Acabo de cumplir 35 años, ya han pasado cinco años desde que publiqué las 30 cosas que he aprendido en 30 años. El tiempo vuela como una flecha, la fruta vuela como una banana.
Los últimos cinco años de mi vida fueron misteriosos. Comenzaron con un terremoto y siguieron con una larga batalla contra una enfermedad con la que tengo que luchar cada día. La enfermedad me ha enseñado a ver otros aspectos de la vida que no conocía y a apreciar más el milagro que es estar vivo.
Estas son las lecciones que me han enseñado estos 35 años aquí en el planeta Tierra.
El tiempo de lectura de este blogpost es de unos 25 minutos, si lo prefieres, aquí tienes disponibles versiones para poder leer en tu lector de libros electrónicos favorito:
1 – No esperes a que los planetas se alineen, si quieres hacer algo, ¡hazlo ahora!
¡Hazlo! Da igual que salga mal. Casi todo aquello que dejamos de hacer en la vida es porque tenemos inseguridades o miedos. No quedar con cierta chica/o porque nos sentimos inseguros, o no publicar algo en internet porque tenemos miedo a ser juzgados, no hacer ese viaje que llevamos años pensando en ejecutar porque tenemos miedo a quedarnos sin ahorros, no seguir con nuestro hobby favorito porque sentimos que no somos lo suficientemente buenos en ello…
No esperes al momento perfecto, hazlo ahora.
2 – No dejes que el miedo te pare
Si nos ponemos a analizar el “porqué dejamos de hacer algo” suele haber algún tipo de emoción o sentimiento primario detrás de ello: miedo, inseguridad, falta de confianza en uno mismo, incertidumbre ante el futuro. Son emociones que nos hacen humanos, es imposible deshacerse de ellas. Pero es importante saber detectarlas y desarrollar estrategias para lidiar con ellas.
¿Porqué no está avanzando este proyecto? ¿Porqué llevo años pensando en empezar un nuevo hobby pero nunca me pongo a ello? Cuando notas que algo “está congelado” en tu vida, si analizamos cuidadosamente, nos damos cuenta que detrás de ello suele estar escondido el “miedo”, una emoción primordial de los seres humanos que nos ayudaba a escondernos en las cavernas alejándonos de los peligros de la sabana.
No dejes que el miedo te lleve a esconderte en la caverna, o el equivalente en nuestra sociedad actual, que sería en el sofá, viendo Netflix.
PD: Netflix mola, pero con moderación 😉
3 – Simplifica, ¡tonto!
Todos caemos en trampas que terminan complicándonos la vida y conforme pasan los años los efectos de esas “complicaciones” se comienzan a acumular. Me refiero a “complicaciones” a todos los niveles. Simplifica tus relaciones sociales, simplifica la forma en la que viajas, simplifica la ropa que compras, simplifica los objetos que posees.
“Simplificar” es mi objetivo número uno en la lista de propósitos de año nuevo que escribí al empezar el 2016.
4 – Ante dos opciones, elige la que simplifique más tu vida y la que te de más “opcionalidad”
Si aparecen dos caminos en tu vida. Si tienes que tomar una decisión difícil, elige la que más simplifique y también la que más “opcionalidad” te da. Con opcionalidad me refiero a “dejar las puertas abiertas”.
Pedir un crédito elimina opcionalidad. Vivir de alquiler añade opcionalidad. Estar especializado en un solo tipo de trabajo elimina opcionalidad, saber hacer muchas cosas añade opcionalidad.
Encontrar el balance entre “opcionalidad” y “compromiso” en el que te sientas a gusto es clave para ser feliz. Ese balance es diferente según la persona.
En mi caso, soy una persona que tiende mucho a elegir opciones que me “comprometen”. Por eso he tomado la decisión consciente de intentar elegir a partir de ahora caminos que me den más “opcionalidad” de cara al futuro.
5 – Si no te hace sentir bien, ¡elimínalo!
Esto lo aprendí del libro de Marie Kondo. Yo soy una persona muy “racional”, suelo analizar y pensar como un ingeniero: “¿Qué utilidad podría tener este objeto para mí en el futuro? ¿Quizás podría utilizar este ordenador para montar un servidor casero? ¿Cómo puedo aprovechar este cable?”.
De Marie Kondo aprendí que lo más fácil es coger un objeto en tus manos y sentirlo. No pensar, ni racionalizar, simplemente sentir. Si el objeto no te hace sentir bien, elimínalo de tu vida (Dándole las gracias antes de tirarlo).
La estrategia de Marie Kondo para limpiar la casa de ropa, objetos y libros que no te hacen sentir bien también se puede utilizar para cualquier aspecto de nuestras vidas. ¿Vives en un lugar que no te hace sentir bien? ¿Tienes un trabajo que te agobia o aburre? ¿Una oficina que no te gusta?
6 – El entorno en el que estamos condiciona nuestro estado emocional
El entorno, lo que nos rodea, lo que vemos, las personas con las que nos relacionamos, nos condiciona mucho más de lo que creemos. Yo solía ignorar este aspecto pero cada vez me siento más sensible. Algunas personas son buenas sintiendo, otras tenemos que entrenar este aspecto.
Está demostrado que el color verde aumenta el rendimiento de empleados en oficinas. Pon una planta en tu escritorio.
¿Cuando eras un adolescente tenías posters en la habitación con tus héroes y te hacían sentir bien? ¿Porqué no los tienes ahora?
¡Analiza tu entorno y mejóralo!
7 – Di que SÍ solamente si es algo que motiva cada fibra de tu ser. Si lo dudas, simplemente di que NO.
Si alguien te ofrece participar en algo (trabajo, proyecto, aventura, hobby, fiesta, tomar café, ir de viaje), analiza lo que sientes los primeros segundos “Si tu reacción interior inmediata es: ¡SIIIII, QUIERO HACERLO! ”, adelante, es algo que seguramente disfrutes. Pero si tu reacción interior es “Si, está bien. Seguramente lo pase bien, pero tampoco es algo que me apasione”, lo mejor es responder que NO.
Esta es una estrategia que se puede ir cambiando según la época. A veces pruebo a decir que SÍ a todo lo que me propongan, cuando hago esto suelo generar caos en mi vida pero también surgen “serendipias” extrañas que no sucederían de otra manera.
Por lo general yo diría que de los 20 a 30 hay que decir que SI a casi todo, es una época de la vida en la que hay que incrementar caos y probabilidades de estar en el lugar adecuado en el momento adecuado. De los 30 a los 40 mi estrategia está cambiando, estoy siendo más selectivo, me gustaría decir que SI a todo pero me doy cuenta que el tiempo que tengo es limitado y mis niveles de energía son menores que cuando tenía 25.
8 – Di que SI y luego ya verás como te las apañas para aprender a hacerlo
Esta la aprendí de Richard Branson que dice en inglés «“If somebody offers you an amazing opportunity but you are not sure you can do it, say yes – then learn how to do it later!” .
Si alguien te ofrece una oportunidad, un trabajo, un proyecto y sientes que que «¡SÍ, QUIERO HACERLO! pero al mismo tiempo te sientes inseguro no estás seguro si darás la talla. Si sientes que no tienes las habilidades necesarias para cumplir con la misión que se te está pidiendo, no te preocupes: primero acepta y luego ya aprenderás sobre la marcha.
9 – Una hora en el mundo real con una persona vale más que un año de chatear.
Cuando fui la última vez a España, de repente me di cuenta que tenía a toda la familia metida en Whatssap. Incluso mi madre se sacaba el teléfono cada dos por tres para entrar a chatear con sus amigas. Es algo que me hizo pensar y reflexionar. “Llevo chateando desde que tenía 12 años y me conecté por primera vez al IRC”. Llevo casi dos tercios de mi vida chateando y comunicándome con otros seres vivos por escrito.
De niño me apasionaba la sensación de poderme comunicar con desconocidos de todo el mundo desde mi habitación. Ahora, cada vez aprecio más hablar con personas en el “mundo real” sin las distracciones de lo digital.
10 – Pasa tiempo de calidad con amigos y familia
Mis métodos favoritos para pasar tiempo de calidad con queridos es dar paseos. También ir a tomar el café o quedar a comer y que la sobre mesa se alargue tanto que termine en cena. Compartir hobbies o experiencias como por ejemplo un viaje también son formas excelentes de compartir tiempo que vale oro con familia y amigos.
11 – No somos ni tan buenos como nos dicen, ni tan malos como nos dicen.
Esta la he aprendido por experiencia directa. He publicado varios libros que han vendido bastante bien. Es muy difícil, como escritor, saber si de forma objetiva “escribo bien o mal”. Al principio asumía que escribía mal. “Es imposible que yo, un ingeniero veinteañero sepa escribir” me decía a mi mismo. Pero luego resultó que mi primero libro vendió bien y a mucha gente le gustó, llegué a la conclusión de que al menos era legible y entendible lo que explicaba.
Cuando recibía elogios sentía que era bueno en lo que hacía: analizar, observar y explicar la sociedad japonesa. En cambio, cuando recibía críticas sentía que era malo escribiendo sobre Japón.
Luego aprendí a controlar mejor mis reacciones ante las opiniones de los demás y llegué a la conclusión de que ni soy tan bueno como dicen los demás (los que me quieren o me idealizan) y tampoco soy tan malo como dicen (los que critican).
12 – No hagas algo simplemente para aparentar o para complacer a los demás
Parece fácil pero a veces nuestro entorno, lo que nuestra familia espera de nosotros, lo que nuestro grupo de amigos cree que somos condiciona nuestra toma de decisiones. Todos nos hemos encontrado en un proyecto/embrollo/situación en el que no hemos estado a gusto y cuando reflexionamos nos damos cuenta de que simplemente lo estamos haciendo para satisfacer a otros. ¡No porque realmente nos apasione!
Es más, a veces te das cuenta que haces algo porque es lo que tú supones que va a satisfacer a otros. O haces algo porque es lo que tú crees que los demás verán en ti y te admirarán por ello, o te querrán más por ello. Pero a esos “otros” resulta que les importa un pepino.
Para evitar caer en este tipo de “falacias mentales” suelo seguir la máxima de Richard Feynman: “What do you care what other people think?”.
13 – No dejes que el dinero controle tus emociones, y tampoco al revés
Tus emociones controlan tu dinero y también se puede ver al revés: el dinero controla tus emociones. Si se entremezclan emociones y dinero puede convertirse en un estrés que no nos deje dormir.
Nuestro instinto animal asocia el dinero a uno de las necesidades humanes fundamentales: “la seguridad de que vas a sobrevivir”. Eso es lo que siente nuestro subconsciente pero al fin y al cabo el dinero es un número almacenado en una base de datos en algún lugar del mundo asociado a tu nombre. He conocido personas con ese número tan alto que tienen varias vidas solucionadas pero quieren tomar café conmigo para pedirme consejo sobre cómo ser feliz, también conozco a personas cuyo número es tan pequeño que no saben si podrán pagar el alquiler de este mes para seguir estando aquí en Tokio pero son tan felices que me contagian el entusiasmo por vivir.
Si tu subconsciente considera que ese número es suficiente para cubrir tus necesidades te sientes “seguro” y emocionalmente con energía para ser creativo y emprender nuevas aventuras en la vida. Si por el contrario consideras que ese número no es suficiente para cubrir tus necesidades te sientes inseguro y tu pirámide emocional se comienza a derrumbar “¿Porqué narices no me suben el sueldo ya de una vez? ¿Porqué perico de los palotes cobra más que yo y hace la mitad? ¿Tendré suficientes ahorros para pagar la educación de mi hijo? ”Esta lechuga cuesta 15 céntimos más que el mes pasado, puffff»
Fijaos que hablo de “cubrir nuestras necesidades”, a veces es cuestión de ser conscientes de cuales son nuestras necesidades para sentirnos ricos o pobres. Muchas veces necesitamos mucho menos de lo que creemos.
En mi caso, mirado en retrospectiva, cuando tenía 23 años y acababa de llegar a Japón cobrando de becario me sentía más rico de lo que me he sentido jamás. Mis necesidades eran mínimas.
Si no sientes control sobre tu dinero, él pasa a tener el control sobre ti. Y cuando el dinero toma el control solemos tomar decisiones irracionales usándolo.
Sentirte rico o pobre es un estado emocional.
16 – Da las gracias y se agradecido con el estado actual de tu vida
No solo hay que dar las gracias a nuestros queridos y gente de nuestro alrededor que nos ayuda, también hay que agradecer desde nuestro interior. Es bueno recordarnos cada día lo afortunados que somos por tener todo lo que tenemos: salud, relaciones personales, familia, personas que nos quieren, lugar donde dormir, o simplemente recordar que ¡estamos vivos!
La práctica diaria de ser agradecidos con lo que tenemos ayuda a combatir la inevitable adaptación hedónica que nos hace querer siempre más y más, muchas veces olvidándonos de lo afortunados que somos con lo que ya tenemos.
17 – Tener problemas es sinónimo de estar vivo
Suena fácil dar las gracias por todo cuando las cosas van bien pero no lo es tanto cuando ciertos eventos hacen que todo descarrile.
Los problemas, desgracias, enfermedades, accidentes y cosas no yendo según lo planeado son inevitables. Pero podemos elegir la forma en la que nos sentimos y manejamos estos problemas, esta es la clave que marca la diferencia entre una persona de éxito y una que se deja inundar por emociones negativas.
El estoicismo nos da muchas herramientas para manejar nuestras emociones cuando se presentan situaciones problemáticas que no podemos controlar y a tomar el mando cuando tenemos el control.
Transforma los problemas en retos.
18 – Busca el equilibrio entre certidumbre e incertidumbre
Demasiada incertidumbre estresa, pero demasiada estabilidad y certidumbre aburre. El balance entre certidumbre/incertidumbre para ser felices varia según la personalidad de cada persona.
Yo soy una persona a la que le gusta mucho llevar una vida rutinaria y predecible, pero cuando llevo mucho tiempo en modo rutina comienzo a sentir apatía y necesito algo o alguien que cree incertidumbre en mi vida. Mi forma favorita de añadir incertidumbre es juntándome con amigos más caóticos que yo, que me hagan salir de mis zonas de confort.
Uno de los capítulos de Ikigai trata sobre como equilibrar estos dos ingredientes para tener unos niveles de estrés sano adecuados.
19 – Observa lo que las personas hacen, no lo que dicen
Las palabras se las lleva el viento. Lo que decimos los seres humanos muchas veces no se corresponde con lo que hacemos.
Todos hemos conocido al típico se hace el sabiondo hablando de las maravillas de lo que está haciendo y lo que va a conseguir pero al cabo de meses te das cuenta de que no ha hecho nada. También conocemos a los que no dicen nada públicamente y de repente están consiguiendo aquello que habían soñado.
Admiro a aquellos que sin decir mucho hacen cosas increíbles. También admiro a los que dicen algo aparentemente imposible, lo hacen público y luego se ponen en marcha, ejecutan y convierten lo imposible en real.
Sospecho de los que hablan mucho sobre lo que van a hacer y conseguir pero luego no ejecutan.
Hay una expresión en japonés que me gusta mucho: 不言実行, que significa “Ejecutar sin decir nada”. Y otra similar que es: 有言実行, que significa “decir algo y ejecutar acorde con tus palabras”.
Yo soy más de “Ejecutar sin decir nada” 不言実行. Por supuesto, como buen ser humano también me emociono a veces hablando demasiado y luego no cumplo.
20 – Tus héroes no tienen superpoderes
Conforme he ido desvirtualizando a mis héroes me he ido dando cuenta que somos todos seres humanos, con nuestros defectos y virtudes. Cuando he hablado con ellos me he aprendido que el éxito nunca llega de repente, siempre hay muchos años de esfuerzo antes de llegar a convertirse en “héroe”.
Con héroe no me refiero necesariamente a “famoso”/“exitoso”, me refiero a ser una persona de valor que en su comunidad y entorno es admirada, querida y emulada por los demás.
Hay héroes en nuestra familia, en nuestros amigos, en nuestro entorno de trabajo, en los libros que leemos, en las películas que vemos, en nuestros sueños, en la historia de la humanidad.
Es bueno tener siempre a personas a las que admirar y de las que copiar virtudes.
21 – Abre tu corazón y muestra tus vulnerabilidades para conectar con los demás
Me fascina la evolución de las amistades. Es algo misterioso, da la sensación de que “van y vienen” porque cada uno está siguiendo el camino de sus vidas pero en realidad, los amigos siempre están ahí, no se “van”.
También he aprendido que las amistades más sinceras son aquellas en las que se comparte tanto lo bueno como lo malo. Abrir el corazón es la clave, si sientes que puedes abrir tu corazón es porque confías en la otra persona y viceversa.
Sospecho de aquellos que solo cuentan lo bueno y maravilloso de sus vidas.
22 – Es mágico tener amigos que estén contigo MUCHOS años
Hay algo mágico en estar acompañado por amigos durante 10–20 años. Me he comenzado a dar cuenta que la amistad tiene muchas fases y ciclos. No es lo mismo los primeros 6–12 meses de juergas con un grupo de amigos que compartir aventuras y desventuras durante años.
Con el tiempo tus amigos pueden llegar a conocerte mejor que tú a ti mismo, ¡escúchales!
Si tus amigos crecen, tu también creces.
Si tus amigos son felices, tu también eres feliz.
23 – No dejes que lo urgente invada lo importante
Todos caemos en esta trampa a diario cuando las prisas nos persiguen. A la hora de tomar decisiones suelo preguntarme “¿Es más importante responder estos tres emails o dedicar una hora concentrado a terminar X ? ”. Muchas veces sentimos que responder esos tres emails es algo urgente y que podemos terminar en 15 minutos… El problema es que después de esos 15 minutos nos llega un mensaje al móvil, y luego una llamada y luego otro email. Al cabo de unas horas nos da la sensación de que hemos conseguido muchas cosas pero en realidad no hemos avanzado nada en LO IMPORTANTE.
Para que la bola de nieve de lo URGENTE no me arrastre desde primera hora de la mañana, suelo empezar mis días dedicando una hora a los IMPORTANTE antes de abrir el email y similares.
24 – El cambio es inevitable, progresar y mejorar es tu elección
El cambio, el paso del tiempo, es inevitable 諸行無常, tenemos que aprender a aceptarlo. Es algo que está fuera de nuestro CONTROL, es inevitable.
Como individuos tenemos que aprender a surfear en este universo siempre cambiante.
Ser una versión mejor de nosotros cada día, es nuestra elección, está bajo nuestro CONTROL.
Mejorar y progresar es estar vivo.
25 – Se una mejor versión de ti mismo cada día
Paso a paso, sin prisas, pero siempre intentando mejorar cada día. Usa esta máxima para cualquier aspecto de tu vida que quieras mejorar: deporte, dieta, relaciones personales, trabajo, dinero. Compara estos aspectos con tu yo del pasado, no con los demás.
No compitas con los demás, compite contigo mismo.
Aprende algo nuevo cada día.
26 – Tu estado fisiológico afecta MUCHÍSIMO a tu estado mental
Estar en forma, estar sano y descansado, afecta a cómo nos comunicamos con los demás. Influye en nuestra capacidad de toma de decisiones, a nuestro optimismo y a cómo nos sentimos al interactuar con el mundo.
No solo estar en forma es clave, también lo es comer bien y llevar una vida que combine tiempo de ocio y relax con trabajo.
Si llevas semanas trabajando sin descanso, comiendo de mala manera… terminas en un estado “reactivo” en el que sientes que cualquier persona que te habla te está atacando. No son las personas las que te están agrediendo, es tu estado emocional el que está creando la sensación dentro de ti de que estás siendo atacado.
Dicen que Bill Clinton cuando tenía que negociar con alguien algo importante se aseguraba de que durmiera bien, comiera en cantidad y se recuperara del jet lag antes de ejecutar la negociación.
Mens sana, in corpore sano.
27 – No escondas tus emociones, ¡exprésalas!
Los introvertidos caemos repetidamente en la trampa de esconder nuestras emociones en nuestro interior. Nos cuesta compartir hablando con los demás.
Si te cuesta compartir hablando, también hay otras formas de dejar emerger nuestro estado emocional desde el interior hacia el exterior. Una de ellas es expresándonos via arte: dibujando, pintando, escribiendo, programando, con música…
Un hobby con una componente artística te ayudará a equilibrar tu estado emocional. Yo elegí la fotografía.
28 – Tu pasado no define tu futuro
Cuando llevamos muchos años haciendo lo mismo nos encasillamos en la sensación de que somos X, pero en realidad no hay nada que nos impida ser Y.
En mi caso llevo 25 años programando ordenadores, me da la sensación de que “SOY UN PROGRAMADOR” pero en realidad esto no me impide escribir libros o sacar fotos. Y escribir libros no me define como “ESCRITOR” para el resto de mis días. Mi futuro, nuestro futuro, siempre se puede redefinir.
Uno de mis héroes, Jonathan Ive dice: “Para crear algo genuinamente nuevo, hay que empezar otra vez. Con gran fuerza de voluntad se puede desconectar del pasado” “To create something that’s genuinely new, you have to start again, and I think with great intent, you disconnect from the past.”
Steve Jobs, mentor de Jonathan Ive, también era consciente de que el pasado se puede convertir en una carga, no solo a nivel personal si no a nivel de “consciencia colectiva dentro de la empresa”. Lo primero que hizo cuando volvió a Apple como CEO fue donar todos los ordenadores viejos y prototipos de productos al museo de Stanford. Limpió las oficinas del pasado y empezó desde 0 a crear el futuro.
Si crees que eres X, y lo sigues creyendo dentro de ti nunca llegarás a ser Y. Lo que CREES que eres te pone barreras, tu PASADO te limita.
29 – Keep a beginners mind. Mantén una mentalidad de principiante
Cuando llevamos tiempo haciendo algo nos empezamos a creer que somos buenos en ello. Esta sensación de poderío y confianza en nuestras capacidades es buena siempre y cuando no nuble nuestra capacidad para juzgar nuestro trabajo y para seguir progresando en lo que hacemos.
Revisar lo que hacemos con una perspectiva de principiante nos ayuda a estar siempre mejorando.
Me fascinan las personas que llevan décadas dedicándose a algo pero siguen preguntando como si fueran niños queriendo aprender y entender con profundidad cada detalle de su oficio.
No te creas que sabes algo. Cuestiona siempre los fundamentos. Repite ejercicios que llevas años sin hacer. Enseña a otros y si no eres capaz de explicarlo a un niño de cinco años no lo entiendes (Einstein).
30 – La suerte es preparación encontrando oportunidad – Séneca
Estar en el momento adecuado en el lugar adecuado ayuda con la suerte pero lo fundamental es estar preparado para cuando la oportunidad se presente.
Es más, yo diría que estar preparado atrae oportunidades.
Estar preparado te ayuda a ser ávido y detectar oportunidades.
31 – Aprende practicando y juntándote con gente mejor que tú
Yo era muy de aprender a base de leer libros, pero con el tiempo me he ido dando cuenta que se aprende más rápido a través de la práctica. También es fundamental juntarse con gente mejor que tú, aunque no te enseñen directamente aprenderás por osmosis.
Si quieres aprender a tocar un instrumento musical, tócalo todos los días y júntate con gente que lo haga mejor que tú. Observa a músicos mejores y copia lo que hacen.
Copiando y emulando: así es como se ha transmitido la mayor parte de la cultura durante milenios antes de que existiera la imprenta. Los seres humanos estamos diseñados para copiar comportamientos.
“Me lo contaron y lo olvidé; lo vi y lo entendí; lo hice y lo aprendí” – Confucio
32 – Tu estado emocional da color a todas nuestras experiencias.
No es lo mismo lo que está pasando “realmente” que lo que nosotros percibimos. Y tampoco es lo mismo lo que percibes tú y lo que interpreta otra persona. Cada uno, según el momento, según el lugar, según nuestro estado emocional, interpretamos las cosas de una forma u otra.
Si te sientes bien, te gustará lo que hagas aunque en teoría sea una tarea aburrida. Si te sientes mal, odiarás lo que hagas aunque sea lo más divertido del mundo.
Para explicar esto me gusta mucho el experimento del café frío y el café caliente. A los sujetos los dividieron en dos grupos: al grupo A le dieron café caliente, al grupo B le dieron café frío. (Sin saber que el café es parte del experimento) Y les pidieron que calificaran la personalidad de la persona (desconocida) que les había dado el café. Los que recibieron el café caliente calificaron las personalidades como “agradable”, “sociable” y “amigable”. En cambio los que recibieron el café frío calificaron a la persona que les había dado el café como “fría”, “distante” y “desconfiada”. ¡La temperatura del café condiciona las emociones de las personas y la forma en la que perciben a los demás!
Filósofos de la antigüedad hasta nuestros días se preguntan si es posible desapegarse de las emociones y percibir el mundo tal y como es. Pero parece que no hay nada ni nadie que sea 100% “objetivo”, ¿excepto quizás las matemáticas?
Las emociones nublan el mundo, sé consciente de ello, observarlas y notarlas te ayudará. Utilízalas a tu favor. La práctica de la meditación nos ayuda a ser mejores detectándolas cuando aparecen.
Tu estado emocional se proyecta en tu entorno. Si es malo, los demás lo notarán y te rechazarán, si es bueno los demás lo notarán y te querrán.
33 – Dar más que recibir
Cuanto más das, más recibes. No me refiero a objetos o cosas de de valor, también me refiero a favores, ayudar emocionalmente, elogiar a los demás, dar nuestro tiempo a otros o simplemente escuchar.
Según el libro Dar y Recibir, las personas nos podemos clasificar en tres tipos: los que dan todo el rato (givers), los que balancean dar y recibir (matchers) y los que solo reciben (takers).
Cada tipo de estrategia tiene sus ventajas evolutivas, por ejemplo, ser un taker te ayuda a sobrevivir eliminando la competencia. Ser un taker es una estrategia buena en ambientes corporativos donde apuntarse los éxitos de los demás te hará subir la escalera corporativa rápidamente (al menos a corto plazo).
Aunque parezca, a simple vista, que a los takers les vaya bien en nuestra sociedad capitalista, la conclusión de muchos estudios es que a largo plazo las personas que son givers (dan mucho más que reciben) son las que tienen más éxito en la vida. Los takers terminan cayendo.
Yo creo que estoy en el espectro de “matchers”, los que balanceamos dar y recibir, pero quiero cambiar un poco la balanza para ser más “giver” a partir de ahora.
34 – Estar en flow es uno de los grandes placeres de la vida
“Flow” es el estado en el que las personas entran cuando están inmersas en una actividad y nada más importa. La experiencia en sí misma es tan agradable que las personas la seguirán haciendo aunque tengan que sacrificar en otros aspectos de la vida, solo por el hecho de hacerlo.
¿Qué tipo de actividades te hacen entrar en “flow”? ¿Tu trabajo? ¿Jugar a las cartas con los amigos? ¿Subir montañas? ¿Esquiar? ¿Navegar? ¿Tocar el piano? ¿Dibujar? ¿Programar? ¿Escribir? ¿Soldar circuitos?
Analiza y piensa qué tipo de actividad te hace perder la sensación de paso del tiempo y te hace olvidar que tienes que comer o dormir. ¡Dedícale más tiempo a ello!
En el libro Ikigai, dedico un capítulo entero al Flow / Fluir.
35 – Deja de hablar sobre cómo es una buena persona, simplemente sé una buena persona – Marco Aurelio
Marco Aurelio fue emperador de Roma y posiblemente el hombre más poderoso en su época. Sabía lo importante que era liderar dando ejemplo.
Lo admirable de Marco Aurelio es que el poder no se le subió a la cabeza y escribía en su diario cada día reflexionando sobre la condición del ser humano y cómo ser mejor persona. Sus reflexiones son intemporales, cuando leo a Marco Aurelio me siento transportado en espacio y tiempo. Otra de mis preferidas de él es: “Todo lo que oímos es una opinión, no un hecho, Todo lo que vemos es una perspectiva, no la verdad”
RECUERDA SONREIR Y DISFRUTAR EN TODO MOMENTO. Y TAMPOCO TE TOMES MUY EN SERIO TODO LO QUE ACABO DE DECIR.
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