Enigma

Leyendo «Los códigos secretos» me estoy dando cuenta de lo importante que ha llegado a ser la criptografía en el trascurso de nuestra historia. Sobretodo me ha llamado mucho la atención el caso de Enigma, un trasto construido por un Aleman al final de la primera guerra mundial que ponía a Alemania por delante del mundo en temas de criptografía. Inglaterra y Francia que había interceptado las comunicaciones de Alemania durante toda la primera guerra mundial no pudieron descifrar los mensajes que se mandaban con Enigma y pensaron que era imposible, además como ya no temían a Alemania abandonaron la tarea. Pero en Polonia se sentían presionados por Alemania que quería recuperar territorios perdidos en la guerra, así que consiguieron unos mapas de Enigma a través de un traidor alemán y comenzaron a investigar. Lo complicado era que los alemanes cambiaban la clave de Enigma cada día según un libro que distribuian a todos los operadores.

Pero el matemático polaco Rejewski, se dio cuenta de una repetición en el inicio de los mensajes que era el código de los alemanes para indicar un segundo código más complicado. Al hacer una repetición se dan muchas pistas para poder descifrar mensajes, Rejewski pudo encontrar relaciones matemáticas entre los símbolos iniciales y extenderlo al resto del mensaje con lo que redujo los millones de posibles claves a 17.576. Esta cifra ya se podía abordar en un tiempo razonable. Construyeron las llamadas «Bombas» que servian para ir probando las diferentes claves y así averiguar la clave del día que usaban los alemanes. Las «Bombas» descifraban la clave del día alemana en unas pocas horas y las comunicaciones alemanas se hacía transparentes a los Polacos.

Pero alemania fue añadiendo más complejidad a Enigma haciendo que las bombas dejaran de funcionar. Fue cuando decidieron transmitir su conocimiento a Ingleses y Franceses por si los invadían los alemanes no se perdiesen los avances criptográficos. Los expertos Ingleses y Franceses quedaron asombrados ante el hecho de que Enigma se pudiera descifrar y enseguida comenzaron a movilizar todos los recursos a principios de la segunda guerra mundial, sobretodo Inglaterra.

En Inglaterra se constituyó la Escuela Gubernamental de Códigos y Cifras donde llegaron a trabajar hasta 700 expertos durante la segunda guerra mundial. Continuaron los trabajos de los polacos mejorando las «Bombas» para descifrar la nueva Enigma más compleja. El trabajo rutinario en la Escuela de Códigos y Cifras consistía en poner a varias bombas a descifrar la clave del día alemana, después traducir los mensajes y otras tareas que iban realizando en varias zonas del centro. De esta forma podían conocer todos los movimientos de submarinos Alemanes y evitar que destruyeran los barcos ingleses. Pero tenemos que recordar que el desciframiento se basaba en la repetición de un código aleman al inicio de cada mensaje, el cual era el punto débil. Pensando en el día en que los alemanes dejaran de introducir este código, el joven Alan Turing se puso en marcha para diseñar un método genérico para descifrar enigma. Y efectivamente los alemanes dejaron de introducir el código repetido al cabo de un mes y las comunicaciones alemanas ya no eran conocidas, los submarinos alemanes comenzaron a destruir barcos ingleses a una media de 50 por mes eliminando los suministros de Inglaterra.

Turing se dio cuenta de que podía usar «puntales», es decir, palabras que seguro que salen en cierto mensaje para descifrar la clave del día. Por ejemplo, los Alemanes siempre enviaban un parte meteorológico a las 6 de la mañana. Este mensaje seguro que llevaría la palabras «Tiempo»,»Sol»,»Nubes» etc. y basándose en estas palabras se podría descifrar la clave del día, y con ella todos los mensajes de los alemanes de ese día. A partir de esta idea se construyeron las Bombas de Turing que estaban formadas por varias Enigma conectadas y medían 2 metros de alto, por dos de ancho. Estas máquinas fueron fundamentales para ganar la guerra a Alemania, y según los expertos la guerra podría haber durado 3 años si no fuera por la intervención del matemático Alan Turing.

Si queréis conocer más sobre el tema leeros el libro de Simon Singh, también podéis experimentar como funcionaba Enigma con Un emulador, fijaros en la curiosa disposición del teclado.