Carlos nos cuenta su experiencia en Yamasa, una de las mayores empresas productoras de salsa de soja en Japón. Se trata de una empresa muy muy tradicional. Este texto forma parte de uno de los típicos e-mails que manda Carlos a sus colegas.
Por fin el lunes se acabó y al día siguiente: primer día de curro!!! Pongo el despertador a las 7 para estar listo a las 7:45 que he quedado con Tanaka, el compañero de laboratorio tan ‘majete’ que también vive en mi ‘ryo’ (residencia). Finalmente me levanto de la cama a las 7:30, no podía ser de otra manera. A toda leche cojo el diccionario, las llaves y poco más y a currar.
Llego y me pongo mi traje de la empresa (ya soy uno más yujuuuuuu) y no hacemos nada hasta las 8:20… a esa hora salimos todos a la calle (pero todos todos, los de los otros laboratorios también, un huevo de gente) y empieza a sonar una voz estilo gran hermano por un altavoz y nos ponemos todos a hacer ejercicios gimnásticos. Nunca he sentido que hacía más el ridículo. Imagen: yo, rodeado de japos haciendo movimientos en forma de X con los brazos y dando saltitos, con mi jefe al lado, con mi traje biónico de currante, los pantalones que me quedan pesqueros (muy muy pesqueros) y sin saber a quien imitar, si a los japos o a Leticia Sabater en el canal 7… Una pesadilla vamos.
Carlos viajando por Asia
Creíais que aquí acababa todo? Pues no, después de unos minutos de hacer el gilipollas, pasando un frío de pelotas y ya sin vergüenza ni honor.. a mi jefe se le ocurre la brillante idea de decirme que vaya al centro del todo con él porque tengo que presentarme a todo el mundo!!! jojojojojojojojo No voy a contar nada más porque, francamente, sobran las palabras. Era para grabarlo y mandarlo a videos de primera! Y en japonés!!! toma toma toma toma toma toma Tochísimo.
Luego el el curro llega el reto de las zapatillas: esto es tochísimo, en serio. Todos sabeis que los japos se quitan los zapatos al entrar en casa, pero es que en el curro también. Allí me han proporcionado unas sandalias marrones, feísimas, que son lo que llevo todo el día. Pero luego, cada vez que tengo que ir a alguna parte me tengo que poner otras sandalias, por motivos de seguridad e higiene: si voy a la zona de radioactividad, me tengo que poner unas amarillas con el símbolo de radioactivo en rojo, aún más feas; si voy al baño, allí hay otras (comunes); si voy a alguna zona con animales, me tengo que poner otras; si voy a la biblioteca, otras.. y así para todo. Los japos son muy organizados y cada vez que se cambian de zapatillas, lo hacen de espaldas, para dejarlas encaradas para cuando salen. Además tienen unas alfombrillas para apoyar los pies descalzos entre unas zapatillas y otras. Esas alfombrillas no se pueden pisar con los zapatos, obvio. Bueno, pues ya os podeis imaginar la de cosas que me han pasado hoy con el jueguecito este de las zapatillas. He aprendido a poner mi sonrisa de »ya sé que lo estoy haciendo mal, no seas muy cruel conmigo». Las alfombrillas las he pisado con todo menos con los calcetines, cada vez que me tenía que cambiar de zapatillas tardaba un cojón porque no sabía donde dejar unas y donde coger las otras… entre otras cosas. Llegó un momento que mi jefe decidió no mirarme mucho y esperarme haciendo otra cosa. Normal, es que tedría que estar descojonao por dentro. También he aprendido a poner cara de »me estoy esforzando por hacer esto bien» cuando realmente me importa un cojón.
El día de hoy… lo primero, mi jefe me ha puesto a prueba pidiéndome que calculara como hacer una disolución tampón (a qué huelen las nubes?). Me ha dado una calculadora, un papel y el lápiz ya lo tenía yo. Cuando terminé los cálculos me ha llevado al laboratorio a que la preparara. Creo que ha sido para ver qué se hacer. Esa prueba la he superado. Luego me he pasado el resto del día leyendo muchos artículos y libros que me han dado sobre lo que he voy a tener que hacer, con mi cara de »joder! qué interesante!» y tomando notas (espero que no miren el cuaderno con los dibujitos y las caricaturas de mis compañeros de curro, aparte de las paridas anotadas al margen: maburroooooooooo). También he tenido que ir al hospital a que me sacaran sangre para hacerme pruebas. Como trabajo con animales contaminados me van a vacunar. (es la segunda vez que hablo de animales, pero lo estoy reservando para el final jojojojo). La muestra de sangre: cuando saquen los resultados por la impresora puede que salga la cara de bm, alomejor me echan. dedos cruzados!
El momento del día: estoy leyendo un artículo aburridi.. esto… interesantísimo sobre anticuerpos monoclonales y me viene mi jefe por detrás y me pregunta si estoy preparado para ‘dormir un ratón’. Pues claro joder! Vamos a dormir un ratón! Atención que estamos hablando SÓLO de dormir un ratón! Vamos a una de las zonas con animales, sacamos un ratón de una jaula, lo metemos en un tarro y vamos a por un líquido para dormirlo. Al abrir de nuevo el tarro para meter el líquido… el ratón sale disparado (hijoputa) y lo tenemos que cazar y meterlo en el tarro de nuevo y dormirlo. Luego mi jefe me dice que vamos a la zona de cultivos. Yo iba pensado »cojonudo, le vamos a sacar sangre al ratón» y era cierto, pero no era todo… Los que seais más aprensivos, os recomiendo saltaros este párrafo.
Para sacar sangre a un ratón que se hace?? una aguja?? nooooooo…. mi jefe decide sacarle un ojo con unas pinzas (en lenguaje científico: extirpar o des-ojar) y ESTRUJAR AL RATON PARA RECOGER la sangre que sale por el agujero (la oquedad). Ahí acaba todo? jojojojo, mi jefe mete el ratón en un líquido mu raro que me cuenta que es desinfectante, y me dice algo del pelo del ratón. Yo es que le entiendo a medias, porque hablan medio en japo medio en inglés y ninguno habla inglés bien. Vamos, como el puto culo señora! Luego pone el ratón bocarriba encima de una plancha, le clava las patitas con unos alfileres y le hace un pequeñísimo corte con unas tijeras en la barriga (chompa o chompiviri en científico, es curioso, pero en japo se dice exactamente igual: chompiviri). Saca un pelo de las tijeras y me dice que es contaminante. Yo, hasta este punto, os juro que estaba pensando que iba a hacer algo con el pelo del ratón… Va el tío y coge la piel del ratón, con sus manos desnudas, y tira de ella desde ambos lados del cortecito… ZAS! un ratón sin piel!!!! Tenemos una bolsa peritoneal semitransparente que contiene a todas las vísceras del ratón, y una cabeza de ratón con piel… A mi no me contaron nada de esto antes de mandarme para Japón! yo con cara de asco y mi jefe descojonao. Lo que pasó después con el cuasiratón paso de contarlo, porque es aún peor.
Lo mejor de todo: me han dicho que yo voy a tener que hacer eso también! yujuuuuuuuuuuu, menos mal que me han dado un traje biónico con el simbolito de la empresa bordado!!!
NOTA: HASTA EL MOMENTO CARLOS NO HA MATADO A NINGÚN BICHO.