Esta es la última parte de la serie de artículos sobre la forma que tienen los japoneses de copiar y asimilar:
Normalmente los seres humanos, ante algo nuevo creado por alguien que no es de nuestro grupo lo solemos ver como una amenaza que podría desestabilizar nuestro entorno. Esta es una característica común, algo que debe estar en nuestros genes. Lo que no es común a todos es la forma de reaccionar ante esta amenaza. Unos simplemente rechazan continuamente lo que venga de fuera y se aíslan, otros se dedican a conquistar-invadir el mundo con su cultura o incultura, otros buscan un punto intermedio. En el caso de Japón es una mezcla del primer y segundo tipo, son bastante proteccionistas y eligen muy minuciosamente aquello que creen adecuado y lo integran en su vida diaria. Este proceso de copia-integración de lo mejor de cada cosa tiene incluso una palabra en japonés, se dice iitoko-tori (良いとこ取り), que significa literalmente “coger las cosas buenas”. Suena bien, pero yo creo que los japoneses son demasiado extremos, son pocas las cosas que dejan entrar en su forma original, el arte sí lo respetan y dejan que invada Japón sin ser alterado, por ejemplo, las películas de Hollywood nunca son dobladas, siempre se proyectan con subtítulos y las voces originales. Pero lo que son negocios e inversiones extranjeras casi todo es absorbido por corporaciones japonesas no dejando espacio a la entrada de inversores extranjeros, es algo de lo que se quejan muchos empresarios a la hora de entrar en el mercado japonés. Uno de los casos más conocidos es el de Vodafone, que después de intentar buscar un hueco en Japón durante varios años no pudieron y dejaron que Softbank se hiciera con el control de la empresa.
En los años 80 occidente se solía quejar de que Japón copiaba y luego invadía el mundo con sus productos. Hoy en día es China la que copia e invade el mundo. Pero hay una ligera diferencia, Japón añade siempre su grano de arena a lo que importa. Mientras que China se ha ganado fama de simple “imitador”, en el momento en que China pase de la fase de simple “imitación” a la fase de “adaptar y mejorar” (que ya está pasando en ciertos lugares como Hong Kong, Shangai o Beijing), se convertirá en una de las naciones más innovadoras del mundo y en la primera economía mundial.
En occidente tenemos impreso en las neuronas que copiar es malo por definición, a veces somos una cultura con demasiados valores absolutos. En cambio en Asia en general son muy pocos los valores absolutos que reinan la vida diaria, lo cual también es un problema, ya que les cuesta demasiado decidirse o hacer afirmaciones rotundas. No suelen tener opiniones fuertes y aunque vean algo que está mal no opinan de forma directa y pública por miedo a ser rechazados de su grupo, es una sociedad colectivista y muy poco individualista.
El aprendizaje a base de repeticiones de un patrón es muy común en la cultura japonesa, desde la caligrafía de los complicados caracteres del japonés hasta deportes tradicionales como el karate se aprenden a base de repetir katas (Patrones). Al practicar un kata lo que pretendes es copiar con la máxima precisión un kata platónico perfecto. La vida diaria de los japoneses está llena de katas, patrones que copian y repiten. A veces se echa en falta un poco de variedad, te atienden igual en una tienda en el sur de Japón que en el norte a más de mil kilómetros de distancia, usan exactamente las mismas palabras para atenderte, te hacen la misma reverencia cuando pagas y te cuentan el cambio de la misma forma (Sí, hay una forma de contar el cambio a “la japonesa”). Mucha homogeneidad, quizás demasiada, dentro del país, ya que todos copian lo que se considera como ideal.
Robar una idea, copiar con mala intención sin aportar nada, hacer una imitación y hacerla pasar por algo propio, por supuesto que también está mal vistos en Japón. Por ejemplo, una empresa que desarrolle un teléfono móvil con pantalla táctil, con un diseño externo propio, creando su propio sistema operativo para el móvil con una interfaz original propia etc. Esta empresa estaría copiando a la japonesa ideas del iPhone o de teléfonos de Nokia. Pero una empresa que crea un móvil con una forma casi igual a la del iPhone, pantalla táctil, añade una copia muy similar a la interfaz de usuario del iPhone etc. Está imitando y no está innovando nada. Hoy en día lo de menos es “crear”, el que gana es el que sabe venderse mejor, el que sabe juntar todo lo que ha “copiado” en un producto final original que venda.
“Copiar (en el sentido japonés) no es tan malo”, ese era mi mensaje. Podríamos aprender algo de ellos y copiar buenas ideas que veamos fuera, adaptarlas a nuestra cultura y disfrutarlas para hacer de nuestra vida una vida mejor y no ser simplemente pasivos dejándose invadir por cosas que quizás no sean tan buenas. En el mundo de los blogs, y en Internet en general ya hemos aprendido y usamos mucho el método de “copiar” a la japonesa 😉 La cultura de la copia en la sociedad de la información ha dado lugar a licencias como «Creative Commons», que son mucho más “japonesas” que la clásica licencia de mentalidad occidental “Copyright”.