En el artículo sobre el Bushido ya hablé un poco de la importancia del Do = 道, pero es un concepto con tal amplitud que se merece una entrada. En los idiomas japonés, chino, coreano hay muchas palabras y expresiones que contienen el kanji/carácter Do = 道, cuya traducción directa sería “camino”.
Hay muchos nombres de artes tradicionales japonesas que incluyen este carácter, también artes marciales o palabras que expresan cierto conocimiento filosófico/religioso. A continuación pongo una pequeña lista con palabras que tienen el carácter道:
- 神道 = Shinto = El “camino” de los dioses
- 道教 = Dokyo = El “camino” de la fe = Taoismo
- 道徳 = Dotoku = El “camino” de la virtud = Ética
- 道理 = Dori = El “camino” de la lógica = Razón
- 悪道 = Akudo = El “camino” del mal = Malo, malvado
- 道楽 = Doraku = El “camino” del confort = Entretenimiento
- 道路 = Doro = Carretera
- 大道 = Daido = Avenida
- 道場 = Dojo = El lugar del “camino” = Sala de entrenamiento
- 茶道 = Sado = El “camino” del té = Ceremonia del té
- 武士道 = Bushido = El “camino” del guerrero
- 剣道 = Kendo = El “camino” de la espada
- 弓道 = Kyudo = El “camino” arco = Tiro con arco
- 華道 = Kado = El “camino” de la flor = Arreglo floral / ikebana
- 合気道 = Aikido = El “camino” de la unión del espíritu y la mente
- 柔道 = Judo = El “camino” de la flexibilidad
- 跆拳道 =Tae kwon do = El “camino” de pisotear y dar puñetazos (Coreano)
Éstos son solo unos pocos ejemplos, pero en el diccionario hay varios centenares de entradas que contienen este carácter. Son palabras que se usan a diario en Japón, Asia e incluso en occidente; Judo, Kendo, Aikido etc han llegado a tener cierta popularidad en nuestro país. La diferencia es que en Japón no es solo un simple carácter, sino que es todo un concepto filosófico y una forma de vida que está dentro de la forma de pensar de los japoneses desde hace siglos.
El do-道 se originó en la China cinco o seis siglos antes de cristo. Fue Lao-tzu quien desarrolló el Tao / Dào (Pronunciación china del carácter 道). El Tao, o Taoismo os sonará más porque suele ser la palabra china que se usa en las portadas de los libros escritos para explicar filosofía oriental a los occidentales, pero la idea fundamental es la misma y lo importante es que el carácter es el mismo: 道, tanto para chino como para japonés, (Creo que para el coreano también). Lao-Tzu escribió sobre la importancia de seguir un camino, una doctrina, un código para unir el hombre con la naturaleza, para unir el cielo y la tierra. Según Lao-Tzu existe un Tao-Do-道 que es una especie de espíritu universal con el que nos podemos poner en contacto siguiendo el camino. Se dice que el Tao no se puede entender o explicar (Esto creo recordar que incluso sale en un capítulo de los Simpsons), simplemente llegará a tu interior si sigues el camino y las enseñanzas de un maestro que ya lo haya conseguido.
Las ideas de Lao-Tzu se extendieron por Asia y llegaron a Japón a través del Budismo Zen. El Budismo Zen contiene muchas de las ideas básicas que introdujo Lao-Tzu, por ejemplo, en el Budismo Zen la verdad absoluta tampoco se puede comunicar, hay que llegar a ella por un mismo. Los budistas en vez de decir que el Tao es un espíritu universal que vive dentro de cada uno dicen que es Buda el que está dentro de todos nosotros. En Japón también se empezaron a desarrollar estrictos sistemas de meditación mediante los cuales podríamos llegar a conocer la naturaleza de Buda y la verdad absoluta, el maestro también ayudaba al alumno a progresar pero siempre dejando que sea el alumno por si solo el que encuentre la sabiduría. Durante siglos se fue desarrollando una especie de sistema para que el alumno pudiera llegar a ser como el maestro, para que todos pudieran entender el 道, este sistema de aprendizaje se fue extendiendo a diferentes aspectos de la vida japonesa hasta nuestros días.
Básicamente el sistema de aprendizaje de cualquier disciplina según la filosofía del Do-Tao-Zen-道 consiste en:
1.- Establecimiento de una serie de patrones, modelos o formas conocidas como kata=型.
2.- Repetición de los katas=型 durante años.
3.- Perfeccionamiento y búsqueda de la belleza en los katas “uniéndose” a ellos en una especie de iluminación.
Los que practiquen algún arte marcial les sonará mucho este sistema de repetición. La enseñanza de las artes marciales suele consistir en repetir los movimientos katas=型 del maestro, mostrando siempre respeto y obediencia al maestro. Esta relación de respeto entre maestro-alumno sigue presente hoy en día en Japón y es conocida como relación Senpai-kohai.
El propósito es que el alumno a través de la repetición no pueda despistarse, es algo así como una hipnosis, imitar siempre al maestro creará disciplina. A base de repetir y repetir el alumno llegará a un estado de mushin = no-mente, no-espíritu. Este estado de no-mente nos hace aceptar el mundo tal cual, y es una de las claves del entrenamiento en cualquier disciplina do-道. ¿No os suena esto un poco como a The Matrix? Libera tu mente…
Este sistema de aprendizaje, este sistema para hacer las cosas fue saliendo de las escuelas budistas y de artes marciales para ir introduciéndose en algunas disciplinas tradicionales tales como el arreglo floral, la ceremonia del té 茶道 = Sado que aunque parezca mentira se necesitan varios años para dominar todos los katas=型 de la ceremonia, la caligrafía tradicional shodo etc. Pero este sistema de repetición “sin pensar” de forma estricta, sistemática y perfeccionista ha terminado penetrando en toda tarea cotidiana que realizan los japoneses. Los japoneses buscan la perfección en ciertas tareas (katas) como medio para adquirir una satisfacción espiritual en sus vidas. A mi me impresionaba por ejemplo ver lo serios que se ponen los japoneses cuando practican sus hobbies, parece como si les fuera la vida en ello y no difrutaran de ello.
Los japoneses aprenden en las escuelas y universidades a base de repetición, no se les da prácticamente opción a pensar por ellos mismos. Los japoneses tienden a conformarse con las reglas establecidas, tienden a seguir el camino marcado sin complicarse la vida, en vez de buscar la originalidad o crear ideas nuevas. Los japoneses se forman en las empresas a base de repetir ciertos patrones y desarrollan durante toda su vida esa tarea. Por ejemplo, si te encuentras con un japonés que configura routers-cisco en una empresa seguramente no sepa nada más que eso de informática. Quizás no sepa ni lo que significa SQL, o HTML pero será una máquina con los routers-cisco, se lo sabrá todo de memoria. El japonés simplemente aprenden lo que tiene que aprender, y no le importa lo demás. Como siempre hay muchas excepciones pero os aseguro que más del 95% de los japoneses son así. ¡He llegado a ver japoneses intentando memorizar un diccionario entero de inglés para aprender el idioma!
Muchos acusan a los japoneses de no tener pensamiento propio, de seguir las reglas como simples hormigas, uno de ellos es el Japonés Kenzaburo Oé, premio Nobel de Literatura que dice lo siguiente en una entrevista de La Vanguardia:
La guerra, que hacen los ejércitos, es la expresión máxima de la violencia y la ignorancia. Japón, por ejemplo, tiene una Constitución pacifista que el Gobierno incumple enviando tropas a otros países como Iraq. No sólo estoy en contra de todas las personas que utilizan la violencia para defender unos ideales, un territorio o una ideología, sino también en contra de la misma conciencia de ejército, personas que no se mueven por iniciativa propia sino según las órdenes que reciben. Desgraciadamente, en la sociedad japonesa actual, ya no se trata únicamente de las fuerzas armadas, también en el trabajo se piensa así, cada vez hay menos personas con conciencia propia, que no tengan por qué pensar como la gente que les rodea.
El Do-道 ha hecho que los japoneses sean educados, estrictos, metódicos, trabajadores, perfeccionistas etc, lo cual les ha llevado a liderar la tecnología mundial entre otras cosas, pero por otro lado les ha convertido en pequeñas hormigas no-pensantes que simplemente copian y perfeccionan lo que ven. Por ejemplo, en Japón, desde el final de la segunda guerra mundial están gobernando prácticamente los mismos.
A nivel de convivencia con los japoneses os puedo decir que por lo general son muy duros de mollera. Son muy poco abiertos de miras. Siempre siguen el camino marcado, siguen los “katas”/procedimientos que aprendieron o que están escritos. Si en un papel dice que A se tiene que hacer siguiendo el procedimiento B, el japonés usará siempre el procedimiento B sin plantearse si puede haber algo mejor. Si le explicas que el procedimiento C es mejor que el B te mirará con cara dudosa como sospechando, y seguramente seguirá usando el método B. En el mundo de la empresa se cambiaría al procedimiento C pero cambiando todos los papeles y haciendo un estudio en profundidad del cambio que podría tardar varios meses o incluso años. Esto hace que las empresas japonesas sean lentas pero seguras.
Otro aspecto que se puede observar rápidamente si se va de viaje a Japón es que en cualquier tienda, restaurante, supermercado, hotel del país te recibirán con las mismas palabras y gestos. Todos siguen los mismos “katas”, todos siguen las mismas reglas tal que si fueran robots. En cualquier lugar te recibirán gritando “irashamase!!!!” y una reverencia, cuando te atienden en caja también hay todo un protocolo, una serie de frases, un orden para coger el dinero, el cambio, meter las cosas en las bolsas, y te harán otra reverencia. Al salir también te dirán adiós todos los empleados del local. ¡¡Esto en TODOS lados!! La dependienta de una tienda 24 horas en el centro de Tokyo se comportará exactamente igual que una dependienta de Chiba o Saitama. Parece como si nadie tuviera personalidad propia. Así escrito parece poco interesante pero si vais a Japón fijaos en este aspecto que seguro que os sorprende.
Parece ser que el concepto de 道 , su búsqueda y su aprendizaje ha calado hondo en la sociedad japonesa pero en cierto modo ha sido malinterpretado coartando la libertad de pensamiento de los japoneses.
¿Aun no habéis entendido lo que es el 道, verdad? Yo tampoco, es algo que no se puede explicar, es algo que debéis captar vosotros mismos 😉 En todo caso, todo esto que os cuento está mucho mejor explicado en el libro The Way of Zen de Alan Watts.