«A Wild Sheep Chase» es la última novela de Haruki Murakami que he leído. Es el segundo libro de una trilogía que termina con Dance Dance Dance pero se pueden leer en cualquier orden, sólo hay pocos elementos y personajes comunes en los tres libros de la trilogía.
«A Wild Sheep Chase» (La caza del carnero salvaje) es una novela sobre ovejas. ¿300 páginas sobre ovejas? Sí, es sobre ovejas, pero realmente no es sobre ovejas. Y sí que es interesante de leer, es más que eso, es incluso mágico leerlo. El libro comienza contando una historia totalmente normal, el protagonista conoce una chica en Tokyo, el protagonista divaga sobre su trabajo como publicista en una empresa que ha montado junto a un amigo, no pasa y poco a poco cuando te das cuenta se va haciendo todo más y más surrealista. Ovejas, militares de la Segunda Guerra Mundial, un gato sin nombre, un chófer misterioso, conversaciones kafkianas que me recordaron a algunos pasajes de El Castillo… pero aún así parece que todo lo que pasa sea «normal». Esta maestría cambiando de «normal» a surrealista sin mostrar ni un ápice artificial es uno de esos patrones que puedes encontrar en casi cualquier novela de Murakami, es una de las cosas que más me maravillan del estilo de Murakami.
También es típico que en las novelas de Haruki Murakami el protagonista no tenga nombre, de hecho en esta novela ningún personaje tiene nombre, todos ellos tienen apodos extraños. Esta es una técnica recurrente no sólo en novelas de Murakami sino en la literatura, manga, anime y cuentos tradicionales japoneses. Por ejemplo a Ghibli le gusta mucho utilizarla, en algunas de sus películas el protagonista pierde el nombre o lo olvida como si de una maldición se tratara. No tengo ni idea de donde viene esto de olvidar, perder, no tener nombre, ¿Alguien sabe de donde viene, supongo que su origen será algún cuento tradicional o alguna leyenda Shinto?
Si nunca habéis leído nada de Haruki Murakami, A Wild Sheep Chase es una buena obra para empezar.
A continuación cito algunos párrafos de la novela que me llamaron la atención. No lo traduzco porque seguramente me cargaría la mitad de la gracia, la versión en español creo que se llama La caza del carnero salvaje.
«This way by no means a criticism of you. Or to put it more simply, it is because the world itself is so mediocre that you are mediocre as such. Do you not agree?»
«Nice kitty-kitty,» said the chauffeur, hand not outstretched. «What’s his name?»
«He doesn’t have a name.»
«So what do you call the fella?»
«I don’t call it, » I said. «It’s just there»
«But he’s not a lump just sitting there. He moves about by his own will, no? Seems mighty strange that something that moves by its own will doesn’t’ have a name.»
«Herring swim around of theri own will, but nobody gives them names.»
«Well, first of all, there’s no emotional bond between herring and people, and besides, they wouldn’t know their name if they heard it.»
…….
«Don’t mind in the least. But what name?»
«How about ‘Kipper’? I mean you were treating him him like a herring after all.»
«Not bad,» I said.
«You see?» said the chauffeur.
«What do you think?» I asked my girlfriend.
«Not bad,» she said. «It’s like being witness to the creation of heaven and earth.»
«Let there be Kipper». I said.
«Remember the name of your cat?»
«Kipper,» I reply.
«No, it’s not Kipper,» the chauffeur says. «The name’s already changed. Names change all the time. I bet you can’t even remember your own name»
Esta oveja me recordó a las ovejas descritas por Murakami en esta novela. La foto es de mi amigo Albert que está ahora mismo liándola por Escocia.
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