Dicen que la economía japonesa es una de las más difíciles de entender, la verdad es que es bastante misteriosa y muchas veces se comporta justo al revés de lo que cabría esperar. Voy a intentar contaros lo que he aprendido de oídas, leyendo periódicos y revistas japonesas y viendo el día a día en Tokyo. No soy ningún experto en estas cosas, así que si me equivoco no dudéis en corregirme.
Al acabar la guerra Japón estaba en la ruina, en la capital Tokyo apenas quedaron un 10% de los edificios en pie, y más de lo mismo en otras ciudades como Hiroshima o Nagasaki. ¡Pero al cabo de apenas 20 años Japón se convirtió en la segunda economía mundial! y todavía lo sigue siendo hoy en día. Japón sigue produciendo aproximadamente un 70 % del PIB de todo el continente asiático, seis veces lo que produce China. El PIB es el doble que el de Alemania y solo es superado por el de Estados Unidos que es un 33% superior.
El gobierno estadounidense ayudó mucho a Japón durante los 60 y 70 con inyecciones económicas y acuerdos comerciales, el gobierno de Japón adoptó políticas proteccionistas e incentivó la industria privada para salir de la crisis. Durante esos primeros años después de la guerra surgieron muchas metodologías, conceptos y formas de trabajar en el mundo empresarial que han pervivido hasta nuestros días. Por ejemplo, el concepto de Keiretsu está considerado como una de las claves del milagro de la economía japonesa de post-guerra. Keiretsus son grupos de empresas que trabajan muy unidas, intentando no hacerse la competencia entre ellas/fastidiarse entre ellas sino todo lo contrario. Las empresas del mismo Keiretsu siempre se ayudan para salir adelante, además muchas de las compañías del grupo suelen compartir parte de su capital social.
Para formar un Keiretsu lo normal es tener a un banco que ayuda a las otras empresas del Keiretsu a invertir, crear nuevas líneas de negocio etc. otro de los papeles del banco en un Keiretsu es la de proteger a las empresas del grupo ante una posible OPA hostil. Después de la guerra se formaron seis Keiretsu principales: Sumitomo, Fuyo, Mitsui, Mitsubishi, Dai-Ichi Kangyo y Sanwa. Por ejemplo, dos de las empresas del grupo Mitsui son Toshiba y Toyota (¿A que no sabíais que estas dos empresas son «amigas» desde hace mucho?), en el mismo grupo también tienen un el banco Mitsui-Sumitomo. Después de muchas décadas de colaboración Toyota se ha convertido en la empresa automovilísistica número uno mundial. Toyota es tan tan líder que en el 2006 ganó cinco veces más dinero que la suma de los beneficios de sus 8 competidores más directos. Una de las claves de Toyota, aparte de estar protegida por un Keiretsu es que aplica todos los niveles un estricto sistema mejora continua Kaizen.
Posteriormente muchas empresas extranjeras han «copiado» en cierta forma el modelo Keiretsu, por ejemplo las alianzas entre aerolíneas, General Electric o conglomerados formados alrededor de grandes bancos. Es más o menos el mismo concepto, aunque en el caso japonés la colaboración es mucho más cercana y los entresijos financieros son totalmente diferentes.
Por encima de las seis grandes Keirstsu (Cada una de ellas controlada por un gran banco) se situó el MITI (Ministerio de Comercio Internacional e Industria). El MITI japonés está considerado como el ministerio con mayor influencia directa sobre la economía de un país del mundo. Desde el MITI pueden dar ordenes directas a ciertos Keiritsus para que dupliquen la producción de acero durante los siguientes meses (Fuente Wikipedia) o que ayuden todos a tal o cual sector a salir de una crisis.
La imagen mental que deberíais tener en estos momentos es la del gobierno japonés, con el MITI en cabeza recibiendo ayudas de los Estados Unidos y controlando toda la industria japonesa a través de seis grandes Keiretsus donde se acumulan las mayores empresas y bancos del país. Digamos que se unieron todos para sacar al país de la miseria, donde el gobierno protegía al país controlando los precios de importación(Tenían el poder para hacerlo) y ayudando a la exportación.
En los años 60, llegó bastante inyección de dinero gracias a la guerra de Corea y desde el 65 hasta el 70 se produjo un boom económico conocido en Japón como Izanagi. ¡Durante el boom Izanagi el PIB creció a un ritmo del 11%-13% anual!. Al final del boom Izanagi(1970) el PIB Japonés era un 70.4% mayor que al comienzo(1965) (Dato de Dai-ichi Life Research Institute Inc). La clave durante los 60 y los 70 fue producir a punta pala y exportar, exportar, exportar. En los años 70 la economía siguió creciendo pero a un ritmo algo más lento (4%-6%) en gran parte por culpa de la crisis del petróleo, aun así Japón superaba a los Estados Unidos cuyo crecimiento se situaba entorno al 3%-4% durante aquellos años.
A finales de los 80 se produjo el segundo gran boom económico japonés, llamado «boom Heisei«. Una de las claves de este boom fue la producción y exportación de aparatos electrónicos y coches. En 1990 la economía japonesa estaba embalada, tenían la mayor renta per cápita del mundo, en Tokyo se respiraba riqueza (Los «viejos» del lugar cuentan como no había ni un solo mendigo en Tokyo), las clases bajas casi desaparecieron, los pisos de 80 metros cuadrados en Tokyo pasaron a costar el equivalente a varios millones de euros de los de ahora, los japoneses tenian pasta y se dedicaban a ir de fiesta en fiesta y a viajar por todo el mundo con flamantes cámaras de fotos producidas por su propio país, Tokyo se convirtió en la ciudad con mayor PIB del mundo por delante de Paris y Nueva York(Y lo sigue siendo hoy en día)… estaban que se salían y habían conseguido crear una sociedad ideal cuyo modelo/centro económico-socio-cultural era Tokyo.
Pero todo se comenzó a ir al traste a principios de los noventa cuando la bolsa comenzó a bajar, en el 1992 el PIB comenzó a bajar también, los sueldos también comenzaron a bajar, las inversiones extranjeras comenzaron a desconfiar y Japón entró en crisis. Incluso comenzó un fenómeno poco conocido en sociedades avanzadas, la deflación. A finales de los 80 una cerveza costaba 500 yenes en el centro de Tokyo, hoy en día sigue costando unos 500 yenes (gracias a que tenemos un poquito de inflacción los últimos años). El precio de las casas también comenzó a bajar, y estuvo 16 años consecutivos bajando en el área de Tokyo. ¡El año pasado los precios inmobiliarios subieron por primera vez (Un 0.algo%) después de 16 años de bajadas!
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