el escultor sería una especie de «gota de cerveza». Leyendo en la Lonely Planet, descubrimos que el escultor de aquella curiosa forma no es japonés sino francés y lo que quería conseguir es una «llama de fuego» que represente la innovación y el progreso de la sociedad japonesa.

El caso es que poco a poco me he ido dando cuenta de la «mala» fama que tiene la dichosa «llama». Los trabajadores de la compañía Asahi Beer dicen que al ser una llama de fuego está quemando y destruyendo el espíritu de la empresa con su presencia. Pero lo más curioso es el apodo del edificio, la gente lo suele llamar «el edificio caca» (うんこビル), porque la escultura se asemeja mucho a la forma en la que los japoneses/mangakas suelen dibujar cacas.

¿Qué veis vosotros, una caca, una gota de cerveza o una llama?

asahibeer

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En Japón no se da propina

Ayer Martin Varsavsky comparaba las jugosas propinas estadounidenses con la propina española, comentando que es una de las causas por las que el servicio en la hostelería española es tan malo. Los empleados, además de estar mal pagados apenas ganan dinero extra con las propinas, en cambio en Estados Unidos un porcentaje muy elevado del sueldo de los empleados de hostelería lo obtienen de las propinas y el servicio en general es mejor que el español.

También comentaba que en Japón tienen el mejor servicio del mundo, conozco pocas personas que viajen más que Martin Varsavsky, así que habrá que creerle porque ha recibido/sufrido el servicio al cliente de muchos lugares. Aun teniendo el mejor servicio al cliente del mundo, no hay propinas. Una de las razones es que los empleados están bastante mejor pagados, dentro del precio que pagas en un restaurante o taxi se supone que la «propina» ya está incluida. Creo que ya lo he contado en alguna ocasión pero os lo vuelvo a contar aquí, resulta que una vez me dejé una moneda de 1 yen del cambio y salí de la tienda, cuando ya estaba en la esquina llegando a la siguiente calle vi que un empleado venía corriendo a darme mi yen. Aprendí que en Japón nada de propinas.

Propinas aparte, lo del servicio al cliente aquí es algo impresionante. En Japón si eres el cliente eres como un rey, todo son reverencias, caras sonrientes, preguntas en todo momento por si necesitas algo, el japonés que utilizan para hablarte es «honorífico» etc. Aquí cuando tratan con un cliente, aunque sea la primera vez, lo tratan igual que a un cliente de toda la vida. Saben/intuyen que el que viene por primera vez se podría convertir en un cliente de por vida.

Me quedo con el sistema japonés, el estadounidense tampoco está mal pero lo de tener que calcular el porcentaje de la propina cada vez que tienes que pagar (incluso si pagas con tarjeta de crédito) me parece muy cansado.

Copiando, adaptando, asimilando y mejorando – Parte 3

Esta es la última parte de la serie de artículos sobre la forma que tienen los japoneses de copiar y asimilar:

Normalmente los seres humanos, ante algo nuevo creado por alguien que no es de nuestro grupo lo solemos ver como una amenaza que podría desestabilizar nuestro entorno. Esta es una característica común, algo que debe estar en nuestros genes. Lo que no es común a todos es la forma de reaccionar ante esta amenaza. Unos simplemente rechazan continuamente lo que venga de fuera y se aíslan, otros se dedican a conquistar-invadir el mundo con su cultura o incultura, otros buscan un punto intermedio. En el caso de Japón es una mezcla del primer y segundo tipo, son bastante proteccionistas y eligen muy minuciosamente aquello que creen adecuado y lo integran en su vida diaria. Este proceso de copia-integración de lo mejor de cada cosa tiene incluso una palabra en japonés, se dice iitoko-tori (良いとこ取り), que significa literalmente “coger las cosas buenas”. Suena bien, pero yo creo que los japoneses son demasiado extremos, son pocas las cosas que dejan entrar en su forma original, el arte sí lo respetan y dejan que invada Japón sin ser alterado, por ejemplo, las películas de Hollywood nunca son dobladas, siempre se proyectan con subtítulos y las voces originales. Pero lo que son negocios e inversiones extranjeras casi todo es absorbido por corporaciones japonesas no dejando espacio a la entrada de inversores extranjeros, es algo de lo que se quejan muchos empresarios a la hora de entrar en el mercado japonés. Uno de los casos más conocidos es el de Vodafone, que después de intentar buscar un hueco en Japón durante varios años no pudieron y dejaron que Softbank se hiciera con el control de la empresa.

En los años 80 occidente se solía quejar de que Japón copiaba y luego invadía el mundo con sus productos. Hoy en día es China la que copia e invade el mundo. Pero hay una ligera diferencia, Japón añade siempre su grano de arena a lo que importa. Mientras que China se ha ganado fama de simple “imitador”, en el momento en que China pase de la fase de simple “imitación” a la fase de “adaptar y mejorar” (que ya está pasando en ciertos lugares como Hong Kong, Shangai o Beijing), se convertirá en una de las naciones más innovadoras del mundo y en la primera economía mundial.

En occidente tenemos impreso en las neuronas que copiar es malo por definición, a veces somos una cultura con demasiados valores absolutos. En cambio en Asia en general son muy pocos los valores absolutos que reinan la vida diaria, lo cual también es un problema, ya que les cuesta demasiado decidirse o hacer afirmaciones rotundas. No suelen tener opiniones fuertes y aunque vean algo que está mal no opinan de forma directa y pública por miedo a ser rechazados de su grupo, es una sociedad colectivista y muy poco individualista.

El aprendizaje a base de repeticiones de un patrón es muy común en la cultura japonesa, desde la caligrafía de los complicados caracteres del japonés hasta deportes tradicionales como el karate se aprenden a base de repetir katas (Patrones). Al practicar un kata lo que pretendes es copiar con la máxima precisión un kata platónico perfecto. La vida diaria de los japoneses está llena de katas, patrones que copian y repiten. A veces se echa en falta un poco de variedad, te atienden igual en una tienda en el sur de Japón que en el norte a más de mil kilómetros de distancia, usan exactamente las mismas palabras para atenderte, te hacen la misma reverencia cuando pagas y te cuentan el cambio de la misma forma (Sí, hay una forma de contar el cambio a “la japonesa”). Mucha homogeneidad, quizás demasiada, dentro del país, ya que todos copian lo que se considera como ideal.

Robar una idea, copiar con mala intención sin aportar nada, hacer una imitación y hacerla pasar por algo propio, por supuesto que también está mal vistos en Japón. Por ejemplo, una empresa que desarrolle un teléfono móvil con pantalla táctil, con un diseño externo propio, creando su propio sistema operativo para el móvil con una interfaz original propia etc. Esta empresa estaría copiando a la japonesa ideas del iPhone o de teléfonos de Nokia. Pero una empresa que crea un móvil con una forma casi igual a la del iPhone, pantalla táctil, añade una copia muy similar a la interfaz de usuario del iPhone etc. Está imitando y no está innovando nada. Hoy en día lo de menos es “crear”, el que gana es el que sabe venderse mejor, el que sabe juntar todo lo que ha “copiado” en un producto final original que venda.

“Copiar (en el sentido japonés) no es tan malo”, ese era mi mensaje. Podríamos aprender algo de ellos y copiar buenas ideas que veamos fuera, adaptarlas a nuestra cultura y disfrutarlas para hacer de nuestra vida una vida mejor y no ser simplemente pasivos dejándose invadir por cosas que quizás no sean tan buenas. En el mundo de los blogs, y en Internet en general ya hemos aprendido y usamos mucho el método de “copiar” a la japonesa 😉 La cultura de la copia en la sociedad de la información ha dado lugar a licencias como «Creative Commons», que son mucho más “japonesas” que la clásica licencia de mentalidad occidental “Copyright”.