Antes de que termine el año aquí tenéis mis últimas adquisiciones para la colección de fotos de japoneses durmiendo.
Enoshima
Hace algo más de un año le mandé una postal con un ukiyo-e de Hiroshige a Xavier. En ella le regalaba por su cumpleaños un propósito para el futuro: visitar la isla de Enoshima.
Pasó menos de un año antes de que Xavi viniera a Japón y visitáramos juntos Enoshima, uno de mis lugares favoritos cerca de Tokyo. Además, tuvimos la inmensa suerte de poder ver el Monte Fuji desde la isla, más o menos como lo representa Hiroshige en sus dibujos ukiyo-e. He visitado muchas veces Enoshima pero es la primera vez que ví el Fuji, yo puse el propósito pero seguramente Xavi trajo la suerte.
¡Hace dos días Xavi cumplió años y ya tiene otro propósito para el futuro, esta vez se lo puso el mismo! ¡Feliz cumpleaños! ¿Adivináis el nuevo propósito?
Si queréis poneros el mismo propósito y visitar Enoshima, lo más fácil es ir usando la línea Odakyu desde la estación de Shinjuku en el centro de Tokyo, se tarda un poco más de una hora.
Mezquita en Yoyogi Uehara
Cuando alguien me pregunta por algún sitio realmente «raro» en Tokyo la mezquita turca de Yoyogi Uehara es uno de los lugares que suelo mencionar. No es nada impresionante pero su visita te hace sentir fuera de Japón por unos momentos, es una sensación bastante misteriosa. Está en la avenida de Inokashira nada más salir de la estación de Yoyogi Uehara (Línea Odakyu y Chiyoda).
La avenida de los ginkgos – Icho Namiki
La avenida «Icho Namiki» (銀杏並木), donde «Icho» significa Ginkgo y «Namiki» significa «fila de árboles», es la calle principal de entrada a los jardines de Meiji Jingu Gaien (No confundir con el templo de Meiji Jingu).
El amarillo de las hojas de los ginkgos es fascinante durante esta época. Es uno de los lugares más visitados de Tokio a finales de octubre y principios de noviembre. No os lo perdáis si venís sobre esta época a Tokio, la entrada a la avenida se ve nada más salir de la estación «Aoyama 1-chome» (Línea Ginza o Hanzomon).
El otro día Xavier Verdaguer, que vino de visita a Japón, me preguntó: ¿porqué huele tan mal cerca de los gingkos? Resulta que el fruto de los ginkgos, los ginnan, al caer en al suelo y ser chafados por los viandantes apestan. Lo curioso es que cuando son preparados a la plancha huelen bien y están deliciosos.
Asu no shinwa de Taro Okamoto – 明日の神話
Taro Okamoto es uno de los artistas japoneses más importantes del siglo XX. Gran parte de su obra está en museos japoneses y también al aire libre, como por ejemplo la Torre del Sol. «El mito de mañana» (Asu no shinwa – 明日の神話) es una de sus obras más importantes, representa el la caída de la bomba atómica en Hiroshima. Es su cuadro más grande, mide 30 metros de largo, pero por alguna razón extraña resulta que se extravió durante más de 25 años. Al final fue encontrado en un almacén y fue expuesto en la estación de Shibuya desde finales del 2008.
Lo podéis ver en el pasillo que va desde la zona de las líneas de JR a las líneas de Inokashira en la estación de Shibuya:
Cafetería de «maids abuelas»
Las cafeterías en las que te sirven chicas vestidas de criada (Meido kissas) son bastante populares en ciertas áreas de grandes ciudades japonesas. Al haber cada vez más competencia surgen negocios basados en la misma idea pero diferenciados en algún aspecto, por ejemplo, locales de limpieza y masaje de orejas.
En esta ocasión la novedad es una cafetería en la que te sirven mujeres de hasta 77 años vestidas de criada. La cafetería se llama «Caffe Rottenmeier» en honor a la señorita Rottenmeier de Heidi. Está en el barrio de Ikebukuro y está teniendo tanto éxito que se forman colas desde que abrió a finales de octubre. Dentro de la cafetería, las «camareras Rottenmeier» te tratan y te hablan de forma estricta, llamándote la atención e incluso echándote la bronca si no te sientas con buena postura. Todo mezclado con sonrisas y amabilidad, como si se la camarera fuera tu abuelita 🙂
Me lo envió Zuco vía Yahoo News.