Ayer también se celebró el día de San Valentín aquí en Japón, aquí la costumbre es que las chicas sean las que hagan un regalo al hombre.
En una de las tiendas de Tokio donde vendían chocolate para regalos pusieron esta curiosa máquina en la que las usuarias pueden rezar a distancia para tener buena fortuna en sus relaciones amorososas. La máquina transporta al usuario/a (vía telepresencia) al templo de Jishu en Kyoto, un templo dedicado al Dios sintoísta del amor Okuninushi.
Foto de Mainichi
El templo de Jishu está un poco escondido en la parte de atrás de Kiyomizu. Está dedicado al Dios del amor Okuninushi y dicen que visitarlo ayuda a encontrar el amor verdadero (Según las instrucciones de la máquina instalada en Tokio, hacer una visita digital también ayuda en el amor). En el centro del templo hay dos «piedras del amor» que están separadas 18 metros, si consigues caminar de una piedra a la otra con los ojos cerrados es una señal de que encontrarás amor.
Albert consigue llegar de una piedra del amor a otra con los ojos cerrados (Casi cerrados). Lo de «capullo» va con amor 😉
El dios del amor te da la bienvenida al templo.
Chicas vestidas con yukata buscando el amor de su vida.
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