Bueeenooo, pues nada que a las 2 de la mañana con la barriga llena en un pueblo fantasma de las montañas de Japón. Somos 4 personas y tenemos 3 IPods, 4 teléfonos móviles, un mechero, una toalla, una cámara de fotos y una cámara de video. Mmmm, chungo. Comenzamos a vagar sin rumbo y terminamos en un pequeño templo entre grandes árboles justo al lado del pueblo, pero estaba tan oscuro que ni siquiera con el mechero veíamos nada.
Luego fuimos a un 24 horas, en Japón allí donde vayas siempre hay un 24 horas. Allí compramos chocolate (Hay unas tabletas de chocolate que venden por todo Japón que valen solo 100 Yenes, muy recomendable) y leímos un poco de manga. Es muy típica la sección de manga de los 24 horas donde te puedes sentar a leer y luego largarte sin ningún problema. Julien se pilló material de Full Metal Alchemist. En un 24 horas también puedes enviar Faxes, hacer fotocopias, hacerte Ramen con un microondas, comprar Sushi, incluso te preparan comida caliente si lo pides.
Seguimos nuestro camino hasta que encontramos una cabina de teléfonos enorme muy óptima para descansar un rato los cuatro. Allí estuvimos descansando hasta la salida del Sol a las 5 de la mañana. Aquí sale el Sol muy muy pronto. Resulta que la cabina estaba al final del pueblo, justo en la base de la montaña donde están todos los templos. Así que nos adentramos en un bosque de árboles enormessssss, con apenas luz y una niebla muy espesa.
A mi todo aquello me recordaba a la película de El viaje de Chihiro (Sen to Chihiro no Kamikakushi).
En los bosques de Nikko.
Enseguida comenzamos a ver templos, y nos dimos cuenta de que había decenas de ellos esparcidos por todo el bosque. Impresionante poder ver todo aquello nosotros solos, porque parece ser que es una zona muy muy turística que está siempre a tope de gente. Julien el más aventurero del grupo se marchó por una montaña (Montaña de esas típicas que salían en Dragon Ball) contigüa y descubrió un templo escondido. Luego fuimos todos hacia el templo secreto ;). A la entrada nos saludaba este simpático «demonio» de la mitología japonesa.
Julien saludando a la afición
El templo en cuestión
Seguimos visitando templos mientras se iba levantando la niebla.
Encontramos un templo que estaba totalmente abierto, así que pasamos después de descalzarnos convenientemente. En la entrada de los templos suele haber una sala con un gran tatami (Al más puro estilo Matrix, cuando Neo entrena con Morpheo), donde se arrodillan los monjes a rezar. Al fondo, están las imágenes de los dioses y los objetos de valor del templo; también ponen los boles con arroz para que reciban la bendición de los dioses.
Julien y yo
Estirando las piernas en las montañas de Nikko a las 6 de la mañana.
Battle
Morpheo Vs Neo
Finalmente fuimos al famoso templo Toshogu. Fue el templo que construyó el shogun (General) Tokugawa Iemitsu para rendir homenaje a su abuelo Ieyasu. El Toshogu construido en 1636 es el templo más ricamente decorado de todo el país: dorados, recargados techos de estilo chino… una obra maestra.
Torre de varias plantas del templo Toshogu
Templo Toshogu. Ya son las 8 de la mañana y comienzan a aparecer turistas.
Después de 4 horas difrutando entre bosque japonés y templos marchamos hacia el lago de Chuzenji. Para ir teníamos que volver a Nikko y coger un autobús. Aun no habíamos usado el autobús en Japón. Muuyyy poco recomendable y más en el interior de Japón donde te puedes perder con mucha facilidad y como no tengas unas pequeñas nociones de japo chungo. Muyyy friki lo del autobús donde los únicos occidentales eramos nosotros, subiendo carreteras angostas hasta superar los 1500 m sobre el nivel del mar. Durante el camino, el conductor paró dos veces el autobús porque se podían ver los monos comer en los bosques que estábamos atravesando.
Vistas desde Chuzenji
Finalmente llegamos al lago, vimos las famosas cascadas de Chuzenji y marchamos de vuelta hacia Nikko. Y de Nikko a Asakusa (En Tokyo), esta vez no nos perdimos por el camino. En Asakusa Carlos y yo dimos una vuelta antes de marchar a casa después de un fin de semana tan mítico. Vimos el famoso edificio de Asahi (La marca de cervezas más famosa en Japón).
El edificio del fondo que tiene una gota dorada de metal en el techo es el de la cerveza Asahi.