Desde hace unos meses las estaciones del metro de Tokyo se han llenado de unidades de AED (Automated External Defibrillator) o en español DEA (Desfibrilador externo automático).
El DEA completamente automático está pensado para ser utilizado por personal no sanitario, de tal forma que siguiendo sus instrucciones se colocan los electrodos en el paciente, y el aparato, tras determinar el tipo de ritmo cardíaco, aconseja a los asistentes separarse para emitir la descarga eléctrica, o bien, aconseja realizar compresiones torácicas.
En los países desarrollados la tendencia es a colocarlos en lugares concurridos para evitar los episodios de muerte súbita, dado que su efectividad es máxima en el momento inicial, disminuyendo rápidamente en los minutos sucesivos. – Wikipedia
En todas las estaciones de metro se puede encontrar alguna unidad DEA y últimamente incluso se ven en centros comerciales y algunas calles peatonales muy concurridas. Además de poner DEAs por todos lados también hay campañas informativas para enseñar a la gente a utilizar estos aparatos de forma efectiva.
Este es un cartel informativo dentro de un vagón de tren
Instrucciones de uso de un DEA.
Teniendo en cuenta que la fibrilación ventricular es la causa más frecuente de muerte súbita y que utilizando un desfibrilador antes de que pasen 5 minutos desde el colapso salva la vida en más de un 50% de los casos; me parece que lo de tener DEAs en muchos lugares es muy buena idea. En España los he visto en aeropuertos y en alguna estación de tren, en Alemania los he visto en el metro, y en Japón los he visto incluso en máquinas de bebidas:
Fijaos que la máquina de bebidas tiene integrado un DEA (AED en inglés) abajo a la izquierda.