Hace poco contaba como Ignacio tenía que marcharse de Japón por culpa de la crisis, en esta ocasión entrevisto a Ignacio para que nos cuente ¡sus planes para dar la vuelta al mundo! Será un viaje muy largo en el que pasará por lugares tan remotos como el Tibet o Nueva Zelanda y que irá contando en su blog www.ignacioizquierdo.com.
-Cuenta tu vida en 5 frases
Nací en Madrid y tras unos años viviendo en Ecuador y Egipto, mis recuerdos comienza en Torrejón de Ardoz, Madrid, donde estudié el colegio y el instituto. Me encantaban las ciencias y el arte pero opté por las primeras haciendo Telecomunicaciones para continuar mis estudios meramente por lo que se suponían posibilidades laborables. Terminé el último año de carrera y proyecto en Karlsruhe (Alemania) con una beca Erasmus lo que despertó de nuevo las ganas de ver mundo y conocer gentes. Mi perdición. Al mismo tiempo retomaba con muchísimo interés la fotografía y la cámara se convertía en un apéndice más de mi cuerpo. Tras un año trabajando en Madrid buscando cómo volver a salir recabé en Londres, justo la ciudad que necesitaba. Dos años después de vivirla intensamente y cuando el gusanillo nómada volvía a empezar a picar me surgió la oportunidad de ir a trabajar a Japón hasta que la crisis dijo basta y me tuve que volver a España.
Ignacio levitando en Tokyo hace unos meses.
-¿Qué es lo que más te gusta de Japón?
Japón es un lugar diferente en comparación con el mundo occidental en el que había vivido. Eres como un niño pequeño, no entiendes nada de lo que sucede a tu alrededor y todo te llama la atención, vas corriendo de un lado a otro intentando abarcarlo todo. La gente es amable y detallista, el país precioso, la comida exquisita (aunque pocas veces sabes que estás comiendo y eliges al azar). Fotográficamente es un delirio.
Una de las mejores fotos que sacó Ignacio durante su escapada a China el año pasado.
-¿Y lo que menos?
Japón es un lugar genial para ir de vacaciones pero vivir es bastante más complicado. Los japoneses funcionan por normas. Romper o flexibilizarlas es casi imposible y eso lo podido experimentar hasta la desesperación. En Japón el camino más corto entre dos puntos pocas veces es la linea recta. Su sociedad tan estricta suele llevar a la anulación de los japoneses como individuos. Son como una enorme pieza de relojería. Conozco japoneses que han intentando salirse de esas normas con resultados desastrosos. La presión sobre ellos es muy grande. Muchos se acaban convirtiendo en parte de una mancha gris y es una pena porque la mayoría lo asumen sin más.
-¿Qué te parecen los japoneses y su forma de pensar?
Que tras casi un año allí me vuelvo con la sensación de que sigo sin entenderles. Ni como son, ni que hacen, ni porque lo hacen. Me apañé y sobreviví pero aún con los que me he podido comunicar (en inglés o español) sigo siendo un extranjero. Se mantienen como un misterio para mí.
-El Japonés, ¿Cómo lo llevas?
El japonés fatal, pero la mímica estupendamente. Me apañaba leyendo hiragana, katakana, algún kanji, sonriendo mucho, a base de sumimasen y arigatou gozaimasu, haciendo muchas reverencias y cruzando los dedos.
-¿Que echabas de menos de España cuando vivías en Japón, y qué echas de menos de Japón ahora que estás en España?
En Japón me agobiaba pensar que estaba bastante lejos de mi mundo y de mi gente. Que no podía coger un vuelo y plantarme allí en un par de horas, que una visita significaba organizar unas vacaciones. Tuve la grandísima suerte de que muchos de mis familiares y amigos vinieron a verme (para honra del Ryokan Izquierdo). De todas maneras no es que lo echara de menos, pero cada vez que vuelvo a España aprecio todo más. Tenemos una riqueza cultural única. Japón no me ha dado tiempo a echarlo de menos, aún no me creo que me haya despedido de los colores de Shibuya, de los rascacielos de Shinjuku, de las alegres sonrisas de los japoneses, de la elegancia de las japonesas, de los neones, de ver el Fuji por la ventana, de las sorpresas continuas, de lanzarte a la aventura de pedir de comer, de los fascinantes colores del otoño y de como revienta la primavera, de la enorme fuente de inspiración que genera este país, de la cantidad de gente fantástica que me he encontrado en esta etapa… (sigh, lagrimita)
-¿Qué piensas de las chicas japonesas?
Son fantásticas. Si no fuera por los andares serían perfectas. Tienen una clase y unos modales que te hacen sentir un bárbaro.
-Cuéntanos alguna curiosidad sobre tu estancia en Japón
Tras una búsqueda de piso de más de un mes, cuando al fin conseguí entrar en mi apartamento vi que había botoncitos por todas partes llenos de símbolos que desconocía, me pasaba las noches sudando porque no conseguía encender el aire acondicionado y si lo hacía se apagaba al rato. Intentaba encender algo en la cocina y la bañera se empezaba a llenar de agua. La posadera del retrete estaba caliente (mucho y era verano) y era incapaz de apagarla. Acabé haciendo fotos a todo el apartamento y llevándolas al trabajo para que me hicieran un manual de mi propia casa. Se estuvieron riendo lo más grande. Todavía me lo recuerdan.
-¿Cuál es tu foto favorita que has sacado durante tu estancia en Japón?
Eres maligno. ¿Sólo una foto? He hecho una selección de mis preferidas en este set de flickr, pero si me tengo que quedar con una me quedo con esta del atardecer de Tokyo visto desde la isla de Odaiba:
Para los que queráis seguirme en flickr esta es mi cuenta.
-¿Cuales son tus planes a partir de ahora?
Convertir crisis en oportunidad y cumplir uno de mis sueños dando la vuelta al mundo.
– ¿Una vuelta al mundo? Cuéntanos más.
Viajar alrededor del mundo era algo que nunca había entrado en mis planes. Era el deseo imposible. ¿Cómo iba a poder encontrar el tiempo y el dinero para hacerlo? Entonces llegué a Londres y conocí a gente que lo había hecho. La mayoría de ellos estudiantes que lo hacían al finalizar la carrera o antes de comenzarla. Me moría de envidia. No podía ser tan difícil. Esto se quedó en segundo plano en mi cerebro y nunca lo abandonó. Poco a poco fue tomando forma y meses antes de saber que iba a hacerlo ya tenía el recorrido diseñado. Comenzaré viajando solo durante aproximadamente 8 meses para recorrer Rusia, Tibet, Nepal y el Sureste Asiático, que será la parte más importante del viaje, breve parada en Australia y muy larga en Nueva Zelanda y acabar cruzando el Pacífico para atravesar Estados Unidos antes de volver al viejo continente. El viaje es bastante teórico. La práctica me dice que los planes se quedan en planes y al final lo que va sucediendo no suele parecerse mucho a lo que tenías en mente. Podremos comparar con lo que finalmente sucedió una vez termine. No hace mucho que aprendí a disfrutar esa sensación de incertidumbre, ese vértigo en la boca del estómago.
Esta es el mapa del viaje que estoy a punto de comenzar.
-¿Te da miedo viajar solo?
Me da miedo que me roben. Viajar sólo ni me preocupa ni me desagrada. Es parte de la experiencia. Siempre vas a tu ritmo y te vas encontrando gente que te acompaña un par de horas, un par de días o incluso más. Te da una libertad total. Lo único que suelo echar de menos es alguien con quien tomar algo al final del día y cenar. Me gusta compartir la cena con gente, comentar el día, charlar y filosofar. Asumo que muchas cenas las haré sólo, pero también espero que muchas sean en grata compañía.
Foto sacada por Ignacio en una de sus escapadas a las montañas de Japón.
-¿Qué es lo más complicado de los preparativos?
Me ha costado mucho encontrar la información. Al final contacte con Pilar y Sergio (http://pilarysergio.blogspot.com/), una pareja de Segovia que había hecho una vuelta al mundo hace unos años y me han ayudado muchísimo con la organización. Los preparativos me han llevado aproximadamente un mes. Es necesario mover los visados y las vacunas al mismo tiempo que intentas cerrar el viaje. Me ha sorprendido para mal ver que la información en Internet está obsoleta y al final hay que tirar de teléfono si no quieres perder el tiempo yendo a sitios que ya no existen, han sido trasladados, o que con la documentación errónea. Por lo visto hubo quien pensó que esto de tener web era muy buena idea, pero se olvidaron que hay que actualizar para que sea útil. (suspiro). Actualmente estoy intentando cerrar el tema de los seguros y estoy en búsqueda de patrocinadores (no seáis tímidos!) Por otro lado sigo dando vueltas al equipo, buscando el equilibrio entre necesidades y peso. Dando por hecho que iré con dos mochilas, una dedicada exclusivamente a la fotografía.
-¿Qué equipo fotográfico vas a llevar de viaje?
De momento Nikon D80 con un AF Nikkor 18-135 f.3.5-5.6mm de base más un 50mm f.1.4 (mi lente favorita), un Nikkor Fisheye 10.5mm f.2.8 (mi juguete), un flash Nikon Speedlight SB-800, y aún estoy debatiéndome si llevar mi adorado trípode Manfrotto 190 Pro con cabeza Manfrotto 486RC2 por cuestiones de peso (y sí, alrededor de 50 GBs en tarjetas fotográficas SD más algún disco duro portátil mínimo de 1 TB aún por comprar).
-¿Algún consejo a los que quieran convertirse en fotógrafos aventureros como tú?
¡Niños! No soy el ejemplo a seguir! Padezco locura Quijotesca tras ver muchas veces “En busca del Arca Perdida” y leer y releer cualquier libro de fotografía de viajes hasta la enfermedad. En serio, sal ahí fuera, viaja, mira, escucha, huele, siente, intenta entender, vive, levántate pronto para ver amanecer, acuéstate tarde para ver anochecer y de vez en cuando haz alguna foto para llevarte ese momento contigo. Después compártelo.
-¿Cuántas camisetas de manga corta tienes?
Jajaja. Ni idea. No demasiadas. Supongo que unas 50 más o menos. Y al menos 20 de Star Wars. 😉
-¿Intereses frikis?
Creo que a lo largo de mi vida he tocado bastantes: desde juegos de Rol (jugaba al D&D, Strombringer, Paranoia, Ciberpunk,…), juegos de ordenador (desde mi Spectrum 48 Kb y sus juegos con magnetófono, pasando por los PC y sus clásicos Monkey Island, Day of Tentacle, Diablo, Starcraft, Warcraft,…) dibujando comics (pasaba tardes y tardes dibujando y entintando superheroes, incluso estuve un tiempo participando en un fanzine) coleccionando comics (debo tener más de mil en casa mayoritariamente marvelitas, aunque hay algunos de DC, pasando por Asterix y Mortadelos e incluyendo alguno más serio como Maus y con Watchmen como biblia de cabecera), juegos de Cartas (Magic, Munchkin, Ciudadelas…), juegos de mesa (Risk, Catán…)…. Ahora me quedo con los libros, el cine (Con el Padrino por encima de todo, Star Wars, El Señor de los Anillos, Matrix, cualquier película de Pixar…) y con seguir machacando a los amigos al Risk! Muerte y destrucción!!
-Tu frase favorita
“Vive tu vida, es más tarde de lo que crees”