Hayabusa es el nombre de la primera nave espacial que logró traer muestras de un asteroide a nuestro planeta. Itokawa es el nombre del asteroide con el que se encontró la cápsula japonesa Hayabusa hace tres años antes de volver a La Tierra.
«Hayabusa» (隼) significa «halcón» en japonés y fue también el apodo del modelo de avión de combate japonés más temido por los aliados en la Segunda Guerra Mundial. Este avión de combate fue diseñado por, Hideo Itokawa, el que está considerado como el pionero de la investigación aerospacial japonesa.
Itokawa diseñó los primeros cohetes japoneses que lograron salir al espacio exterior, diseñó los primeros tres satélites japoneses y varios aviones. Está considerado como un genio: escribió varias decenas de libros, algunos de ellos novelas que llegaron a ser en best-sellers nacionales y además tenía tiempo para dedicarse a hobbies tan diversos como el baloncesto, el golf, el piano, el violín e incluso filosofía europea.
Justo después de terminar de estudiar en la universidad, Itokawa diseñó el avión Nakajima Ki-43, que sería producido en masa por el ejército japonés durante la guerra y considerado como el avión más ágil y maniobrable de la época. El avión cobró fama y fue apodado Hayabusa «Halcón», nombre por el que era conocido por los japoneses también por los aliados.
Avión Nakajima Ki-43, también conocido como Hayabusa, diseñado por Hideo Itokawa.
Hayabusa al encuentro con Itokawa
Al final de la guerra, la velocidad y la facilidad de maniobra de los aviones Hayabusa diseñados por Itokawa los hizo ideales para ser utilizados en operaciones kamikaze.
La mayoría de los Hayabusa diseñados por Itokawa murieron destruidos en operaciones Kamikaze. Pero 60 años después, la nave Hayabusa se encontró con el asteroide Itokawa a 254.316.600 km de distancia de nosotros. Después de varios problemas técnicos, la nave Hayabusa logró volver a nuestro planeta desintegrándose a la entrada en la atmósfera casi por completo (Excepto una pequeña cápsula en el interior con las muestras del asteroide Itokawa el ordenador de abordo) como si se tratara de un avión Hayabusa kamikaze.
Esta es la última foto que tomó la nave Hayabusa, después de su encuentro con Itokawa, antes de desintegrarse al entrar en nuestra atmósfera.
Por cada misión Hayabusa kamikaze al final de la guerra, en el verano del 45, surgieron lágrimas de los ojos de japoneses y japonesas. El verano pasado, cuando la nave Hayabusa se desintegró al volver a la Tierra también surgieron lágrimas, pero esta vez la lágrimas fueron diferentes.