Pietro ha tenido una experiencia hace poco con una de esas reglas estúpidas que invaden el mundo. Os dejo con las palabras de Pietro, al que las aduanas en Japón «le quemaron el chorizo»:
Me han enviado un paquete de España con chorizo y otros embutidos. Estaba esperando ansioso la llegada de ese paquete y hoy sábado por la mañana llega el cartero con una bonita carta de correos diciendo que han inspeccionado el paquete y que he de tomar una decisión. Devolver el paquete entero al remitente o quedarme con los productos no alimenticios y quemar el resto.
Evidentemente estas medidas son para proteger mi salud de ingerir carne de origen desconocido, especialmente vacas locas. Se da el caso que la caja contenía chorizo y de momento no he escuchado hablar de cerdos locos. Actualmente si quiero comprar queso o algún tipo de embutido solo puedo optar por el japonés que de momento para mi paladar es de muy mala calidad. Necesitan practicar todavía más para hacer quesos y embutidos decentes. Otra opción es gastarme una pasta y comprar algunos tipos de embutidos europeos importados que igualmente son bastante malos dado que no importan todas las marcas sino las que seguramente saben hacer mejor marketing.
En que manera puede afectar que mi familia me envíe un triste chorizo? Es para mi consumo, si me vuelvo un cerdo loco es mi problema! Seguir leyendo
Un par de fotos de la carta que le llegó a Pietro con las normas vigentes:
Veo bien que mantengan un control, pero veo absurdo que QUEMEN comida que es sana con un 100% de seguridad, ¿qué peligro puede tener un jamón envasado al vacío que se vende en España o embutido de cualquier otro país de la Unión Europea? Pues parece ser que para las autoridades japonesas es algo super-peligroso y ¡deciden quemarlo! ¡Queman comida sana!
Es curioso también la excepción de «Cerdeña» en la lista de la derecha de la segunda foto, ¿Son más sanos los cerdos y vacas de Cerdeña que los de el resto de Italia, Francia o España? ¡Absurdo! También es curioso que en el cuadro de arriba a la derecha incluyen la carne de perro como carne prohibida.
«La verdad es que nos dio mucha rabia perderlo casi todo. Nos dejaron solo las galletas (que llevan también leche y por lo tanto producto animal), chocolate, infusiones y unas medicinas. Seguir leyendo«