Tenía vagos recuerdos de cuando visité el Museo Ghibli hace 7 años, aquella vez fui por trabajo y creo que realmente no lo disfruté. La semana pasada estuve allí otra vez, lo visitamos sin prisas, observando cada rincón como si fueramos niños. Me encantó, me hizo olvidar que estaba en Tokio, fue una especie de viaje al universo de las películas de animación de Ghibli.
Aquí tenéis información sobre el museo, cómo llegar, y cómo comprar entradas.
El museo Ghibli desde la entrada.
No pude evitar sacar fotos de las coloridas vidrieras del museo.
El museo desde uno de los jardines
Hay detalles en la decoración hasta en los techos.
Un rincón de la réplica del despacho de trabajo de Hayao Miyazaki. Le gusta tener muchas maquetas para inspirarse a la hora de dibujar.
Las ventanas del autobús de vuelta también están decoradas con motivos de Ghibli.