Tokio, 31 de Agosto de 2004.
Una panda de veinticuatro ingenieros/as de lugares de Europa aterrizamos en Narita (Tokio). Tras un transbordo de tren llegamos a la estación de Hanzomon y subimos las escaleras hasta cruzar la EXIT 5 pisando por primera vez las calles de Tokio.
Recuerdo el calor agobiante, la humedad pegajosa y un olor misterioso y desconocido para mi en aquel momento. Ahora ya sé que es el olor inconfundible del verano japonés.
Minutos después, entramos a comprar comida y bebidas en un convinience store (Tienda 24 horas). Los empleados/as nos recibieron con varios "Irashaimase" a los que nosotros respondimos con un "Hello". Más tarde aprendimos que no hay que contestar al "Irashaimase" inicial que se suele usar en locales comerciales japoneses. Simplemente significa "Bienvenidos".
La novedad de estar en un convinience store japonés por primera vez nos tuvo entretenidos un rato largo. Parecíamos niños de pueblo que acaban de entrar por primera vez en una tienda de golosinas en la capital de provincia. Yo estaba tan desorientado que no supe qué comprar y salí de allí con las manos vacías.
Tokio, 31 de Agosto de 2018:
Hace unos meses cambié de empleo. Ahora trabajo en una multinacional estadounidense y resulta que mi nueva oficina está al lado de Hanzomon, estación que después de tantos años sin visitar había olvidado.
Salgo en busca de un convinience store a comprar algo de comer. Bajo por una calle con árboles que ayudan un poco con el calor sofocante que aplasta la ciudad.
Respiro hondo y huelo el pasado. Es el olor del verano japonés, que tiene el poder de transportar mi mente y corazón en un viaje de nostalgia por los 14 veranos que llevo viviendo en Tokio.
La calle de los árboles me conecta con las memorias de aquel primer día en Japón con tal intensidad que me resulta incómodo. Veo un convinience store detrás de uno de los árboles y mi intuición me dice que es el mismo al que entré aquel primer día nada más aterrizar. Entro en el convinience store y en menos de dos minutos ya estoy fuera con mi compra.
Camino un poco más y encuentro la EXIT 5 de Hanzomon, el portal por el que llegué a este extraño lugar llamado Japón hace 14 años.
Una de las grandes diferencias de mi "yo" del pasado y el del presente es que puedo entender el idioma. Es una de las claves que considero más importantes para comenzar a entender otra cultura.
Me paro a leer un panel de información al lado de la EXIT 5 de Hanzomon, aprendo que estoy paseándome por las calles de la "Ciudad de los samurái Ban":
Edo (Tokio), ~ 1610.
"Esta salida de la estación de Hanzomon, está localizada dentro del barrio Bancho 番町. Al este, colinda con el Palacio Imperial (Antiguo casitillo de Edo), al oeste, se extiende hasta Yotsuya.
Ieyasu Tokugawa (Primer shogun de la era Edo), tenía bajo su comando a los daibangumi 大番組, un grupo de militares samurái de alto rango. La mayoría de ellos se asentaron en cuarteles en esta zona y estaban dirigidos directamente por el shogun que vivía al lado en el castillo.
Este barrio tomó el nombre de los samurái daiBANgumi pasando a llamarse BANcho 番町. El primer caracter es el mismo que el Ban de los samurái daiBANgumi y el segundo significa pueblo o ciudad. Además de cuarteles militares, gracias a su situación extratégica, con el tiempo se fue transformando en una de las áreas más animadas de la ciudad."
Tokio, 31 de Agosto de 2018.
Un mapa muestra el aspecto de Bancho en el pasado, la cuadrícula de las calles es casi igual a la que me muestra Google Maps, apenas ha cambiado en estructura. Pero hoy en día, en vez de samurái caminando por calles de camino a sus cuarteles, lo que veo son salaryman y salarywoman saliendo y entrado por la EXIT 5 de camino a sus cuarteles oficinas.
Me apetece seguir paseando hasta el Palacio Imperial, donde ahora en vez de shogun tenemos un Emperador que se quiere retirar de su puesto. Dar la vuelta al Palacio Imperial es un paseo precioso que nunca me canso de repetir, especialmente cuando florece el sakura.
Pero no tengo tiempo para seguir paseando. Doy media vuelta y con mi katana bolsita de compra del convinience store en la mano vuelvo a mi cuartel oficina a servir al shogun a la economía japonesa mundial.
Cuando llegué con 23 años, la idea era pasar un año en Japón, pero el destino se enredó y aquí sigo. Cuando salí por la EXIT 5 de Hanzomon por primera vez me daba la sensación de que un año era múchísimo tiempo, ahora sé que uno, dos, tres… diez años… se esfuman en un parpadeo.
Un soplo de viento se ha llevado 14 años y muchas otras cosas.
Pero nadie me puede quitar mis bonitas memorias,
y el olor a verano japonés.
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Trivia para los expertos en Japón: Bancho es uno de los pocos lugares de Tokio en los que el barrio no se divide en 丁目, cada manzana tiene su nombre propio terminando en 番町.
Se percibe melancolia
Posts como este me devuelven la fe en los blogs, genial 🙂
Hacía tiempo que no te leía un post tan profundo! Un abrazo y a ver si nos vemos pronto
14 años ya en Japón, eso hace que me pregunte cuantos años hace que leo este blog, a demás de tus libros, pero puedo decir que lo he leído entero, hasta tu época en el CERN. Hay momentos que leo más, y otras que te abandono un poco, pero cuando vuelvo a tu blog es como reencontrar a un viejo amigo, uno que hasta tuvo un rato de responderme a dudas sobre mi viaje de novios a Japón.
Gracias por lo que haces, lo disfruto de verdad, forma parte del lado bonito de la vida
14 años se dice rápido, pero la de experiencias que has acumulado incluyendo varios libros.
A seguir así. 🙂
Quien es ella?
Es convenience store, Héctor 😛
Preciosa entrada. Y pensar que me podría haber pasado a mí…
Como siempre, un honor haber pertenecido a tu vida, aunque sólo fuera un ratito.
Increíble historia, la verdad es que me ha encantado cómo cuentas lo de la convenience store, era como si lo estuviese viendo, muchas gracias y suerte y que todo te vaya muy bien, un saludo muy grande.
Bonito post, transmite mucho. La memoria es un regalo para estas cosas 🙂 Gambare Nihon!
Saludos de un lector asiduo!
Aunque los números desnudos dicen otra cosa, llevas más de media vida en Japón
La forma en que te has adaptado a ese entorno tan «hostil» dice mucho a tu favor.
Estoy seguro de que el esfuerzo ha valido la pena.
¿Tanto tiempo llevo leyéndote? ¡Madre mía cómo pasa el tiempo!
Cuando uno lee este tipo de cosas parece recordar un pasado que nunca vivió pero que igualmente te contagia esa nostalgia al recordarlo (imaginarlo).
Me uno a muchos de los comentarios, que tú lleves 14 años indica que te leo desde ellos 2004, cuando acabe mi carrera, me fui a vivir a UK, te empecé a corregir en la versión inglesa, te leía cuando Google Reader me decía que habia un nuevo Post. Tuve que actualizar las diferentes URLs que has usado y vi los libros que sacabas, de hecho me encontré uno en mi escala en Qatar en mi luna de miel.
No creo que te conozca nunca en persona pero estamos a dos saltos via Daniel Haré e Ignacio Izquierdo.
En fin Kirai, encantado de seguirte y leerte, y enhorabuena por tu nuevo puesto de trabajo.
Muchas gracias.
Muchas gracias por contarnos cosas sobre Japón a los que nos encanta su cultura y no hemos podido visitar Japón aun.
Muchas gracias por transmitir sentimientos.
Un saludo desde Alicante
Muy buena información sobre japón!, La tengo en cuenta para el viaje que estoy organizando!
Gracias!
Me encantó Japón!, Quiero volver con mi chica, estoy organizando un viaje con ella y me viene muy bien esta información, muchas gracias!
Es aproximadamente el tiempo que llevo leyéndote, a pesar de que creo que nunca te hice un comentario… increíble, tu relato me transporta a mi yo de hace 14 años atrás… la vida ha cambiado muchas cosas, pero las suscripciones RSS las sigo usando 😉
Me gustó muchísimo este post. Saludos.
Cert que Tokyo te un olor molt especial que tot ho impregna. Em pensava que només jo l’havia sentit.
Et segueixo des de 2007 i vaig anar a Japó al 2009.
Una forta encaixada
Gracias por esta entrada… un poco «murakamiana» podría decirse, ¿no?
Sería un buen comienzo para uno de sus relatos 🙂 Espero no ser engullido por ese agujero espacio-temporal que has creado cuando (¡por fin!) vuelva a Japón por segunda vez en noviembre.
No dejes el blog nunca, momentos de nolstalgia como éste hacen que valga la pena.