Hace dos semanas ya tuve una barbacoa en Hon Atsugi. Esta vez tocaba en Atsugi. La diferencia está en que Hon significa «verdadero» en japonés, por lo tanto, la barbacoa del otro día fue en el «verdadero» Atsugi (En el centro). Mientras que esta vez la barbacoa fue en Atsugi (No verdadero), es decir, en las afueras.
Como estabamos en Machida, que está al lado de Atsugi llegamos en un momento. Allí conocimos a Koreanos, Japoneses que se querían apuntar a jugar a fútbol, e incluso una Argentina y un Peruano. Muy internacional la barbacoa, pero con ingredientes muy japoneses. Por ejemplo, comimos Yakisoba, que son como espaguetis con verduras a la plancha y luego con muchas salsas extrañas que prefiero no saber de que están compuestas.
También fue curioso ver que los Japoneses son realmente diferentes en la forma de ser a los Koreanos. Los Koreanos son bastante más abiertos y directos a la hora de decir las cosas, mientras que los Japoneses si tocas algún tema mínimamente delicado enseguida comienzan a poner caras raras y a intentar evitar el tema. Recordad, un Japonés NUNCA OS DIRÁ «NO», os dirá algo como «CHOOOTOOO» que significa «Buenooo…. se podría ver de esa forma…. podríamos hacerlo así….». Pero, si os dicen «Choto», debéis saber que en realidad es que NO. Es una de las características más curiosas de la cultura japonesa, siempre intentan evitar la confrontación directa entre la gente, parece ser que esta característica tan arraigada en la sociedad japonesa tiene sus raíces en el Confucionismo. Por eso Japón es el país con el menor número de abogados por cápita.
Esta característica suele dar lugar a muchos malos entendidos a la hora de hacer negocios entre empresas Europeas y Americanas con empresas Japonesas, ya que cuando un Japonés dice que «Seguramente podríamos llegar a un acuerdo» o algo parecido hay que ir con mucho cuidado porque seguramente esté diciendo algo como «No me interesa nada lo que me estás proponiendo».
Albert, Carlos y Yo en Atsugi.