Después de todo el día viendo templos y jardines nos fuimos a la zona de Gion, famosa porque trabajan allí muchas Geishas. De hecho en Kyoto hay cuatro clanes principales: Gion, Pantocho, Miyagawa-cho y Konnishichi-ken.
Nos adentramos en la zona y comenzamos a ver calles bastante solitarias llenas de casas construidas en madera. Se veían grandes coches de lujo de color negro y farolillos rojos en las entradas de cada una de las casas. Se supone que dentro de esos locales es donde trabajan las geishas, pero tampoco se podía ver nada de lo que pasaba por allí dentro porque tenían las ventanas cerradas.
Pudimos ver dos o tres geishas por la calle. Lo malo es que al vernos con pinta de turistas empezaban a correr para evitar la foto. Se supone que las geishas conforme van maquilladas y vestidas tienen que ser muy bellas y tal, pero a mi me parecieron más «fantasmas» que otra cosa. Aquí os pongo una de las geishas que pudimos cazar infraganti.
Nos salimos un poco de la zona y cenamos sushi en un restaurante típico sentados en el tatami etc.
Aitor y Kike brindando por la larga jornada aventurera.